El PCE (m-l) y la cuestión albanesa; Equipo de Bitácora (M-L), 2019.

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«Mención aparte merece analizar la evolución del Partido Comunista de España (marxista-leninista) y sus relaciones con el Partido del Trabajo de Albania (PTA), primero deberíamos analizar varios defectos que albergó el PTA en su dilatada lucha contra el oportunismo, errores que no minimizan en absoluto su importantísima y extensa labor en ese ámbito; pero que al mismo tiempo es preciso analizar y conocer por su valor histórico, así como para futuros ejercicios de crítica y autocrítica que como se sabe son armas que aportan salud al Movimiento Comunista Internacional.

El primer escollo importante que el PTA tuvo que sortear fue la influencia directa del titoismo desde 1941 hasta su condena oficial en 1948. Los errores cometidos bajo tal influencia por desconocimiento o experiencia en la formación de un partido y la dirección de gobierno, así como las tramas de los propios revisionistas yugoslavos para absorber Albania daría como fin algunos errores en la línea del PTA que serían registrados en varias de las obras más famosas de Enver Hoxha como el «Tomo I de Obras Escogidas (1941-1948)» de 1974, «Los titoistas» de 1982 o la propia obra del PTA: «Historia del Partido del Trabajo de Albania» de 1982. En este apartado específico de la lucha contra el titoismo no nos centraremos ya que como decimos, el PTA ejerce una honesta autocrítica sobre varios de sus errores, exponiendo sin miedo como surgieron y como se fueron corrigiendo; y como es sabido, el PTA sería el único partido que mantuvo a partir de 1953 una lucha consecuente contra el mismo denunciando el acercamiento soviético-yugoslavo de 1954.

En el tema del jruschovismo la cuestión ya versa diferente. Si bien es cierto que el PTA fue el único partido que se opuso a la rehabilitación del titoismo que se efectuó durante 1953-1956, en la cuestión del XXº Congreso del PCUS de 1956 la cosa no fue tan heroica como lo pintaron.

En el diario personal de Enver Hoxha se anota que el discurso secreto de Jruschov sobre Stalin en 1956 durante el XXº Congreso del PCUS donde anota estar en shock y donde no dice nada positivo de dichas conclusiones de Jruschov:

«Durante toda la noche leí el informe secreto de N. Jruschov que nos dio mientras hacía lo mismo con todas las demás delegaciones extranjeras. El informe rechaza la figura y todos los actos del gran Stalin.

Entendí la posición de Jruschov y sus otros compañeros contra Stalin y sus actos gloriosos durante la reunión del congreso donde el nombre de Stalin no fue mencionado ni una sola vez para nada bueno, pero nunca pensé en ese momento que alguna vez podrían llegar a este punto.

Me estremezco cuando pienso cuánto se regocijarán la burguesía y los reaccionarios cuando tengan este informe en sus manos, porque estoy seguro de que lanzarán una campaña de mentiras y quién sabe cuánto durará. Tito debería estar muy contento después de leer este informe, ya que estoy seguro de que lo ha leído.

¡Qué daño incalculable para la Unión Soviética y el campo socialista! ¡Qué vergonzosa responsabilidad frente a la historia!

No puedo poner nada en el papel. Solo puedo decir: «¡Estoy sorprendido!».

26 de febrero de 1956, Moscu». (Enver Hoxha; Diario político, Diario 1, 1955-1957)

Si seguimos según las memorias de Nexhmije Hoxha: «Mi vida con Enver Hoxha» de 1998, Enver tuvo acceso al discurso secreto de Jruschov, el cual leyó junto al resto de compañeros de la delegación albanesa, estando hasta altas horas de la noche discutiéndolo, y concluyó furioso, que era una serie de hechos que no cuadraban con el Stalin que él había conocido, después tenía obligación de devolver dicha copia del informe. Esto seguramente fue un shock inesperado, y no aceptaron las mentiras de Jruschov, pero dicha oposición no fue lo que manifestó el PTA oficialmente en un primer momento, muy seguramente porque el miedo a enfrentarse a un partido tan grande como el PCUS era mayor al hecho de contener sus dudas o su rabia hacia las posiciones y tesis que estaba planteando la plana mayor soviética.

Estamos seguros que esto fue así, pero otra cosa es la reacción oficial que mantuvo el PTA en su conjunto. He ahí donde comienzan las contradicciones del PTA sobre su historia.

En la «Historia del Partido del Trabajo de Albania» de 1982 se trata de borrar los errores de seguidismo, sentimentalismo u oportunismo que el partido cometió en un inicio:

«Todas las conclusiones y las decisiones del III Congreso del PTA [1956] estaban imbuidas de un espíritu revolucionario marxista-leninista que en esencia se oponía al espíritu revisionista del que estaban impregnadas las conclusiones y las decisiones del XX Congreso del PCUS. Sin embargo, el III Congreso no condenó abiertamente las tesis antimarxistas del XX Congreso. El Comité Central del PTA había dado a conocer a la dirección soviética su oposición y sus reservas acerca de una serie de tesis y actividades de esta dirección. Al mismo tiempo la prensa del PTA formulaba intencionadamente sobre estas cuestiones apreciaciones diferentes, prácticamente opuestas a las del XX Congreso. Pero el PTA no podía expresar públicamente en su Congreso su oposición y sus reservas hacia las conclusiones del XX Congreso del PCUS, ya que semejante forma de proceder en ese momento no favorecería sino a los enemigos del comunismo, quienes habían desencadenado un violento ataque contra la Unión Soviética, y contra la unidad del campo socialista y del movimiento comunista internacional. Los comunistas albaneses han considerado siempre como un alto deber internacionalista defender al primer Estado socialista del mundo y al campo socialista en su conjunto. Aparte de eso, todavía no se conocía bien, en aquel entonces, el verdadero objetivo que pretendía alcanzar el grupo de Jruschov con sus nuevas tesis». (Partido del Trabajo de Albania; Historia del Partido del Trabajo de Albania, 1982)

Esto debe de ser desmontando. Para empezar la tesis de que «criticar las tesis del XXº Congreso o la dirección soviética era contribuir a hacerle el juego al imperialismo», es la mentalidad que ha llevado a que hoy el movimiento marxista-leninista esté en ruinas, por tanto hay que despegarse de una vez por todas de esa ridícula idea que al final lleva a ser condescendiente con las desviaciones propias o ajenas. Tampoco es cierto que la dirección albanesa no supiese el «verdadero objetivo que pretendía alcanzar el grupo de Jruschov con sus nuevas tesis», ya que como el propio Enver comenta en varias ocasiones, las desviaciones preocupantes tanto en la línea exterior como interna del PCUS se vislumbraban en 1953 desde los primeros días en que fallece Stalin, bajo el mandato de Malenkov, Beria y Molotov, siendo Jruschov todavía un hombre importante de gobierno pero secundario frente a estos. El IIIº Congreso del PTA de 1956, pese a diferenciarse enormemente a las tesis y conclusiones de otros congresos de otros partidos comunistas como el búlgaro, rumano, polaco o chino de ese mismo año en varios temas: mantener el papel rector de la industria pesada en la economía, reconocer la agudización de la lucha de clases en la construcción del socialismo, la no rehabilitación del titoismo, etc., si cometió diversos errores que eran consecuencia de seguidismo sin reflexión de la nueva línea jruschovista. La prueba está no solo en la reedición y censura del informe de Enver Hoxha a dicho congreso para sus obras escogidas donde se emiten dichas tesis, sino que si miramos las obras completas del albanés, en el tomo 13, podemos encontrar tras el XXº Congreso del PCUS de 1956 un artículo enfocado en ese espíritu en que sin prueba alguna, y de forma seguidista se siguen el argumento jruschovista sobre el culto a la personalidad:

«El PCUS condenó con razón el culto a la personalidad generado hacia J. V. Stalin durante los últimos años de su vida y su actividad; culto que causó un gran daño a la Unión Soviética. (…) Debería decirse que Stalin, tras conseguir que el Partido Comunista de la Unión Soviética y el pueblo soviético obtuviesen grandes victorias que llevaron al triunfo del socialismo, se comenzó a situar por encima del Partido y del pueblo, abandonando así a las masas y siendo esto un error que fue muy costoso para el pueblo soviético y el socialismo». (Enver Hoxha; El marxismo-leninismo nos enseña que es el pueblo el creador de la historia, 14 de abril de 1956)

En los primeros momentos de 1956, Enver también aprobaría los lineamientos teóricos sobre la revolución, la construcción del socialismo, y las relaciones con otros estados capitalistas que no distan de los que escribió en su momento cualquiera oportunista:

«El XXº Congreso del PCUS, titulado «Realizando el balance de las victorias del socialismo en la URSS y en la escala global» y el informe sobre las nuevas fuerzas en el desarrollo de la situación internacional actual tomaron decisiones importantes para el futuro del socialismo y el destino de la humanidad». (Enver Hoxha; El marxismo-leninismo nos enseña que es el pueblo el creador de la historia, 14 de abril de 1956)

¿Esto hace a Enver una figura igual a estos nombres arriba mencionados? ¿Fue un antistalinista a partir de 1956? ¡Ni mucho menos! Como sabemos el PTA tomaría una posición distinta a esto que acabamos de ver y se enfrentó a estas cuestiones por su propia voz. He ahí la grandeza del albanés y del trabajo ideológico del PTA. En cambio, si observamos la deriva de los partidos y figuras revisionistas el resultado es muy diferente. El mismo Ho y los revisionistas vietnamitas jamás comprendieron el jruschovismo en su totalidad, en 1956 dieron un apoyo total a la dirección soviética, cosa que no corrigieron ni en 1964 cuando Brézhnev sustituye a Jruschov, ni en 1969 cuando fallece Ho, ni tampoco después. Véase nuestra obra: «Crítica al documento «Sobre la construcción del Partido Comunista de Vietnam» de Miguel Urbano Rodrigues» de 2014.

En el caso de los revisionistas rumanos Dej empezó siendo un ferviente stalinista véase sus artículos en la Kominform para acabar renegando completamente de Stalin e incluso presumiendo de haber purgado a todos los stalinistas de su partido en 1952. Véase nuestra obra: «La crítica al revisionismo en la Iº Conferencia de la Kominform de 1947» de 2015.

En el caso de los revisionistas chinos, Mao Zedong y su círculo siempre se mostraron como unos falsos stalinistas, espoleados más por cuestiones circunstanciales y coyunturales que otra cosa como confesaría Mao en su famosa entrevista con la delegación yugoslava a propósito del VIIIº Congreso del PCCh de 1956, después abrazó brevemente al jruschovismo para sacar a relucir su antistalinismo y finalmente, como casi todos, trato de elevar entre los suyos su propio pensamiento y figura por encima tanto de la de Jruschov como del propio Stalin, Mao moriría en 1976 habiendo dejado un gran cúmulo de comentarios contra Stalin no en el sentido de críticas constructivas, sino de puros ataques anticomunistas. Véase nuestra obra: «Mentiras y calumnias de la historiografía burguesa-revisionista de Mao Zedong y el revisionismo chino sobre Stalin» de 2014.

