“Estados Unidos debería alterar sus métodos de presión máxima. Cualquier conducta unilateral no tiene ninguna base en el Derecho Internacional”, ha dicho este martes el ministro de Exteriores de China, Wang Yi, en declaraciones a la prensa, después de una reunión en Pekín con su par sirio, Walid al-Moalem.
Wang ha expresado la gran preocupación de su país por la situación tensa en el Golfo Pérsico y ha pedido a todas las partes que eviten el camino que no lleva a ningún lado más que a la confrontación.
“Pedimos a todas las partes que sean racionales y ejerzan contención, y no emprendan ninguna acción de escalada que alimente las tensiones regionales y abra la caja de Pandora”, ha reclamado el máximo diplomático chino.
En este sentido, el titular del gigante asiático ha avisado a Washington que su política de unilateralismo no solo “no resolverá el problema”, sino que también “creará una crisis aún mayor”.
Wang ha lanzado tales advertencias un día después de que el jefe del Departamento de Defensa de EE.UU. (Pentágono), Patrick Shanahan, anunciase su decisión de autorizar el envío de 1000 fuerzas adicionales a Oriente Medio, reiterando las infundadas acusaciones estadounidenses que involucran a Irán con los incendios de dos buques cisterna, ocurridos el pasado jueves en el mar de Omán. Teherán niega implicación alguna en él.
En línea con las declaraciones de Wang, el portavoz de la Cancillería china, Lu Kang, hizo hincapié el lunes en la necesidad de rechazar cualquier conclusión precipitada antes de una investigación exhaustiva sobre el caso.
Las autoridades iraníes ven las manos de EE.UU. detrás de ese sospechoso incidente que ha sido “suplementario a las sanciones” del país norteamericano contra la nación persa.
Al mismo respecto, un informe publicado el viernes por la agencia iraní de noticias Tasnim, indica que EE.UU. es el que puede beneficiarse de lo ocurrido en el mar de Omán, pues puede usar lo sucedido para coartar, mediante amenazas, a Irán para que se siente a renegociar el acuerdo nuclear —del que salió en 2018 Washington— una estrategia que, hasta el momento, no ha dado ningún fruto debido a la contumaz negativa de Teherán al respecto.
Rusia, por su parte, ha tachado de “gratuitas” las acusaciones de EE.UU. contra Irán, avisándole que no use las mismas acusaciones de la invasión a Irak.