Para el 15 de diciembre, está previsto que EE.UU. aplique un nuevo incremento de los impuestos a bienes chinos por al menos 160.000 millones de dólares.
Como estaba previsto a partir de este 1 de septiembre entran en vigor los aranceles del 15 por ciento anunciados por el Gobierno de Estados Unidos (EE.UU.) sobre importaciones chinas por 112.000 millones de dólares.
Los nuevos aranceles se comenzaron a aplicar desde las 00.01 local (04.01 GMT) de este domingo, según la Oficina del Representante de Comercio Exterior de Estados Unidos (USTR, en sus siglas en inglés).
El 23 de agosto, Donald Trump, anunció que elevaría el 1 de septiembre del diez al 15 por ciento los gravámenes a una parte importante de las importaciones chinas por un valor de 300.000 millones de dólares.
…Additionally, the remaining 300 BILLION DOLLARS of goods and products from China, that was being taxed from September 1st at 10%, will now be taxed at 15%. Thank you for your attention to this matter!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) August 23, 2019
Los productos afectados por los nuevos aranceles incluyen alimentos como ketchup, cortes de carne vacuna, salchichas, frutas, legumbres, leche, quesos, especias y helados.
También involucra a artículos deportivos, instrumentos musicales, vestimenta deportiva, vajilla, muebles y hasta sillas para niños, de acuerdo con la lista oficial divulgada el viernes.
Para el 15 de diciembre, está previsto que EE.UU. aplique un nuevo incremento sobre el resto de esos 300.000 millones de dólares de bienes chinos, que serían unos 160.000 millones de dólares.
De aplicarse los nuevos gravámenes a finales de 2019, EE.UU. habría afectado las importaciones chinas por al menos 540.000 millones de dólares, desde el inicio en 2018 de las aplicaciones de aranceles hacia China.
Ante el incremento de los aranceles, Beijing prevé aumentar las tarifas aduaneras sobre 75.000 millones de dólares de productos estadounidenses.
Desde marzo de 2018, Trump lleva a cabo una guerra de aranceles para imponer a China un acuerdo que ponga fin a prácticas comerciales que Washington considera desleales.