Enver en cambio, como se espera de todo marxista-leninista, no solo tomaría el arrojo de investigar, analizar y llevar a cabo una defensa real y no formal de la figura de Stalin enfrentándose a las corrientes revisionistas ya mencionadas, sino que defendió gran parte de los axiomas del marxismo-leninismo para tal fin. Citar cada una de las cuestiones con las argumentaciones del PTA o de Hoxha sería una tarea que excedería el objetivo de este capítulo y documento, pero recomendamos al lector que lea los siguientes documentos para que pueda comprobarlo por sí mismo:

–«Sobre la situación internacional» de 1957.

–«Discurso pronunciado en nombre del Comité Central del Partido del Trabajo de Albania en la Conferencia de los 81 partidos comunistas y obreros celebrada en Moscú» de 1960.

–«Nuestro Partido desarrollará como siempre con consecuencia, audacia y madurez la lucha de clases» de 1966.

–«Con Stalin» de 1979.

En la cuestión del trato y evaluación al maoísmo también hay una evidente distorsión de los hechos a posteriori. De nuevo en la «Historia del Partido del Trabajo de Albania» nos presentan a un PTA como que hubiera tomado todo tipo de precauciones contra el maoísmo desde 1956, que es cuando comienzan a profundizarse las relaciones sino-albanesas, hasta 1978, que es cuando se expone el maoísmo como una variante del revisionismo abiertamente:

«El revisionismo chino apareció abiertamente a comienzos de los años 70, pero no surgió en esa época, y mucho menos después de la muerte de Mao Zedong. Sus orígenes ideológicos y teóricos están en el llamado «pensamiento Mao Zedong», que comenzó a tomar cuerpo particularmente después de 1935, cuando Mao Zedong accedió a la cabeza del partido. (…) El PTA, creyendo defender a un partido marxista-leninista y a un país socialista, consideraba de gran importancia la defensa de China para el comunismo internacional, para la lucha contra el revisionismo moderno. Al mismo tiempo no podía conciliarse de ningún modo con la actitud expectante, llena de vacilaciones de Mao Zedong». (Partido del Trabajo de Albania; Historia del Partido del Trabajo de Albania, 1982)

De nuevo como podemos observar se aluden a excusas similares como la presunta defensa del pueblo chino para la no exposición de la dirección china y sus errores. Lo cierto es que como ya denunciamos en el capítulo: «El PCE (m-l) y su tardía desmaoización», tanto el PCE (m-l) como el PTA no solamente tenían información suficiente como para no regalar epítetos halagadores al maoísmo como hicieron en varias ocasiones, sino que podrían haberlo expuesto mucho antes, debían de hecho desatar una polémica forzando así al maoísmo a responder por sus desviaciones desde un principio. Si miramos el libro de memorias de Enver Hoxha «Los jruschovistas» de 1980. El autor albanés relata su primera visita a China en ocasión del VIIIº Congreso del PCCh de 1956, y ya entonces registró lo sorpresivamente negativo que fue para él las tesis liberales que manejaban los líderes chinos, siendo tachadas de más derechistas aún que las tesis de los jruschovistas. En cambio, el líder albanés decidió no criticar públicamente dichas tesis heterodoxas. ¿No debería el PTA haber expuesto en 1956 junto a las tesis heterodoxas y revisionistas de Gomułka, Tito o Nagy, las tesis de Mao Zedong y Jruschov, y no esperar a 1960 ni a 1978 para exponer al revisionismo soviético y chino? ¿No es cierto que al tardar tanto se le daba tiempo a que dichos oportunistas asentasen su situación dentro de sus respectivos partidos y gobiernos?

Todo esto que estamos contando: en esta ocasión, las vacilaciones del PTA en la exposición del revisionismo, es algo importante de aclarar. El comunista debe revisar estos hechos históricos con objetividad y especial atención. Como hemos hablado anteriormente de forma breve sobre el periodo de Stalin y ahora con el periodo de Enver Hoxha, o como podría ser en el caso de otras figuras y movimientos que admiramos por sus incontables aspectos positivos, pero ni su teoría ni su praxis pueden estar exentos de malas valoraciones o decisiones porque son figuras englobadas en una época determinada con las limitaciones que ello también supone a la hora de desarrollar su trabajo, sin dejar de tener en cuenta el hecho de que son seres humanos emocionales y que cada uno alberga características propias que hacen a cada individuo único; valga decir que los errores se producen en todo proceso, más si se trata de dirigencias dilatadas, el asunto cardinal para determinar la calidad moral del marxista-leninista es la forma resuelta en que los aborda y corrige. En cambio, pensar y exponer como lo hacen los «stalinistas-hoxhistas» del tipo Wolfgang Egger, donde para ellos las figuras del comunismo como Stalin o Hoxha son seres mesiánicos, libres de todo error a sus espaldas, nos conduce a un sendero de mucha devoción y poco aprendizaje. Aquellos para quienes los clásicos del marxismo-leninismo siempre fueron responsables de los méritos y las victorias del movimiento, pero nunca de los errores o deficiencias, tienen un patrón de pensamiento que simplemente supone aceptar una versión idealista, fanática y casi religiosa de ver la historia. Por ello pseudomarxistas como Wolfgang Eggers no emiten una sola crítica razonable hacia la URSS de Stalin (1924-1953) o la Albania de Enver Hoxha (1944-1985), motivo por el cual son incapaces de comprender, explicar y convencer sobre las causas de la degeneración de ambos sistemas, con lo que su relato se resume a simplificar todo a la aparición de «maléficos personajes» como Jruschov o Ramiz Alia que chafan un desarrollo presuntamente armónico con la desaparición de las figuras aduladas. Así de simple y mecánico explica la historia esta gente. Héroes incomprendidos versus oportunistas emboscados de fondo arribista, y en mitad de ellos una masa amorfa.

Yendo ahora a las cuestiones sobre la relación entre el PCE (m-l) y el PTA, lo primero que salta a la vista es que en 1966 el PCE (m-l), pese a ser el único grupo en España abiertamente antijruschovista, aún no mantenía relaciones con el PTA.

Por ejemplo, Nils Anderson, en las publicaciones de la actual internacional revisionista de la CIPOML, rememora esos días y comenta estos hechos en su artículo «Los orígenes del movimiento marxista-leninista europeo»:

«Levantando la bandera de la denuncia del peligro revisionista, Elena Ódena y otros camaradas que constituirían el Partido Comunista de España (m–l), lanzan con determinación, en las difíciles condiciones de la clandestinidad en España y en la emigración política, la lucha en el seno del Partido Comunista de España (PCE) contra la línea de Santiago Carrillo. (…) Una manifestación importante de la realidad del movimiento marxista–leninista fue la celebración del V Congreso del PTA en noviembre de 1966, en el que estuvieron presentes el PC de China y 28 partidos y organizaciones marxista–leninistas de los cinco continentes. Hubo un gran entusiasmo, para Albania es uno de los momentos grandes de su Historia, había vencido el bloqueo revisionista e imperialista; para los nuevos partidos era la primera vez que se habían podido reunir en tan gran número. Una nota importante, fue el reconocimiento de los nuevos partidos y el papel que podían desempeñar en ese reconocimiento el seguidismo y la adulación rastrera.  Falta de vigilancia: la organización holandesa, criatura de la CIA, fue invitada. ¡Pero uno de los primeros y principales partidos ML en Europa, el Partido Comunista de España (m–l) no fue invitado! Ese error fue rápidamente superado en razón a la firmeza de la línea defendida por Elena Ódena en el seno del movimiento marxista–leninista; sin embargo aquello fue un grave error de apreciación política e ideológica». (Unidad y lucha, Nº28, 2014)

Un error de la dirigencia albanesa, sin duda. Estas relaciones se establecieron poco después. Sobra decir que Andersson no comenta en su artículo nada de porqué los partidos marxista-leninistas desaparecieron, porque el propio partido albanés degeneró, así como tantos otros, que hoy se arrastran, siendo la sombra de lo que eran. Comenta los inicios correctamente pero no comenta ni por asomo el final de los mismos. Este es un ejemplo de las limitaciones de la historiografía revisionista a la hora de abordar la historia del movimiento obrero, donde se intenta pasar desapercibido en varios temas cardinales para evitar caer en contradicciones o errores teóricos, se trata del ya clásico formalismo: grandilocuentes fórmulas y discursos, pero carecen de contenido firme y coherente.

Volviendo al tema. Sin duda el PCE (m-l) de su época tenían como referente en la construcción del socialismo, y la lucha contra el imperialismo y el revisionismo, a la Albania Socialista dirigida por el PTA y su líder Enver Hoxha. Pero en sus inicios los líderes del PCE (m-l) si bien tenían en cuenta la experiencia y las teorías de los comunistas albaneses, su atención era menor que la dedicada a las doctrinas del revisionismo chino, que por entonces estaba de moda y no se había desenmascarado. Esto puede verse en las publicaciones de los 60 o en el propio Iº Congreso del PCE (m-l) de 1973, postura que cambiaría por ejemplo para el IIº Congreso de 1977, donde si bien no se denunciaba todavía abiertamente al maoísmo –aunque sí a la teoría de los tres mundos–, había un mayor grado de atención y afinidad hacia las tesis albanesas:

«El Congreso ha hecho hincapié en la importancia histórica que para todos los marxista-leninistas del mundo ha tenido la celebración del VIIº Congreso del P.T.A. de 1976 y, en particular, el Informe presentado al mismo por el camarada Enver Hoxha, Informe que corrobora la firme línea de principios que siempre ha defendido el P.T.A. a despecho de dificultades, del cerco imperialista-revisionista y de las presiones de todo tipo. El Congreso ha manifestado su total solidaridad internacionalista con el heroico Partido del Trabajo de Albania, con el camarada Enver Hoxha, con la Albania socialista, faro de la revolución y del socialismo». (Partido Comunista de España (marxista-leninista); Documentos del IIº Congreso del PCE (m-l), 1977)

Esto era del todo normal, el PTA había sido un partido de gran importancia en el desenmascaramiento del titoismo, luego abanderaría la lucha tanto contra el jruschovismo como contra el maoísmo. De hecho como hemos visto anteriormente, gran parte del material del PCE (m-l) en la lucha contra el revisionismo era sacado de las obras que producía el PTA.

Las relaciones entre el PCE (m-l) y el PTA alcanzaron su cenit en 1978-1979 y se empezaron a enfriar en 1981 tras el affaire del suicidio de Mehmet Shehu, considerado el número dos del PTA en cuanto a importancia. Tiempo después, y con bastante tardanza, el PTA alegó que había habido divergencias entre Shehu y la dirección, unos de carácter económico, otros político-personales, que se habían mantenido en estricto carácter interno y que eso había precipitado su suicido. También se añadía el hecho de que tras su muerte se realizó una investigación que daba como resultado que Shehu habría actuado durante años como poliagente de varias agencias de espionaje. Esto causó una conmoción en muchos partidos marxista-leninistas como no podía ser de otro modo, ya que ni habían sido informados de la lucha interna ni por supuesto podían sospechar que se pudiera tratar de un agente al servicio del imperialismo extranjero.

