El canciller iraní expresa la grave preocupación de Teherán por la situación en Afganistán y pide a los invasores que abandonen ese territorio.
“La República Islámica de Irán advierte que los extranjeros y los agresores pueden explotar la nueva situación en el país y lanzar una nueva ronda de asesinatos y derramamiento de sangre en Afganistán. En nuestra opinión, los agresores y los ocupantes deben aceptar la derrota y abandonar Afganistán lo antes posible”, dijo el domingo Mohamad Yavad Zarif.
El ministro de Asuntos Exteriores de Irán también afirmó que Teherán pide a todas las partes involucradas que actúen con moderación y busquen un acuerdo de alto el fuego, así como una reconciliación nacional para evitar el derramamiento de sangre de civiles inocentes.
Además, el máximo diplomático persa sostuvo que la República Islámica respeta la soberanía de Afganistán y está dispuesta a ofrecer todo tipo de apoyo a Kabul a fin de que llegue a un pacto duradero con todas las partes. Irán no escatima ningún esfuerzo al respecto, añadió.
Zarif emitió el mismo mensaje a través de la red social Twitter. “Gravemente preocupado por Afganistán: los extranjeros derrotados deben irse y el fratricidio debe terminar; especialmente porque los extranjeros pueden explotar la situación, trayendo un renovado derramamiento de sangre. Irán está preparado para trabajar con el Gobierno y los partidos afganos, así como con los vecinos, para forjar un final duradero a la violencia”, tuiteó.
Eso se produce después de que a primeras horas del mismo domingo y en una serie de tuits, el presidente de EE.UU., Donald Trump, informara de la suspensión de una reunión secreta con líderes del Talibán y el presidente afgano, Mohamad Ashraf Qani.
El inquilino de la Casa Blanca alegó que la medida se debía a un atentado perpetrado por ese grupo en Kabul (capital afgana) en el que murieron 12 personas, incluido un soldado estadounidense.
La Administración Trump entabló hace un año negociaciones directas e inéditas con los talibanes para retirar a las tropas estadounidenses de Afganistán, donde fueron desplegados tras de invasión de 2001 por parte de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), encabezada por EE.UU.
Washington invadió el país asiático so pretexto de luchar contra el terrorismo, sin embargo, tras 18 años de la guerra, la inseguridad sigue reinando en gran parte del territorio afgano y ha ayudado incluso a la expansión de grupos extremistas, como EIIL (Daesh, en árabe).
