El jefe de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), Mark Green, ha presentado este 5 de julio una nueva estrategia para liberar a varios países socios en Europa del presunto control de Rusia. Green ha destacado que este proyecto, denominado ‘Contrarrestar el marco de desarrollo de la influencia maligna del Kremlin‘ (CMKI, por sus siglas en inglés), tiene como objetivo ayudar a gobiernos, sociedades civiles y al sector privado de esas naciones europeas a lograr la autosuficiencia.
Entre los objetivos principales del nuevo programa, que forma parte de la estrategia de seguridad nacional de EE.UU., están:
- Ayudar a los países europeos a proteger sus sistemas políticos de la injerencia externa
- Contrarrestar las campañas de desinformación
- Reducir la dependencia de Europa de la energía rusa y del comercio mutuo
¿Cómo lo hace?
Con el fin de sacar a las naciones europeas del círculo de la supuesta influencia de Rusia, Estados Unidos canaliza millones de dólares a los medios de información locales para garantizar que sean verdaderamente «independientes».
«Con el financiamiento de la USAID, 11 socios de medios estratégicos en Bosnia, Kosovo, Montenegro, Macedonia del Norte y Serbia están aumentando sus audiencias, diversificando sus ingresos y elevando su presencia en los medios digitales», ha revelado la agencia en un comunicado.
Junto con una inyección de dinero estadounidense, la USAID promociona herramientas para luchar contra las ‘noticias falsas’, como el proyecto Pop-up Newsroom que fundó en Moldavia para proporcionar «análisis de comportamiento y tecnologías de redes sociales para analizar e identificar la desinformación». Además, supuestamente ayudó a este Estado a buscar otros socios comerciales aparte de Rusia.
En general, para impulsar la independencia económica de los países europeos, la USAID planea «eliminar las restricciones contraproducentes en las operaciones del sector privado y del libre mercado», «aumentar la integración con las economías occidentales» y «abrir nuevos mercados para las empresas de EE.UU.».
La USAID también acusa a Rusia de actividades «maliciosas» con el fin de subvertir la democracia europea, al tiempo que se jacta de sus esfuerzos «en apoyo de la democracia y el estado de derecho en Ucrania«, que supuestamente logró al invertir 2,7 millones de dólares en varias instituciones del país, así como en equipos de ciberseguridad para las elecciones y capacitación de funcionarios de la comisión electoral.