Esto último aunque inverosímil, cualquiera que conozca la historia del movimiento obrero no lo puede descartar. Ya que como decía Stalin si entre países capitalistas se intenta mandar o reclutar a elementos que cumplan una función espías, de sabotaje, de provocadores que intenten alentar una línea política que beneficie los intereses externos, y demás, no se puede esperar menos de la actitud de los países capitalistas hacia los países socialistas. Como anécdota recordar que por esa misma época se desataron escándalos como el de Günter Guillaume, que ejerció de secretario del, el espía que causó en 1974 la dimisión del canciller Willy Brandt en la Alemania Occidental. Pero aunque fuesen reales as actividades de espionaje de Shehu, la forma en que el PTA trataría el tema dejaría bastante que desear y le acarrearían no pocos problemas con los partidos marxista-leninistas.

Sobre el tema Shehu. En un documento interno del PCE (m-l) ahora liberado, se decía en aquel entonces:

«Ante el suicido del camarada Mehmet Shehu el pasado 18 de diciembre de 1981, apenas un mes después del VIIIº Congreso del PTA de 1981, el Secretario del Comité Central del PCE (m-l) se plantea una serie de interrogantes y dudas de los que quiere dejar constancia ante el Comité Ejecutivo. De todos es conocido el rico e irreprochable pasado revolucionario de Mehmet Shehu: en las Brigadas Internacionales, en la lucha de liberación de Albania; contra los complotadores y provocadores titoistas, contra los traidores albaneses, contra el revisionismo jruschovista y chino. Durante años estuvo a la cabeza de la dirección para la construcción del socialismo. Hasta hace unos pocos meses fue Ministro de la Defensa y artífice de la formidable preparación del pueblo albanés para hacer frente a cualquier eventualidad armada viniese de donde viniese. Hasta el momento de su muerte fue Presidente del Consejo de Ministros y miembro del Comité Ejecutivo del PTA. (…) Es posible que en un momento de enajenación mental se haya quitado la vida. Pero también cabe la pregunta, ¿no habrá sido Shehu víctima de una lucha intestina por la sucesión del camarada Enver? (…) Hemos dicho hasta la saciedad que estamos asistiendo a una feroz y aguda lucha ideológica. (…) Sería antidialéctico pensar que esta lucha ideológica no puede, o podría afectar al PTA con sus consecuencias y repercusiones. (…) Hemos estado siempre y seguiremos estando en contra del seguidismo y del doctrinarismo. Esta justa posición de principios debemos mantenerla férreamente de cara a todos los componentes del MCI (m-l) incluido el PTA. (…) Por el momento, ante la base del partido, los amigos y demás sectores, nuestra posición ha de ser la de atenerse a la explicación oficial del PTA, pero dejando sentado siempre nuestro respeto y cariño por el camarada Mehmet Shehu». (Partido Comunista de España (marxista-leninista); Secretariado del Comité Central, Reunión celebrada, 12 de enero de 1982)

Lejos de las especulaciones que ahora Raúl Marco hace en sus memorias, no hay evidencia de que Mehmet Shehu fuese menos culpable de varios de los cargos acaecidos porque Ramiz Alia luego se destapara como un derechista. Del mismo modo que al propio Raúl Marco no le exonera de sus pecados revisionistas el hecho de que a finales de los 80 estaba llevando al PCE (m-l) al abismo en 1991 el ultraoportunista Chivite le arrebatase la dirección del partido y lo terminase de liquidar. Eso sería aplicar los métodos metafísicos y simplistas de los historiadores revisionistas de que «el enemigo de mi enemigo es mi amigo». En el caso soviético, vimos como la documentación expuesta demuestra que varios personajes presentados por la historia burguesa y revisionista como «stalinistas», a la hora de la verdad fueron igual de cómplices que Jruschov en la desestalinización, incluso estuvieron más a la derecha que él en múltiples cuestiones. Por tanto, que luego acabaran degradados o frente al paredón a posteriori por mando de Jruschov, fue porque perdieron en la lucha de poder, pero no significa que fueran honestos y grandes revolucionarios, de hecho, estaban igual o más degenerados ideológicamente que el propio Jruschov como ya hemos demostrado. Precisamente sido los historiadores de corte revisionista los que nos han pretendido vender a estos personajes como valientes antirevisionistas para intentar cuadrar y zanjar de forma simplista sus dudas sobre estos complejos procesos históricos. Véase nuestro capítulo: «Sobre Malenkov», «Sobre Beria», y «Sobre Mólotov» de 2018.

Para estudiar el caso albanés. Véase el documento de Ismail Badiou titulado, y nuestra introducción al mismo: «Sobre la muerte de Mehmet Shehu» de 2012. Allí se evidencian y documentan las desviaciones de Mehmet Shehu desde 1944 a 1981.

Pese a todo, el PCE (m-l) en 1984 diría sobre el papel del PTA:

«El IVº Congreso de nuestro PCE ml que acaba de culminar sus trabajos, saluda con entusiasmo al pueblo albanés, que bajo la dirección del PTA, encabezado por Enver Hoxha, edifica con éxito el socialismo en Albania. Albania es, hoy por hoy, el único país socialista del mundo, rodeado de enemigos pero también de amigos por todo el mundo. Os aseguramos que al igual que en el pasado, nuestro partido defenderá a Albania Socialista, siempre en base a los principios del marxismo-leninismo y del internacionalismo proletario activo, principios que deben ser el norte que guíe a los partidos en sus relaciones fraternales y equitativas». (Mensaje del IVº Congreso del PCE (m-l) al Comité Central del PTA, al camarada Hoxha, 1984)

Tiempo después se mandó una carta al PTA tras no asistir al XX aniversario del PCE (m-l):

«Al Comité Central del Partido del Trabajo de Albania

Al Camarada Enver Hoxha, Madrid enero de 1985

(…) Nos ha dolido vuestra ausencia en estas señaladas fechas para nuestro partido., sin que para ello hubiera ningún motivo serio a nuestro parecer. El único, que según vosotros, hubiera podido serlo –es decir, el caso Worker’s Advocate– nuestro camarada Raúl Marco, en entrevistas a petición propia con vuestro Comité Central dejó claro que tal problema se plantearía, como así ha sido. (…) Cierto es que tenemos diferencias que no ocultamos ni rehuimos, sobre algunas cuestiones, empero, la mejor forma de solucionarlas no es negándose a acudir a las convocatorias de un partido hermano. Son muchos los intereses y las fuerzas que abierta o enmascaradamente actúan contra la causa del marxismo-leninismo y los partidos que la representan; por ello pensamos que es necesario, por encima de diferencias o discrepancias, nos esforcemos todos por desarrollar y fortalecer la unidad de los partidos, siempre sobre la base clara de los principios del marxismo-leninismo. Por ello os decimos fraternalmente, como se debe entre comunistas, que vuestra ausencia en nuestros actos conmemorativos nos parece incorrecta y poco amistosa. Nuestro deseo es que, en el futuro, sobre la base de los principios comunes, no se repitan semejantes situaciones que en nada favorecen a ambos partidos, ni al conjunto del movimiento». (Partido Comunista de España (marxista-leninista); Carta al Comité Central del PTA, enero de 1985)

Según relata Raúl Marco en sus memorias de 2018 esta carta nunca fue respondida y según se rumoreaba, causó la dimisión o relevo de algunas figuras, dándose a entender que no todos estaban de acuerdo en la actitud de no responder o no enfrentar los problemas que se planteaban. Si esto fue así, sería una muestra del estado de generación al que el PTA había llegado.

También hay una cuestión importante en la carta. Se alude al hecho de que el PCE (m-l) apoyó al PTA en la crítica que éste último recibió del periódico estadounidense Worker’s Advocate, del Partido Comunista de EEUU (marxista-leninista). Este grupo americano tenía grandes análisis con abundante información sobre el PTA que reflejaba en su diario Worker’s Advocate y sus diversos suplementos. Su principal defecto era que pese a tener disponible tanta información en muchas ocasiones no la procesaba correctamente. De hecho dicho grupo no puede ser un referente para un marxista-leninista lúcido. Fue famoso por sus evaluaciones «thälmannianas», donde juzgaban la política del frente popular de «táctica oportunista», tachaban a Dimitrov de «derechista revisionista» y de ser el principal responsable junto con Stalin de la degeneración de los partidos comunistas, para ellos la política del PCE durante la Guerra Civil Española de un completo error de principio a fin, tesis similares a los maoístas reconstitucionalistas de hoy, o a las tesis de Wolfgang Eggers. Estas son cuestiones que hemos refutado en distintos documentos contra este tipo mentiras y mitos propios de los thälmannianos: «Las invenciones del thälmanniano Wolfgang Eggers sobre el VIIº Congreso de la Komintern» de 2015. Para ellos no hay o casi no hay aciertos en la línea política de aquellos años. Incluso van más allá que los thälmannianos alemanes como Wolfgang Eggers, pues los editores estadounidenses del Worker’s Advocate incluso proclamaban que la URSS de los años 30 ya sufría un «socialismo degenerado», señalando que gran culpa del presunto retroceso la tenía Stalin. Vertían grandes dosis de investigación y documentación, emitieron correctas críticas hacia ciertos temas como los errores en la política exterior soviética después de la Segunda Guerra Mundial, pero olvidaban que gran parte de esas correcciones en la política soviética, que gran parte de las luchas del PCUS contra los personajes revisionistas que iban saliendo al paso en el campo económico o cultural en la URSS o fuera de ella, estaban lideradas también por el propio Stalin o Zhdánov. Por tanto ni la época de 1945 a 1953 fue un periodo en que «Todo estaba preparado para el jruschovismo» ni fue tampoco como creen algunos una «Época de triunfos donde todo funcionaba a la perfección». Hay que evaluar dicho periodo con cuidado. Por tanto las evaluaciones del Worker’s Advocate eran en ocasiones exageradas, absurdas y exponían la ignorancia de dicho grupo en algunas cuestiones, volviéndose antihistóricas, pues nadie en sus cabales, a poco que obtenga documentación, puede aceptar dichas conclusiones. No por casualidad en ocasiones coinciden con los mitos maoístas como el de que «Stalin no se preocupó de ligar la política con la economía», o que «En la URSS no hubo una preocupación sobre el tema cultural y la educación del pueblo».

El PCE (m-l) parece que era ajeno a este tipo de debates como para entrar en ellos, ya que no tenía documentación ni parece que la buscase como dijimos en el capítulo: «La falta de investigaciones históricas sobre el movimiento obrero nacional e internacional».

