Cuatro muertos, entre ellos un niño de 6 años y una niña de 13, así como otros 12 heridos, fueron el saldo del último tiroteo ocurrido en EE.UU este domingo, durante un festival de comida al aire libre en Gilroy, California.
El tiroteo ocurrió durante una celebración de tres días en esa ciudad, que incluye comida, competiciones de cocina y música, y atrae a más de 100.00 personas.
«La violencia por armas de fuego es una epidemia en nuestro país, y aun así nadie imaginó que esto pudiese ocurrir aquí, en nuestra comunidad», manifestó hoy el alcalde de Gilroy, Roland Velasco, quien compareció junto al jefe de Policía y al de Bomberos para dar la última hora sobre la investigación.
El autor de la matanza, Santino William Legan, logró acceder al recinto de la feria cortando una valla protectora y, una vez dentro, disparó con un fusil de asalto similar a un AK-47, que había adquirido legalmente a principios de mes en el estado de Nevada.
Según explicó el jefe de Policía de la localidad, Scot Smithee, un grupo de tres agentes que se encontraban en la feria fueron avisados, se dirigieron al lugar y, al verles llegar, el asesino abrió fuego contra ellos, ante lo que los agentes respondieron con sus pistolas y le abatieron.
Por el momento se desconoce qué motivo llevó al sospechoso a cometer el tiroteo y el Buró Federal de Investigación (FBI) está ayudando a los cuerpos de Policía local y estatal a esclarecer posibles motivaciones.
De acuerdo con el hispano Alberto Romero, padre de un niño de seis años, su hijo es uno de los fallecidos. «Nos giramos cuando oímos disparos y vimos a un hombre vestido de camuflaje con un chaleco naranja. Creí que era un policía», contó.
Gilroy es una localidad mayoritariamente rural de unos 50.000 habitantes situada unos 130 kilómetros al sur de San Francisco.
Breaking: Reports of a shooting with injuries at the Gilroy Garlic Festival in California. pic.twitter.com/oHqJkUFKWm
— PM Breaking News (@PMBreakingNews) July 29, 2019