ERC y JxCat habían solicitado que el ministro de Exteriores, Josep Borrell, compareciera en el Congreso para dar explicaciones acerca del escándalo de lo que se ha venido a llamar Borrellgate, es decir, el supuesto espionaje de su Ministerio a las delegaciones de Generalitat en Londres, Ginebra y Berlín. Pero resulta que en su sesión de hoy martes, la Diputación permanente de la cámara ha denegado la mencionada solicitud. Borrell, pues, no deberá acudir al Congreso a dar explicaciones sobre lo anteriormente dicho.
Cabe subrayar que, (¿casualidad?) la solicitud de los partidos catalanes ha sido tumbada con los votos del propio PSOE, del PP, Ciudadanos y Vox (cuatro partidos de derechas, por más que el primero se autodenomine socialista).
Unidas Podemos ha optado por la abstención. El portavoz de los comunes, Joan Mena, lo ha justificado en que el marco de la comparecencia de Borrell para dar las explicaciones necesarias, y que comparten que debe dar, debería ser la comisión de Exteriores del Congreso, y no el pleno de la cámara baja española. Puede que tengan razón, pero no deja de ser un argumento un tanto peregrino para escurrir el bulto.
A favor de la comparencia de Borrell han votado ERC, JxCat, el PNV y EH Bildu.