Pero entre dichos graves errores del grupo americano también emitieron críticas que podían haber sido sopesadas por los marxista-leninistas, algunas de suma importancia como hemos señalado. Pero centrándonos en el caso de Albania, parece ser que dicho grupo fue de las pocas organizaciones afines al PTA, que con independencia y criticismo se atrevió a realizar una denuncia pública a las posturas del PTA en varios campos cuando este se empezó a alejar de sus posiciones revolucionarias. En su documento «Nuestras diferencias con elPartido del Trabajo de Albania» de 1984 se decían entre otras cosas:

  1. a) Se criticó el creciente silencio del PTA hacia las luchas que los partidos marxista-leninistas mantenían:

«Un ejemplo particular de la pasividad albanesa actual es la posición del PTA sobre el movimiento marxista-leninista internacional. Mientras que en los últimos años de la década de 1970, el PTA defendió a los nuevos partidos marxista-leninistas y aumentó su aliento a estos partidos, a principios de la década de 1980, la prensa albanesa parece haber perdido el interés en el movimiento internacional marxista-leninista». (The Worker’s Advocate; Volumen 14, Nº3; Voz del Partido Marxista-Leninista de Estados Unidos, 20 de marzo de 1984)

  1. b) Apuntándose en cambio, los epítetos halagadores a sus gobiernos tercermundistas reaccionarios en Irán, Argentina, Turquía:

«En Irán, el PTA al principio dio un vigoroso apoyo a la revolución que derrocó al Shah y destacó el papel del proletariado. Pero la revolución iraní encontró agudos obstáculos. El régimen de Jomeini se consolidó y eventualmente se convirtió en un completo régimen de carniceros contrarrevolucionarios. Mientras tanto, el PTA abandonó la posición de la lucha revolucionaria de los trabajadores y comenzó una intensa campaña a favor del régimen de Jomeini. Hasta el día de hoy, identifica la revolución iraní con el régimen contrarrevolucionario de Jomeini. Se adapta a la realidad política que existe actualmente en Irán en lugar de defender el interés de los trabajadores iraníes.

Turquía es una de las debilidades de larga data de la política albanesa. A principios de la década de 1980, el PTA ha hecho todo lo posible para abrazar a los dictadores militares turcos. La Agencia Telegráfica Albanesa tiene más cobertura de Turquía que cualquier otra área del mundo. Ignora por completo el sufrimiento del pueblo turco y de los fraternales camaradas marxistas-leninistas turcos. Se ha mantenido al margen de las campañas mundiales de protesta contra las ejecuciones de personas progresistas y marxistas-leninistas por parte de los carniceros turcos. Este es un ejemplo flagrante de adaptación a la situación política existente a expensas de la revolución.

La guerra reaccionaria entre los ladrones imperialistas británicos y los generales fascistas argentinos sobre las Islas Malvinas (Falkland) en 1982 fue un ejemplo extremo de reemplazar la revolución con la búsqueda de cierto apoyo nacionalista. Para el PTA, la única pregunta que contó era saber quién era el propietario de las Islas Malvinas. Ignoró por completo el punto de vista de la lucha del pueblo argentino por la revolución. Ignoró sus propias palabras, en la obra de Enver Hoxha «El imperialismo y la Revolución», acerca de que la revolución está a la orden del día para la mayoría de los países de América Latina, a pesar de que todo el mundo sabía que los generales argentinos habían declarado la guerra para evitar un inminente aumento revolucionario». (The Worker’s Advocate; Volumen 14, Nº3; Voz del Partido Marxista-Leninista de Estados Unidos, 20 de marzo de 1984)

  1. c) Criticó los halagos y el acercamiento hacia los imperialismos europeos menores:

«Durante la segunda mitad de la década de los 70, el PTA también denunció las ideas de los «tres mundos» en el llamado «segundo mundo», que eliminaba la lucha de clases en Europa y presumía que la burguesía de Europa occidental era una luchadora contra las dos superpotencias. El PTA señalaba y denunciaba el imperialismo de países europeos como Francia, Alemania Occidental, etc. (…) Pero hoy en día también se ve un espíritu nacionalista pequeño burgués en la actitud del PTA hacia Europa. El PTA ha desprendido la cuestión de la lucha contra las superpotencias de la lucha de clases interna en Europa. Esto ha traído consigo una reducción de la lucha contra el imperialismo de las potencias capitalistas europeas. (…) No solo guarda silencio sobre el imperialismo de los gobernantes de Europa occidental, sino que incluso los elogia por ser una especie de fuerza contra el imperialismo estadounidense. (…) Al mismo tiempo, el PTA ahora encuentra ocasiones para elogiar a las potencias capitalistas «neutrales» de Europa, como Suiza, Suecia y Austria, como modelos de independencia y democracia». (The Worker’s Advocate; Volumen 14, Nº3; Voz del Partido Marxista-Leninista de Estados Unidos, 20 de marzo de 1984)

  1. d) Se criticó la rehabilitación desde algunos artículos de la Agencia Telegráfica Albanesa (ATA) ciertos regímenes revisionistas de larga data como el de Rumanía:

«En las últimas décadas, el régimen revisionista rumano, aunque sigue siendo miembro del bloque militar soviético, el Pacto de Varsovia, se ha posicionado a menudo como un régimen con una política exterior «independiente». El liderazgo chino promovió esto en la década de los sesenta en adelante como un pretexto para pintar el régimen rumano en colores «antirevisionistas». El PTA denunció esta idea y expuso que los revisionistas rumanos eran en realidad un «castillo de naipes» del antirevisionismo en Europa.

Pero hoy el PTA ha comenzado a elogiar a Rumania como un país con una política independiente y que está progresando socialmente. Esto es tan absurdo ahora como lo era antes. La «independencia» de Rumanía significa simplemente que, si bien sigue siendo miembro del Pacto de Varsovia, también lo rechaza y trata con los imperialistas estadounidenses. Y en su país, este régimen se encuentra en una situación económica extrema mientras mantiene un fuerte control sobre las «masas trabajadoras». (The Worker’s Advocate; Volumen 14, Nº3; Voz del Partido Marxista-Leninista de Estados Unidos, 20 de marzo de 1984)

  1. e) Se denunció que el PTA nunca llegase a criticar y desnudar el revisionismo vietnamita como a otros revisionismos:

«La victoria en la lucha de liberación nacional de Vietnam, aunque rompió las cadenas de dominación de los Estados Unidos, reunificó al país y llevó a cabo reformas sociales que fueron avances importantes sobre el antiguo régimen reaccionario, no provocó una revolución socialista. Esto se debió a que los líderes vietnamitas no lucharon contra el revisionismo y se han sumido en la órbita revisionista general pro-soviética. Hoy en día, los líderes vietnamitas son parte de la corriente revisionista pro-soviética general e incluso han vinculado su país con COMECON, la organización económica internacional dominada por los socialimperialistas soviéticos.

Sin embargo, el PTA pinta a Vietnam con colores marxistas-leninistas y antirevisionistas. Mantiene relaciones fraternales con el partido revisionista de Vietnam y los elogia por no solo llevar a cabo la «construcción del socialismo en el camino marxista-leninista», sino también por luchar contra el «revisionismo abierto y encubierto». (The Worker’s Advocate; Volumen 14, Nº3; Voz del Partido Marxista-Leninista de Estados Unidos, 20 de marzo de 1984)

  1. f) La forma de tratar la cuestión de Mehmet Shehu, su suicidio y posterior condena como un agente de los imperialistas:

«Se debe enfatizar que nuestra crítica del método que el PTA ha utilizado hasta ahora para anunciar la condena de Mehmet Shehu no significa que defendamos a Mehmet Shehu. El PTA no le ha dicho nada al mundo, y no tenemos bases para juzgar, por lo que no podemos condenar a Mehmet Shehu ni defenderlo. Simplemente no sabemos si Mehmet Shehu ha cometido algún crimen contra el partido albanés y la revolución. Y debe tenerse en cuenta que incluso si Mehmet Shehu resulta ser culpable de algunas de las acusaciones aparentemente inverosímiles, como 40 años de ser un espía, según lo acusado, todavía puede ser culpable de delitos graves, como los cometidos un período más corto de agotamiento al final de su vida. (…) Claramente, la forma en que el PTA manejó este asunto puso a nuestro partido y a todos los demás verdaderos amigos de los albaneses en una situación difícil. Normalmente, hubiera sido natural aclamar la vida de Mehmet Shehu, reimprimir extractos de sus obras, etc. ¿Pero ahora qué se iba a hacer? Por supuesto, nuestro partido no podía repudiar a un líder revolucionario importante solo porque las cosas parecían extrañas: eso sería un insulto tanto para el pueblo albanés como para la memoria del revolucionario. Y más aún, sería un insulto a nuestra integridad, ya que nuestro partido no es un mero amplificador que capta sutiles insinuaciones y guiños y los pone a través del altavoz, sino que tiene sus propios puntos de vista basados ​​en hechos. (…) Hasta que se proporcionen pruebas, muchas de estas acusaciones parecen bastante inverosímiles. De hecho, en la medida en que nos limitamos simplemente a considerar el método utilizado para anunciar este caso, tiene cierta semejanza con los métodos chinos en el caso Lin Biao. Es responsabilidad del PTA aclarar los asuntos en el futuro». (The Worker’s Advocate; Volumen 14, Nº3; Voz del Partido Marxista-Leninista de Estados Unidos, 20 de marzo de 1984)

Por supuesto en ese documento hay otras muchas críticas hacia el PTA que no hay por dónde cogerlas, que se lanzaron por desconocimiento o por un errado análisis, pero estas críticas que citamos son muy lícitas como para ser escuchadas y reflexionadas, teniendo en cuenta, que no son tomadas al aire, sino en base a la documentación de los propios albaneses que citan íntegramente.

Algún lector dirá, ¿qué responsabilidad tuvo Enver Hoxha en todo este proceso de paulatina degeneración? Esto es una duda justa que nos daría como para otro documento entero y que pronto analizaremos.

Existen a nuestro parecer tres posibilidades, en orden de posibilidad.

  1. a) Pese a su delicado estado de salud, se opuso al camino que tomaba el partido, como otros revolucionarios.

En ese mismo año 1983 se puede detectar un intento de reconciliación con el revisionismo como se vio en las publicaciones de la Agencia Telegráfica Albanesa (ATA) donde por ejemplo se intentaba embellecer al régimen rumano, algo contra lo que Enver había luchado toda su vida y contra lo que se oponía en sus últimos escritos sobre Rumanía:

«Es desde hace tiempo conocido el papel de intermediario que ha asumido Ceaușescu en las relaciones no sólo entre China y los Estados Unidos de América, sino también entre otros países. El mismo papel ha jugado también, y en momentos muy difíciles, entre Israel y algunos gobiernos árabes. (…) Sin duda alguna, Ceaușescu ha asumido este papel y se esforzará por realizarlo pues, al igual que todas las mediaciones que ha efectuado hasta ahora, también ésta puede reportarle algún beneficio económico. Yo pienso, no obstante, que en estos momentos y circunstancias, la mayor ayuda que intenta prestar a Israel es rebajar en alguna medida la indignación de la opinión pública internacional ante la política criminal, antiárabe y antipalestina de Tel Aviv. No es la primera vez que Ceaușescu sale en defensa de Israel y mantiene frecuentes y cordiales conversaciones con los cabecillas de Tel Aviv. Después de Washington, la capital que los gobernantes israelíes visitan con mayor frecuencia es Bucarest. Viajan también allí los cabecillas de algunos países árabes. Lo que es de lamentar es que tanto Arafat como algún otro dirigente de la Organización para la Liberación de Palestina depositen ilusiones en estos encuentros. (Enver Hoxha; Ceaușescu, los árabes e Israel; Reflexiones sobre Oriente Medio, 17 de agosto de 1983)

Hubo así mismo otros artículos donde se criticaba duramente al régimen rumano por su falsa política antiimperialista y revisionista, Véase por ejemplo las obras:

–Hasan Banja y Lulëzim Hana; La degeneración del Consejo de Ayuda Mutua Económica en una organización capitalista, 1986.

–Lulzim Hana; La deuda externa y los créditos imperialistas, poderosos eslabones de la cadena neocolonialista que esclaviza a los pueblos, 1988.

