Un nuevo batacazo para la Amazonía a causa de las políticas ambientales del Gobierno del presidente de Brasil, Jair Bolsonaro. Días después de que Alemania anunciase la suspensión de su ayuda destinada al “pulmón del planeta”, Noruega comunicó el bloqueao de 33 millones de dólares del Fondo Amazonia, encargado de combatir la deforestación en esta selva.
“Lo que Brasil está haciendo muestra que no quiere parar la deforestación“, comentó en una entrevista al periódico Dagens Naeringsliv el ministro de Clima y Medio Ambiente noruego, Ola Elvestuen. La deforestación y la gestión del fondo han sido las principales causas que han llevado a Oslo a tomar esta decisión.
El país escandinavo es el principal donante del Fondo Amazonía, creado en 2008 durante la Presidencia de Luiz Inácio Lula da Silva, con más de 1.200 millones de dólares; le sigue Alemania, que ha destinado unos 68 millones de dólares, y Petrobras con aportes por el orden de los 8 millones de dólares.
“Esto es muy serio”
La polémica con el fondo comenzó en mayo, cuando el ministro de Medio Ambiente de Brasil, Ricardo Salles, anunció cambios en su funcionamiento y suspendió el consejo de administración y el comité técnico del Fondo Amazonía. Entre las nuevas medidas, se deseaba usar el dinero para indemnizar a propietarios rurales en áreas protegidas de la Amazonía. “No pueden hacer esto sin nuestro acuerdo”, declaró Elvestuen, quien criticó que Brasil rompiese el acuerdo que tenía con Alemania y Noruega.
“Esto es muy serio en toda la lucha por el clima. El Amazonas es el pulmón del mundo y todos dependemos por completo de proteger esta selva tropical. No hay escenarios para lograr los objetivos climáticos sin el Amazonas”, advirtió.
El pasado sábado, la ministra de Medio Ambiente de Alemania, Svenja Schulze, también informó que su país congelaba 35 millones de euros en proyectos —que no están destinados al fondo— para la protección de la floresta y la biodiversidad de la selva amazónica.
Los ataques de Bolsonaro
Estas dos medidas han provocado una virulenta reacción por parte de Bolsonaro. “Puede hacer un buen uso de ese dinero. Brasil no lo necesita”, espetó en una declaración dirigida a la canciller alemana, Angela Merkel. “Tomé ese dinero y refloreste Alemania, ¿ok? Lo está necesitando mucho más que aquí”, comentó.
“¿Noruega no es aquella que mata ballenas allí arriba, en el Polo Norte? ¿No explota petróleo también allí? No tiene nada que ofrecernos. Que agarren su dinero y ayuden a Angela Merkel a reflorestar Alemania“, señaló tras el anuncio de Oslo.
Por su parte, el ministro de Medio Ambiente de Brasil, Ricardo Salles, dijo “no estar sorprendido” por la decisión ya que, según él, las reglas del fondo se encuentran “en discusión”, por lo que consideró “natural” que la trasferencia se suspenda.
Aumento de la deforestación
Los datos del Instituto Nacional de Investigación Espacial de Brasil (Inpe) indican que la deforestación destruyó 2.254 kilómetros cuadrados de la Amazonía brasileña el pasado julio, 278 % más que los 596,6 kilómetros cuadrados del mismo mes de 2018.
Ya en junio, el Inpe comunicó que la deforestación acabó con 920 kilómetros cuadrados de bosque, un aumento de 88 % respecto al mismo periodo de 2018. Ese informe fue cuestionado por Bolsonaro, y terminó con la destitución del director de esa institución, Ricardo Galvão, quien protagonizó una fuerte polémica con el mandatario.
Desde que Bolsonaro está en el gobierno, la relación de los países europeos con Brasil en materia de medio ambiente se ha deteriorado, y el gobierno de Francia examina detenidamente las políticas de Brasil antes de ratificar el acuerdo de libre comercio UE-Mercosur.