Bruno Rodríguez censuró el sábado el unilateralismo ejercido por el Gobierno estadounidense hacia el resto del mundo, mientras señalaba que tal postura de Washington “no podrá frenar la tendencia histórica hacia el multilateralismo”.
En declaraciones vertidas en una entrevista concedida a la agencia china de noticias Xinhua, Rodríguez censuró, en este sentido, “la aplicación de medidas coercitivas unilaterales, sanciones, aranceles o tarifas punitivas a los productos chinos por parte de EE.UU.”, para luego asegurar que “China tendrá toda la solidaridad cubana”.
El ministro cubano de Exteriores reprobó, de igual modo, la reciente medida de EE.UU de poner en su “lista negra” a varias empresas chinas, y añadió que tal postura demuestra el fracaso de Washington en lo que a la competencia tecnológica se refiere, pues, frente al “impetuoso desarrollo» de la tecnología china, apela a “herramientas burdas, propias de otra época, arbitrarias e ilegales”.
Las compañías chinas, como el gigante tecnológico Huawei y el fabricante de equipos de telecomunicaciones ZTE Corp., tendrán “abiertas las puertas de nuestra economía y encontrarán en Cuba oportunidades de negocios adicionales”, apostilló Rodríguez.
El alto diplomático cubano destacó las buenas relaciones bilaterales entre La Habana y Pekín, y recalcó que Cuba tiene plena confianza en la tecnología china, y especialmente en Huawei, empresa con la que ha mantenido negocios y los va a continuar manteniendo con normalidad.
Rodríguez realizó una visita oficial a China del 28 al 30 de mayo, ocasión durante la cual ambos países han vuelto a renovar su alianza estratégica, en concreto para hacer frente a la campaña de presión de Estados Unidos, a la que están sujetos tanto La Habana como Pekín.
El presidente de EE.UU., Donald Trump, ha acusado a Huawei de coadyuvar en actividades de espionaje al Gobierno de China, por tanto, ha prohibido el uso de equipamientos de esa empresa en sus principales redes y computadoras gubernamentales.
Las autoridades chinas denuncian la campaña lanzada por Washington contra Huawei, anunciando que sus “motivos son políticos” y persigue “destruir” al gigante chino de telecomunicaciones. Por su parte, Huawei ha negado las acusaciones de EE.UU. de robo o de espionaje y subrayado estar muy por delante de EE.UU. en todo lo tocante a la tecnología.