Por lo que la tendencia favorable a reconciliarse con el revisionismo rumano fue neutralizada, al menos por el momento.

También si miramos los archivos de la CIA o de la prensa burguesa, hubo grandes especulaciones sobre si Albania con el restablecimiento de las relaciones comerciales con ciertos países como China o Francia se suavizaría la lucha ideológica como se hizo eco algunos medios externos, pero fue algo que Enver y otros no consintieron durante 1983-1985 como demuestran las últimas publicaciones albanesas de aquel entonces. En los últimos artículos de Enver Hoxha se deja claro que no habrá una reconciliación ideológica con dichos países imperialistas y socialimperailistas. Véase «Reflexiones sobre Medio Oriente; Extractos del diario político (1959-1983)» de 1984 o «Las superpotencias; Extractos del diario político (1959-1984)» publicado póstumamente en 1986.

Recordemos algo no anecdótico como es el hecho de que el tomo VI de Obras Escogidas de Enver Hoxha, que abarca de 1980 a 1984, recopilado a su muerte por Ramiz Alía y compañía. En cuanto a material y calidad se puede considerar que es el tomo más suave en lo relativo a la lucha ideológica contra el revisionismo interno y externo, tanto en cantidad como calidad, incluso parece que los discursos y artículos seleccionados fueron elegidos para evitar ciertos temas de importancia de aquel entonces. Las obras completas de Enver Hoxha en albanés cubren hasta 1979 lo que resulta sospechoso, y después de su muerte se negaron a seguir recopilando sus obras. Esto recuerda exactamente a lo sucedido con las últimas obras de Stalin a su muerte, de las cuales han ido saliendo documentos oficiales y no oficiales, documentos que han significado de enorme importancia en lo relacionado a la lucha contra el revisionismo temprano de la URSS y otros revisionismos todavía no desenmascarados en aquel entonces. Si tenemos esto en cuenta, nos hace suponer que se ha perdido una gran cantidad de documentos que contenían el pensamiento político de Enver Hoxha, lo que aclararía muchas dudas.

La falta de documentación directa es una ardua tarea que normalmente el historiador comunista suele afrontar, sumado al hecho de encontrarse con el hecho de que los pocos documentos existentes sobre los temas a estudiar están barnizados por un claro sesgo anticomunista, cuando no manipulados. Por lo que hay que tener una precisión de cirujano antes de emitir cualquier conclusión final si no hay documentación adecuada.

Tras la desaparición física de Enver en 1985 el PTA siguió albergando grandes teóricos y revolucionarios que defendieron su obra en el periodo 1986-1990. Esto quedó reflejado en los documentos de los imperialistas:

«Ramiz Alia y sus seguidores parecen estar seguros del favor de Hoxha como para publicitar más estas controvertidas variaciones en la política exterior, pero Alia enfrenta al menos una oposición latente a esta afirmación como sucesor y al desarrollo de su estrategia económica. Juzgando por los artículos en la prensa albanesa, un número de oponentes anónimos están luchando contra la retaguardia basando sus acciones en las interpretaciones más xenófobas y stalinistas del dogma de Enver Hoxha. Artículos recientes en los periódicos albaneses han argumentado, por ejemplo, que cualquier comercio extranjero abre una concesión inaceptable hacia el capitalismo y llevará a las empresas líderes que participan activamente en las exportaciones al único fin de perseguir los beneficios, minando así el sistema e, implícitamente, el poder de la estructura misma. (…) Alia y sus opositores en el liderazgo pueden coexistir por ahora en una atmosfera de cambio gradual. Como el lento proceso del fin del aislacionismo continúe, sin embargo, un mayor número serio de choques fraccionales serán inevitables; podría haber fricciones sobre temas variados». (Agencia Central de Inteligencia; Albania: Nuevas iniciativas exteriores, 1 de agosto de 1984)

Esto puede verse en una serie de artículos que van en contra de la política interna y externa de Ramiz Alia y sus intentos de reconciliación con los países revisionistas. Véase las obras:

–Nesti Karaguni; La esencia reaccionaria de la teoría revisionista soviética de la orientación socialista, 1984.

–Agim Popa y Vangjel Mosiu; Acerca de algunos problemas actuales de la lucha del PTA contra el revisionismo moderno, 1984.

–Llambro Filo; La «vía no capitalista de desarrollo» y la «orientación socialista», «teorías» que sabotean la revolución y abren las vías a la expansión neocolonialista, 1985

–Vangjel Mosiu; El camarada Enver Hoxha, resuelto oponente del revisionismo moderno, 1985.

–Priamo Bollano; Crítica a ciertas teorías burguesas y revisionistas sobre el lugar y el papel de las relaciones monetario-mercantiles en el socialismo, 1986.

Y en realidad se pueden encontrar artículos revolucionarios e incluso contrarios a la línea oficial hasta 1989 aproximadamente. Pero no fue suficiente para frenar el ascenso del revisionismo de Ramiz Alia que era la línea oficial.

Esto también demuestra que los cuadros albaneses del partido teniendo este precioso legado teórico-práctico descuidaron las advertencias de Enver Hoxha y el PTA de años anteriores sobre la degeneración en la línea revolucionaria, y el consiguiente peligro de restauración capitalista que eso suponía; ello ocurrió bien porque algunos creyeron estar ya inmunizados ante el peligro del revisionismo, o bien porque jamás llegaron a comprender y aplicar la advertencia. En cualquier caso imperdonable.

  1. b) Quizás Enver Hoxha fuese impedido por las condiciones de salud para enterarse o llevar a cabo una lucha ideológica contra los elementos regresivos.

Enver Hoxha encadenó un ataque cardíaco en 1973 que redujo sus intervenciones políticas, en 1980 se le diagnosticó diabetes y solía ir en sillas de ruedas, e incluso el famoso discurso al VIIIº Congreso de 1981 fue grabado porque no podía hablar según cuentas varios testimonios como el del propio Raúl Marco en sus memorias de 2018. Entre tanto Ramiz Alia y su camarilla empezó a hacerse con cada vez más poder, de eso no cabe duda.

«La apertura diplomática de Albania coincide con el rápido alzamiento de Ramiz Alia, miembro del Politburó y el Secretariado y jefe de la Asamblea Popular. Alia hoy hace más discursos autoritarios en los discursos y apariciones públicas que los que Hoxha hacía. (…) El nuevo activismo de Albania coincide con las más corrientes apariciones públicas de Ramiz Alia y los pronunciamientos de autoridad sobre política exterior y políticas domésticas. Él ha visitado virtualmente cada provincia del país este año, y es listado regularmente como el segundo, solamente por detrás de Hoxha en importancia durante las ocasiones oficiales». (Agencia Central de Inteligencia; Albania: Nuevas aperturas en la política exterior, 27 de octubre de 1983)

En otra ocasión se diría:

«En una serie de discursos y artículos, Alia ha argumentado que el próximo plan (1986-1990) debe reflejar un firme intento de adquirir alta tecnología a través del comercio externo. Él también ha instado a que debe darse una mayor autoridad a los expertos entrenados, a diferencia del partido, en las empresas claves. Nosotros también pensamos que él es un patrocinador clave de artículos en la prensa donde se atacan a los ministerios por ignorar la importancia de los expertos, así como un nuevo acuerdo cultural con Italia, en el cual, si se lleva a cabo, expondrá más a los jóvenes albaneses a las ideas de Occidente». (Agencia Central de Inteligencia; Albania: Nuevas iniciativas exteriores, 1 de agosto de 1984)

Ciertamente Ramiz Alia fue nombrado Presidente de la Asamblea Popular en 1982-1991, el que sería su mano derecha en cuestiones de reformas económicas: Adil Çarçani, lograría el puesto de Primer Ministro en 1981-1991. Otro elemento clave en la política exterior: Raiz Malile adquirió el puesto de Ministro de Relaciones Exteriores desde 1982 a 1991.

Es muy posible que el cruce de epítetos contradictorios a favor y en contra en diversos temas, fuese la consecuencia de que con el aislamiento o desconocimiento de Enver Hoxha sobre las políticas que se iban adoptando, no habiendo una lucha ideológica clara y organizada desde dentro del partido. Muy seguramente ante tal estado de las cosas la facción de Ramiz Alia fue hegemonizando rápidamente el control de la política interna y externa del partido, y silenciando disidencias. Incluso también es posible que durante un tiempo se aprovechase de las posturas revolucionarias de algunos elementos y sus declaraciones, para aparentar cierta normalidad revolucionaria durante los primeros años.

  1. c) Pese a su gran labor revolucionaria, no cabe descartar que Enver Hoxha al final de su vida degenerase por las razones que fuesen.

Recordemos que la dialéctica incide en todas las personas sin excepción. Es posible que Enver Hoxha pensase que había que ser más pragmático para salir de la encrucijada en que se encontraba Albania, y que la postura de elementos como Ramiz Alia era la más acertada, o incluso puede que algunas de las iniciativas partiesen de él mismo. En un informe de la CIA se especula con esta posibilidad:

«Aunque las declaraciones de Enver Hoxha implica que él apoya a los seguidores de Ramiz Alia como su sucesor, Hoxha se mantiene eliminado de los debates políticos y así mantiene el camino libre sobre Alia y los más cercanos a él». (Agencia Central de Inteligencia; Albania: Nuevas aperturas en la política exterior, 27 de octubre de 1983)

Esto, de ser cierto, sería gran mancha que no tacharía su obra revolucionaria previa, que es la que desde luego todo revolucionario debe reivindicar. Pero como dijimos no podemos confirmarlo sin investigar más en profundidad. De lo que es innegable, es que la Albania de los últimos años de Enver Hoxha, había perdido el pulso revolucionario que antaño le caracterizaba.

Fuese como fuese las razones de este giro en la política albanesa, más hubiera valido a la dirección del PCE (m-l) atender a los discursos que el PC EEUU (m-l) traía en sus medios sobre el PTA y leer las conclusiones y pronósticos que hacía sobre la deriva derechista que iba adoptando que mirar hacia otro lado. Mejor hubiera sido analizar críticamente dichos textos para extraer sus propias conclusiones, en vez de tacharlos sin más de «sectarios y provocadores», ya que en algunas cuestiones coincidían perfectamente con el grupo estadounidense a la hora de desconfiar o criticar al PTA en su pérdida de interés en los acontecimientos y reuniones entre partidos m-l, o en las posturas sobre los acontecimientos internaciones –como Argentina, Vietnam o Irán–. Pero extrañamente el PCE (m-l) se limitaría en años siguientes a evitar la polémica contra el PTA, rechazó igualmente al PC EEUU (m-l) como simples provocadores –y no como unos elementos que tenían granes limitaciones pero que al menos tenían la valentía de plantear las dudas y críticas a diferencia de los seguidistas de la mayoría de partidos.

Esta postura ambivalente del PCE (m-l) cada vez fue más ridícula, porque a la vez que el partido publicaba artículos y se posicionaban contra el PTA en múltiples temas de interés internacional como la Guerra de las Malvinas, la denuncia de las ejecuciones de revolucionarios y m-l en Irán, o la cuestión de las reuniones entre partidos m-l, pero se negaban a denunciar públicamente dichas divergencias. El PCE (m-l) demostró una vez más que no estaba a la altura de las circunstancias que no tenía nivel ideológico como afrontar los diversos obstáculos que salían al paso. Y acabo ahogado en un mar de contradicciones.

