Coinciden varios medios y sus politólogos de nómina en lo inminente de la aparición de un nuevo partido de centro-izquierda (y van…) para que el PSOE pueda pactar a gusto con uno de los suyos. Es tanto «uno de los suyos» que a nadie se le escapa que en la operación puede estar el mismo PSOE, muy acostumbrado a estos montajes.
Muchos recordarán a personajes siniestros como Diego López Garrido, Cristina Almeida, ICV en su totalidad, y tantos otros que una vez agotada (y descubierta) la política destructiva en el interior de IU, a través de una organización que llamaron «Nueva Izquierda», fueron entrando en la «casa común». Algunos de ellos premiados con importantes cargos institucionales.
Marx escribió, con sumo acierto, que “Hegel dice en alguna parte que la historia se repite dos veces. Le faltó agregar: primero como tragedia y después como farsa”. Quizás estaba pensando en personajes como Errejón/Carmena, que ya están envolviendo el asunto este de rebañar votos moderados a la ya moderada Unidas Podemos, con el lenguaje habitual en estos casos, (y que casi seguro ha sido enviado desde Ferraz por correo electrónico), esto es, «izquierda centrada», «progresismo no dogmático», «centrarse en los problemas de la gente y no en utopías», «moderación», «ecopacifismofeminista muy europeo», sonrisas y buen rollo para atraer a un electorado que no quiere estridencias y que la palabra «revolución» le da sarpullidos.
Ver a Errejón dando viajes por España buscando apoyos a su partido en los hijos del pragmatismo, será enternecedor.