Irán advierte que las pruebas de misiles de Estados Unidos podrían avivar una nueva “carrera armamentista” y socavar la paz y la seguridad internacionales.
El portavoz de la Cancillería iraní, Seyed Abás Musavi, ha expresado su “profunda preocupación” por el lanzamiento, el 18 de agosto, de un misil de crucero de rango medio por Estados Unidos semanas después de abandonar el Tratado de Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio (INF, por sus siglas en inglés) firmado en 1987 con la extinta Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS).
El Departamento de Defensa estadounidense (el Pentágono) dijo que la prueba de este misil, que voló 500 kilómetros antes de alcanzar su objetivo, contribuiría al desarrollo de nuevas armas de medio alcance por EE.UU. —prohibidas hasta ahora por el Tratado INF—.
“Esta medida podría desatar una nueva carrera armamentista en el mundo, lo cual además de aumentar la inestabilidad, hará peligrar la paz y la seguridad internacionales”, ha alertado este sábado el diplomático persa, en referencia al lanzamiento del proyectil estadounidense.
Una eventual guerra armamentista, ha proseguido Musavi, podría también imponer costos económicos pesados a otros países y socavar la prosperidad económica de la gente a nivel mundial.
Ha denunciado que EE.UU. quebranta el derecho y las normas internacionales, saliendo unilateralmente de los acuerdos y tratados multilaterales.
En esta misma línea, Musavi ha urgido a la comunidad internacional a hacer frente a las medidas “desestabilizadoras” de la actual Administración estadounidense, presidida por Donald Trump, en el mundo.
El pasado 2 de agosto, EE.UU. se retiró de manera oficial del Tratado INF, bajo el pretexto de que Rusia no cumplía con el mismo, acusaciones rechazadas por Moscú.
El reciente lanzamiento del misil estadounidense ha provocado cuestionamientos y críticas a nivel mundial, sobre todo en Rusia y China, que consideraron la prueba como una “provocación”. Moscú advirtió sobre la posibilidad de una nueva carrera de armas, mientras que Pekín dijo que podría tener un “impacto negativo grave” en la seguridad internacional y regional.