El PC ML de EEUU siguió señalando el nudo de contradicciones en que se estaba metiendo el PTA, ya sin Enver Hoxha y con el liderazgo total de Ramiz Alia, donde se estaba profundizando el proceso de degeneración. Véase sus artículos en Worker’s Advocate.

1) En el artículo: «El Partido del Trabajo de Albania da una evaluación errónea de la socialdemocracia griega» se decía sin miramientos que se estaban creando ilusiones antiimperialistas acerca de la socialdemocracia:

«El artículo en cuestión fue publicado el 2-4 de junio de 1985 por la ATA, boletín de la Agencia Telegráfica Albanesa. La ATA resumió el artículo y saludó la victoria en las elecciones de los socialdemócratas de PASOK liderados por Papandreou, quién volverá a ser el primer ministro griego. Se clama, entre otras cosas, lo siguiente:

1) Que Papandreou está llevando a cabo una «política independiente» para Grecia, esto implica una política antiimperialista de EEUU, o al menos fuera de la esfera del imperialismo estadounidense.

2) Que Papandreou está luchando contra las bases militares de EEUU en territorio griego y otros planes de la OTAN y;

3) Que EEUU está extremadamente preocupado por la victoria del progresista Papandreou». (The Worker’s Advocate (Suplemento); Vol.1, N#5; Voz del Partido Marxista-Leninista de Estados Unidos, 15 de junio de 1985)

2) En el extenso artículo: «Nuestras diferencias con el IXº Congreso Partido del Trabajo de Albania» se criticaba entre otras cosas;

La actitud hacia Austria:

«Austria. Hace unos pocos meses la ATA ha escrito un artículo a través de Bashkimi con la ocasión del día nacional austriaco. Él clamaba así:

«La posición de Austria en las relaciones internacionales son apreciadas por el pueblo y el gobierno albanés. El pueblo austriaco y el distinguido estado y personalidades sociales han expresado su respecto por las políticas de principios de la RPS de Albania». (ATA), 26-28 de octubre, 1986)

¿Tenemos que creernos que la política austriaca y albanesa en el exterior se apoyan mutuamente? Mientras tanto la ATA no ha dicho nada sobre el Presidente Austriaco Kurt Waldheim como un oficial nazi que cometió atrocidades en la Segunda Guerra Mundial en los Balcanes. Ni tampoco hay otra crítica al capitalismo austriaco. En cambio, ellos mandaron un mensaje en el día nacional austriaco a la cabeza del estado Waldheim al mismo tiempo en que algunos países capitalistas rehusaron de mandar a sus diplomáticos para asistir a la inauguración de Waldheim». (The Worker’s Advocate; Vol.3, N#2; Voz del Partido Marxista-Leninista de Estados Unidos, 15 de febrero de 1987)

La actitud hacia Suiza:

«Suiza. Una tierra de poderosas compañías cuyos tentáculos se extienden alrededor de todo el mundo. El año pasado la ATA ha reportado en un artículo de un diario albanés Bashkimi, había anotado con entusiasmo en el 625 aniversario del Estado Suizo y sentenció que:

«La posición suiza en la arena internacional ha sido apreciada por el pueblo albanés». (ATA, 30 de julio-2 de agosto, 1986)

Pero la ATA aún no se ha posicionado sobre el envenenamiento de las industrias químicas suizas sobre el Río Rin, Aunque ha sido un gran escándalo en Europa. Tampoco ha reportado otros crímenes de los explotadores suizos». (The Worker’s Advocate; Vol.3, N#2; Voz del Partido Marxista-Leninista de Estados Unidos, 15 de febrero de 1987)

La actitud hacia la Alemania Occidental:

«En una ocasión, el camarada Enver Hoxha condenó a los revisionistas chinos por sus relaciones con los reaccionarios alemanes. Él escribió:

«Ahora podríamos decir que Alemania está asumiendo las características del revanchismo totalitario fascista, buscando crear su propia esfera de influencia». (Enver Hoxha; Imperialismo y revolución, 1978)

Y él señaló a Franz Joseph Strauss, declarando:

«El grupo fascista alrededor de Joseph Strauss, los generales hitlerianos, los poderosos revanchistas reales de Bonn, se están publicitando abiertamente como los aliados más cercanos de China». (ibid.)

Pero, el año pasado, la ATA informó al mundo que «El primer ministro de Baviera de la RFA, Joseph Strauss, llegó a Tirana en una visita privada y él «tuvo una reunión con el presidente del consejo de ministros de la república socialista de Albania». (ATA, 21-24 de mayo de 1986)

Sí, era el mismo Strauss, Strauss no había cambiado, la política de relaciones exteriores albanesa sí». (The Worker’s Advocate; Vol.3, N#2; Voz del Partido Marxista-Leninista de Estados Unidos, 15 de febrero de 1987)

La actitud hacia Francia:

«Francia. La ATA está llena de conversaciones sobre las relaciones con Francia, de los visitantes franceses, la cultura francesa, etc. pero no de los marxista-leninistas. No denuncia por su nombre los crímenes de la maliciosa burguesía francesa. Por ejemplo, recientemente la ATA trajo el artículo «¿Quién se beneficia del conflicto en el Chad», en el cual hace un llamamiento para:

«Expulsar a todas las fuerzas militares extranjeras del Chad». (ATA, 28-30 de diciembre, 1987)

El Chad es una ex colonia de Francia; pero aún es dominado por Francia; y Francia y Libia son dos países con tropas en el Chad. Pero la ATA habla del «involucramiento del imperialismo americano y otros países» y de las armas que «quizás son de producción americana o de otros países». Incluso denuncia al socialimperialismo soviético en el artículo, pero Francia no es nombrada. Y, por ese motivo, no es común para la ATA escribir sobre los hechos actuales completamente». (The Worker’s Advocate; Vol.3, N#2; Voz del Partido Marxista-Leninista de Estados Unidos, 15 de febrero de 1987)

La actitud hacia Argentina:

«Argentina. El último año la ATA elogió al gobierno argentino por supuestamente:

 

«Perseguir una política exterior independiente». (ATA, 25-27 de mayo, 1986)

 

Citando a Bashkimi en la ocasión del Día Nacional de Argentina. De esta forma la ATA patrocinó el régimen del Presidente Alfonsín, quien está envuelto en oprimir a los obreros para los beneficios de los explotadores argentinos y del Fondo Monetario Internacional (FMI). La ATA continua sin decir ni ha publicado nada sobre las recientes luchas obreras en Argentina. De esta manera, el PTA ha tenido una errónea asistencia a la política argentina, incluso en los días de la Guerra de las Malvinas o Falkland –en verano de 1982– cuando había un brutal régimen militar. El PTA apoyó la aventura de los militares argentinos, tomó una posición nacionalista de que el único problema que importaba fuera quien poseía esas diminutas islas. No consideraron apoyar las luchas de masas contra los generales, o notició que los generales lanzaron la guerra en un esfuerzo de convertir la lucha de masas en un fervor nacionalista. El PTA no dijo nada acerca de las atrocidades del régimen, el cual «desapareció» a cerca de 30.000 personas». (The Worker’s Advocate; Vol.3, N#2; Voz del Partido Marxista-Leninista de Estados Unidos, 15 de febrero de 1987)

La actitud hacia México:

«Y después está México. El gobierno mexicano ha forzado la austeridad a las grandes masas trabajadoras. Se asienta sobre un «barril de pólvora», incluso la burguesía americana está fuertemente inquieta por el creciente malestar de las masas en perspectiva de una nueva revolución. Pero la ATA todo lo que pensó en hacer fue presentar como realmente preocupado por las masas al gobierno mexicano. Recientemente se publicó un artículo titulado: «Éxitos de México en su lucha contra el analfabetismo». (ATA, 7-8 de diciembre, 1986)

Los estudiantes mexicanos están protestando y manifestándose por los recortes en educación, mientras el PTA elogia que el gobierno mexicano enseñe a leer y escribir a la gente. El PTA ha elogiado la posición del gobierno México algún tiempo. Por ejemplo, Bashkimi tomó a México como un ejemplo del «desarrollo independiente» de un país atrasado. Él declaró que el gobierno mexicano se opone a «las políticas perseguidas por las dos superpotencias» y ha apoyado «las luchas de liberación de los pueblos de regiones cercanas contra los regímenes dictatoriales y el imperialismo americano». (ATA, 14-17 de septiembre, 1983)

Entre otras cosas, esto equivale a apoyar al grupo burgués Contadora, del cual México es promotor, aunque el PTA no se ha pronunciado abiertamente en una dirección u otra sobre Contadora. El grupo burgués Contadora está compuesto por los gobiernos burgueses de Colombia, México, Panamá y Venezuela. Posa como algo crítico a la intervención militar estadounidense, propone su propio método para apagar el fuego revolucionario de América Central. El PTA también promueve la posicione interna del gobierno mexicano. El artículo de Bashkimi elogia «las medidas de progreso y desarrollo del país en varios campos». Y ahora el PTA ha salido apoyando las políticas educativas del gobierno mexicano en un momento en el que los estudiantes se están revelando contra ellas. Además, el PTA no ha publicado noticias ni ha apoyado las huelgas de masas contra el hambre y la represión en México». (The Worker’s Advocate; Vol.3, N#2; Voz del Partido Marxista-Leninista de Estados Unidos, 15 de febrero de 1987)

La concepción sobre las alianzas europeas:

«Más generalmente, el camarada Alia estableció un principio general para asegurar la consecución unas adecuadas relaciones entre estados europeos y pueblos. Todo lo necesario es que estas alianzas no deben estar dirigidas contra terceros partidos. Él declaró:

«Las alianzas y amistades entre estados, naturalmente, son cuestiones que dependen de la decisión de cada uno, como la seguridad colectiva, que no puede ser negada a nadie que la quieren. Pero lo que es inaceptable es cuando esas alianzas y amistades están dirigidas contra otros, cuando las responsabilidades asumidas dentro de ellas amenazan los intereses y la seguridad de otros países». (Ramiz Alia; Informe en el IXº Congreso del PTA, 1986)

Algo de esto es realmente bizarro. El camarada Alia reivindica que la «seguridad colectiva» es una de las formas aceptables de alianzas entre países europeos del presente. Pero, él dice, esta «seguridad colectiva» no debe estar dirigida contra alguna amenaza de un tercer partido. Entonces, ¿contra qué se aseguran? ¿Invasores marcianos? De hecho, el problema clave es cómo determinas la naturaleza de las alianzas. ¿Debe uno interesarse por la naturaleza de clase de los estados involucrados, por cuál clase es la clase dominante? ¿O debe limitarse uno mismo a las buenas palabras de los diplomáticos? ¿Es posible que la «malvada burguesía francesa» o la «revanchista burguesía alemana», etc. cerrarán bonitas alianzas y amistades las cuales no serán dirigidas contra ninguna tercera parte?». (The Worker’s Advocate; Vol.3, N#2; Voz del Partido Marxista-Leninista de Estados Unidos, 15 de febrero de 1987)

Las ilusiones sobre una completa democratización de las relaciones entre países socialistas y capitalistas:

«¿Qué queda cuando uno remueve la lucha revolucionaria por el socialismo? Hay un sueño por la completa democratización de relaciones entre estados, la cual presumiblemente puede crearse solamente con el fin de la dominación de las superpotencias. El camarada Alia proclama que Albania y el PTA:

«Se oponen a toda práctica de desigualdad y discriminación y dictados de un gran Estado en relaciones internacionales. Ellos están a favor de la completa democratización de estas relaciones. Los estados no son iguales considerando su extensión de territorio, el número de su población, su potencial económico y demás. Pero esto no le da derecho a los grandes y poderosos estados el derecho para tener especiales privilegios en las relaciones internacionales, de posiciones de dominación hacia otros». (Ramiz Alia; Informe en el IXº Congreso del PTA, 1986)

Naturalmente Albania tiene que luchar a cara de perro contra los que pretenden imponer esto. Pero mirando como plantea el problema el camarada Alia. (…) No hay mención a la lucha de clases en estos países. No hay lucha entre socialismo y el cerco imperialista-revisionista, sino solo una lucha entre pequeños inocentes versus grandes matones. (…) Pero el camarada Alia pone por delante una utopía en la cual las relaciones entre los diferentes países capitalistas y otros países capitalistas y la de ellos con la Albania Socialista, pueden ser «ecuánimes, sinceras y fructíferas». (The Worker’s Advocate; Vol.3, N#2; Voz del Partido Marxista-Leninista de Estados Unidos, 15 de febrero de 1987)

3) En el artículo titulado «Sobre el comunicado sectario de Madrid» se comentó la condena de varios partidos, incluidos el PCE (m-l) de Marco-Chivite, al partido estadounidense, precisamente por las críticas al régimen albanés:

«A finales de julio de 1987, alguna de las organizaciones agrupadas en el diario internacional «Teoría y Práctica», publicaron un comunicado conjunto en Madrid. (…) Una de las partes particulares del comunicado es que denunciaban al grupo Worker’s Advocate por actos de provocación. No hay más especificaciones. (…) Primero de todo, nuestro partido ha publicitado las críticas al PTA. Hemos hecho esto de forma camaraderil, como verdaderos amigos que desean ayudar a los trabajadores albaneses y comunistas. (…) El liderazgo del PCE (m-l) ha defendido que uno debe prohibir la discusión abierta entre comunistas de estos problemas. Esto supone el asegurar la unidad. Uno debe buscar formas para pasar por alto las diferencias y el apetito de las fuerzas derechistas y del liderazgo del PTA. Uno debe cerrar los ojos y dejar que unos cuantos líderes resuelvan todo a puerta cerrada. (…) Nosotros analizamos la idea del líder español Raúl Marco sobre la polémica silenciosa en el artículo «Sobre las cuestiones candentes en el movimiento marxista-leninista; Estancamiento silencioso o discusión entre miembros» –véase el Worker’s Advocate, 1 de octubre de 1986– y nosotros discutimos la línea política general de ellos en el artículos «Sobre la línea del PCE (m-l)» –véase el Suplemento del Worker’s Advocate, 15 de octubre de 1986. (…) Discutimos las ideas del camarada Raúl Marco y la línea del PCE (m-l) con calma, como camaradas, de la manera comunista. (…) El liderazgo del PCE (m-l) y otros están molestos por la discusión pública de las diferencias del movimiento mundial. El crimen de nuestro partido es que hemos defendido que los militantes comunistas en todo el mundo, los activistas que luchan, se sacrifican, los que mueren por la causa comunista, tengan el derecho de tomar parte en la decisión de los temas candentes del movimiento mundial. (…) Bueno, si el liderazgo del PCE (m-l) y los firmantes del comunicado se niegan a la discusión leninista, a la crítica y la autocrítica y el centralismo democrático en el mundo comunista, ¿con qué quieren remplazarlo? En la práctica han recurrido a intentar resolver las cosas en las proverbiales habitaciones llenas de humo. Han decidido decir una cosa en privado y otra en público. Han recurrido a tratar de resolver los temas candentes a espaldas de las masas. Y no es que estén guardando silencio ante las legítimas consideraciones de secreto. Todo el mundo sabe que, ante el terror salvaje de la burguesía, diversos asuntos organizativos deben mantenerse en secreto para que los comunistas no sean masacrados a sangre fría. Pero tales consideraciones no se aplican a los principales temas de la línea teoría y práctica». (The Worker’s Advocate (Suplemento); Vol.3, N#9; Voz del Partido Marxista-Leninista de Estados Unidos, 10 de septiembre de 1987)

Esto significa que para aquel entonces no solamente el Partido Comunista de España (marxista-leninista), sino también:

–El Partido Comunista de Colombia (M-L);

–El Partido Comunista de México (marxista-leninista);

–El Partido Comunista (Marxista-Leninista) de Ecuador;

–La Liga Marxista-Leninista del Tigre;

–El Partido Obrero de los Trabajadores de Francia;

Aceptaban sin discusión la línea derechista que se había cristalizado en el PTA y se negaban a discutir cualquier posible error de dicho partido o de otros. Tampoco se prestaban a discutir los fallos inherentes en la crítica del grupo Worker’s Advocate, errores que como hemos dicho efectivamente existían entre los análisis del grupo estadounidense, solo hay que ver las referencias a la línea del VIIº Congreso de la Komintern de 1935 y su ridícula distorsión en varios temas referidos al mismo. Pero los diferentes partidos al negarse a entrar en la polémica públicamente y contestar estos planteamientos, quedaron retratados directamente como unos cobardes, liderados por elementos sin capacidad teórica para adentrarse en debates de nivel e importancia suprema para el movimiento obrero internacional. Viendo como les fue a más de un partido con esta táctica, muchos seguramente alegaran ahora como hace Raúl Marco, a «toro pasado», que sí tenían ciertas reservas hacia la propia línea del PTA pero que prefirieron guardarlas dentro de la cúpula dirigente, o que se dieron debates internos pero fueron en secreto y no se llegó a nada concreto. Es posible que si vemos esto sea un falso argumento de estos líderes para justificarse después de arrastrar al movimiento internacional al desastre y ni siquiera se llegaran a dar esos debates internos sobre la perspectiva del movimiento internacional. Pero en caso de ser cierto afirmaciones de ese tipo, hay que decir que visto lo visto una y otra vez los resultados, no sirve de nada el mantener el criticismo en círculos cerrados. Así no se ayuda a nadie, no es una muestra de internacionalismo proletario, sino de todo lo contrario. Ese criticismo hay que constarlo en público para que no haya excusas ni malentendidos a posteriori, y hay que tener informada a la militancia y hacerla partícipe de los mismos debates, de otro modo se juega el rol del «pastor y el rebaño pasivo», tan común de organizaciones que acaban burocratizadas y que venden más pronto que tarde sus principios por capricho precisamente de dirigencias oportunistas y militancia de base sin espíritu revolucionario.

Lo cierto es que estos partidos cerraron filas públicamente hacia un grupo como el estadounidense, que insistimos, más allá de sus obvios errores en una serie de temas, estaba planteando la necesidad de prestar atención a los defectos que se estaban haciendo notar en el PTA y otros partidos, y la respuesta de los pretendidos partidos de vanguardia, fue hacer una defensa sin peros del PTA y ayudarle a continuar el camino de degeneración sin rechistar en público. Esto era normal, pues estos partidos estaban sufriendo el mismo proceso, como hemos visto en el caso del propio PCE (m-l).

4) En el artículo sobre «Posición errónea del Partido del Trabajo de Albania sobre Etiopía», se comentaba el reciente artículo albanés alabando al régimen reaccionario y revisionista etíope:

«El último mes la agencia de noticias albanesa oficial ATA [23 de septiembre de 1987], trajo un artículo de Bashkimi, periódico del Frente Democrático de Albania, alabando el régimen etíope actual y su maniobra de cambiar el nombre a «República Democrática Popular». Según el artículo, el régimen está caminando más rápidamente en el camino de la construcción de la independencia de Etiopía, construyendo una firme economía, etc., etc. El artículo habla en brillantes términos sobre la amistad entre los pueblos albanés y etíopes. Pero de hecho, dicha amistad solamente podría ser consolidada por una oposición [albanesa] al presente régimen militar del Derg [Consejo Administrativo Militar Provisional] y su líder Mengistu Haile Mariam. Este régimen bañado en sangre está entre los más crueles de África. (…) Es totalmente chovinista y ha librado año tras año una genocida guerra contra el pueblo eritreo. Así mismo, se ha comprometido también en una brutal agresión contra otras nacionalidades, como los tigriñas. Hablar de construir una firme economía solo puede sonar como una cruel burla al pueblo etíope, atormentado por el hambre. Las infames muertes de hambre en Etiopía son conocidas en todo el mundo. El presente régimen no solo se muestra incompetente confrontando la hambruna, sino que actualmente busca usar dichas hambrunas como una parte de su lucha contra las masas. Es cierto que Mengistu habla en nombre del socialismo y la revolución. Tiene estrechos lazos con el revisionismo soviético. La burguesía occidental hace uso de esto para cargar los impactantes crímenes del Derg sobre el comunismo. Pero el Derg no es más comunista que el Papa, él simplemente injerta una retórica revisionista para justificar sus bárbaras crueldades. De hecho, el Derg es el verdugo de los actuales revolucionarios y comunistas en dicho país. A este respecto es increíble que el artículo de la ATA elogie la proclamación de Etiopía como una «República Democrática Popular». El gobierno etíope no es democrático, sino que gobierna sobre el descontento de las masas por las armas. Esta declaración de que ahora es una república representativa es una falsedad. Quizás, sin embargo, esta renuncia al término «socialista» del nombre de la república esté diseñada para acercarse a la burguesía occidental. Al mismo tiempo, esto no llevaría implícito a una fractura del Derg con los revisionistas soviéticos. Bajo Gorbachov, el revisionista soviético ha advertido de que los regímenes del tercer mundo deben trabajar con más ahínco con los imperialistas occidentales». (The Worker’s Advocate (Suplemento); Vol.3 #10; Voz del Partido Marxista-Leninista de Estados Unidos, 20 de octubre de 1987)

Y se decía que el silencio y la condescendencia general sobre el PTA en este tipo de temas, era consecuencia del seguidismo ya manifestado en el Comunicado de Madrid de 1987:

«Este error de la ATA también muestra el gran peligro del plan presentado por el comunicado sectario de Madrid de julio de 1987 proclamado por algunos –que no todos– los partidos del grupo [de la revista] «Teoría y práctica». (…) El comunicado de Madrid fue, entre otras cosas, un intento de prevenir cualquier crítica pública hacia el Partido del Trabajo de Albania (PTA). Ciertos líderes que presionaron para nuestra condena en Madrid, puede que se quejaran un poco en privado acerca de esta o aquella posición del PTA, pero denigraron la naturaleza de estos errores, e hicieron todo lo mejor posible para mantener de su lado a aquellos que sabían mucho. Pero estos errores incluyen alabar el impopular y opresivo régimen de Etiopía». (The Worker’s Advocate (Suplemento); Vol.3 #10; Voz del Partido Marxista-Leninista de Estados Unidos, 20 de octubre de 1987)

Seguramente los dirigentes y militantes del PCE (m-l) que aun vivan y puedan estar leyendo esto, se avergonzaran de no haber prestado atención a estas cosas.

Lo cierto es que las relaciones entre el PTA y el PCE (m-l) se habían enfriado abiertamente desde 1982 –véase las críticas indirectas del PCE (m-l) hacia el PTA en el IVº Congreso de 1985, o la carta del PCE (m-l) al PTA en 1985–. Hubo un franco cuidado del PCE (m-l) cuando no unas divergencias en varios temas. Para finales de 1985 nos encontramos ya un partido sin su principal dirigente: Elena Ódena, por otra parte la única figura con algo de personalidad, autoridad, honestidad e iniciativa como para combatir el revisionismo del PTA, y que tampoco pudo discernir ni analizar completamente el rumbo derechista que se estaba tomando –entre otras cosas por su delicada salud–. En cambio la nueva dirección del PCE (m-l) de 1986, ahora comandado por el nefasto dúo Marco-Chivite, hizo un abierto seguidismo a las políticas revisionistas de todos los partidos internacionales que precisamente fueron degenerando –véase también el citado Comunicado de Madrid de 1987–, incluyendo el servilismo hacia el PTA que resulta repugnante si tenemos en cuenta en qué momento se dio. Justo se volvieron a estrechar lazos, en un momento en que la degeneración del PTA iba cuesta abajo y sin frenos, es decir cuanto más se tenía que haber elevado la crítica y no había excusas para hacer pública la denuncia a las desviaciones del PTA. Esto indica que la nueva dirección del PTA y la nueva dirección del PCE (m-l), liderados por Raúl Marco y Ramiz Alia respectivamente, podían ahora llegar a acuerdos más fácilmente y dejar de lado las incomodas diferencias:

«Albania, que bajo la dirección del PTA, encabezado hoy por el camarada Ramiz Alia, avanza contra viento y marea por la difícil senda de la construcción del socialismo, hace frente y derrota tanto a enemigos externos como a internos. (…) Nuestro congreso deberá proclamar sin ambages nuestro apoyo y solidaridad, que nadie ha logrado nunca romper, a Albania Socialista, el heroico PTA y a su primer dirigente, el camarada Ramiz Alia». (Partido Comunista de España (marxista-leninista); Documentos del Vº Congreso del PCE (m-l), 1988)

Este tipo de citas demuestran el beneplácito oficial del PCE (m-l) en el ámbito interior a las purgas que Ramiz Alia desató sobre sus «enemigos internos», es decir tanto de simples arribistas que competían por el poder contra la camarilla de Alia como los elementos honestos que dudaban o criticaban su nueva orientación y que también fueron apartados del camino. En la documentación de la CIA abundan todos los entresijos de las luchas internas desde 1985 hasta 1991. Por lo que los partidos marxista-leninistas o eran ciegos, o se querían hacer los ciegos, ya que tenían un acceso mucho mayor a Albania, que los servicios de espionaje occidentales para darse cuenta de lo que acontecía.

Como hemos repetido una y otra vez, la degeneración en la política interna influye y redunda en la línea de la política externa y viceversa.

Lo que ocurría en Albania acabó manifestándose en lo interno. Las reformas liberales de Alia, pueden ser vislumbradas hasta en la documentación de la CIA desde mucho antes de 1990. Véase el artículo: Albania: cautelosa reformando una economía atrasada, del 5 de noviembre de 1987.

«Ramiz Alia, líder del partido y el Estado desde 1985. Ha continuado la rígida retorica ideológica de su predecesor Enver Hoxha. Aun así, se ha desmarcado cautelosamente de la política exterior y económica de Hoxha, incluyendo la iniciación de un limitado programa de reformas económicas para revitalizar la economía. Alia ha criticado la actuación económica, culpándola a una pobre gestión y dirección, y ha llamado a una descentralización en las decisiones económicas. Creemos que él va a instituir más cambios, si, como esperamos, la economía falla en mejorar significativamente. Las siguientes áreas han sido objeto de reforma:

Permisión de alguna propiedad privada: Albania está intentando suplementar la producción colectiva a través del uso de la propiedad privada. Mientras Hoxha buscó abolir las parcelas privadas, Alia está animando su uso para incrementar el suministro del mercado. En la producción ganadera, las brigadas individuales son permitidas para hacer crecer pequeños rebaños y vender la sobreproducción.

Incremento de los precios de la agricultura: Tirana aumentó los precios de compra de cultivo y productos ganaderos por una cantidad indeterminada el último diciembre, para aumentar la producción y estrechar diferencia de ingresos entre las áreas rurales y urbanas.

Introducción de una reforma salarial: Albania ha introducido incentivos, comenzando tan pronto como 1985, para estimular la producción en un número de industrias clave. Los trabajadores ahora son recompensados con bonos por dificultad en el trabajo o alta productividad. El régimen ha introducido bonos para algunos importantes sectores como la minería, petróleo, geología y textiles.

Mayor consumo de bienes: Alia ha prometido producir más bienes de consumo para superar la escasez crónica. Sin embargo, la restricción presupuestaria quizás limite la efectividad de dicha política porque la producción de consumo se ve cada vez más forzada a completarse con la industria pesada por recursos escasos». (Agencia Central de Inteligencia; Albania: cautelosa reformando una economía atrasada, 5 de noviembre de 1987)

Si el lector sobreentiende este lenguaje imperialista, comprenderá muy bien lo que se movía en las entrañas del régimen albanés.

¿Cómo es posible que un servicio secreto como la CIA estadounidense registre las reformas liberales que se estaban llevando a cabo en Albania y en cambio los presuntos partidos marxista-leninistas vivieran en el total desconocimiento o mirasen hacia otro lado?

¿No será que la mayoría de esos líderes –como se supo luego–, no vivían en la inopia sobre estos sucesos, sino que adecuaban su apoyo o rechazo según el nivel de prestigio o ayuda material que pudieran recibir de otros partidos como el albanés?

¿No será que la mayoría debido a su bajo nivel ideológico no supieran comprender y mucho menos explicar, ni a sus militancias ni a sí mismos, lo que estaba ocurriendo en Albania?

A unos meses del derrumbamiento del régimen, un Raúl Marco del todo miope a la hora de leer los acontecimientos albaneses, diría desde el PCE (m-l):

«Claro que no todo es perfecto en Albania –ellos tampoco lo pretenden– ni tienen ya todo resuelto, ni tienen la panacea universal. (…) En Albania no se han producido manifestaciones antigubernamentales ni anticomunistas». (Revolución Española; Nº 21, 1990)

En las publicaciones del PCE (m-l) como en «Vanguardia Obrera» lejos de defender el legado revolucionario de Enver Hoxha se plegaron ante las políticas revisionistas de Ramiz Alia. En el plano general del movimiento comunista marxista-leninista se pudo ver fácilmente el mismo camino cuando se llegó al ridículo de que todos los partidos publicaron colectivamente los artículos de Ramiz Alia más derechistas y liquidadores, como el titulado «La democratización impulsa el pensamiento y acción del pueblo» del Xº Pleno del CC del PTA de 19 de abril de 1990, publicado en el Nº10 de la revista internacional conjunta «Teoría y práctica». Dicho discurso publicado también en «Vanguardia Obrera» decía en un lenguaje que recordaba al titoismo, jruschovismo, maoísmo, lo siguiente:

  1. a) «Durante estos dos-tres meses, en aplicación de las decisiones del IXº Pleno, se ha realizado la elección y reelección de bastantes cuadros. (…) Sólo en Tirana han sido sustituidos 266 directores, jefes, y funcionarios diversos. (…) El restablecimiento de la más justa proporción numérica entre los funcionarios miembros del partido y los que no lo son en los órganos populares. Así por ejemplo en los aparatos de los ministerios y de las instituciones centrales, los comunistas constituyen hoy tan sólo el 33% del número general e funcionarios, mientras el 67% son personas sin partido. En la región de Tirana, del total general de los cuadros y del personal ingeniero-técnico que dirige la economía y la cultura, en los combinados, plantas, fábricas, empresas y cooperativas agrícolas, alrededor del 17,5% son comunistas y el 82,5% personas sin partido». (Ramiz Alia; La democratización impulsa el pensamiento y acción del pueblo; Discurso en el Xº Pleno del CC del PTA de 19 de abril de 1990)

Se ejecutó la sustitución de cuadros veteranos ligado a una promoción general del apoliticismo, de la desideologización de los aparatos del Estado como garantía de democracia y antiburocratismo.

Esto se reflejaría también en las purgas del Politburó del PTA en julio y diciembre de 1990 hacia elementos que habían estado desde hace tiempo en contra de las reformas, o que empezaban a no estar convencidos de ellas.

  1. b) En el ámbito económico no se dejaba lugar a dudas.

«Como muy bien ha subrayado el camarada Adil Çarcani en su informe, el fortalecimiento de la eficacia de la economía, al creación de las condiciones para la autofinanciación de las empresas, para la participación de sus trabajadores en la distribución del beneficio que crean por encima del plan, para el establecimiento de relaciones que exige el momento entre el centralismo y las competencias de la base durante la elaboración y aplicación de los planes, para la elevación del papel de los métodos económicos y del mercado, para la aproximación de los precios y los valores». (Ramiz Alia; La democratización impulsa el pensamiento y acción del pueblo; Discurso en el Xº Pleno del CC del PTA de 19 de abril de 1990)

Impulsaba el otorgamiento de mayor autonomía a las empresas, ampliación del campo de la ley del valor, petición de mayor rentabilidad a las empresas.

Se hacía gala de un economicismo a cualquier coste, incluso por delante de consideraciones político-ideológicas, primando lo particular e individual a lo colectivo y transcendente:

«Se reduzca la esfera de acción de los factores no económicos en la formación de los precios». (Ramiz Alia; La democratización impulsa el pensamiento y acción del pueblo; Discurso en el Xº Pleno del CC del PTA de 19 de abril de 1990)

Abiertamente se renunciaba al papel rector del partido en cuestiones económicas, delegando a la espontaneidad y los intereses de cada individuo o unidad económica:

«Que el campesinado cooperativista juzgue y decida por sí mismo como solucionar mejor el problema de su propio abastecimiento. Allí donde crea que debe mantener el patio colectivo, en cuanto al huerto y al ganado, que avance por ese camino. (…) Si juzgamos que es más efectivo mantener la vaca o los animales de granja en el patio personal, que las cooperativas agrícolas, según el deseo de sus miembros, decidan por sí mismos». (Ramiz Alia; La democratización impulsa el pensamiento y acción del pueblo; Discurso en el Xº Pleno del CC del PTA de 19 de abril de 1990)

Adil Carçani, considerado la mano derecha de Ramiz Alia, explicaría estos nuevos mecanismos siendo su ejecución la plena restauración del capitalismo y sus leyes económicas:

«Las medidas que estamos adoptando no son mejoras parciales, sino que tratan de transformar íntegra y esencialmente el mecanismo económico. (…) Las responsabilidades y la adopción de las decisiones sobre numerosas cuestiones pasan del centro a la base, armonizando mejor los intereses de nuestra sociedad. (…) Los desarrollos cualitativos en todas las ramas de la economía plantean la necesidad de vitalizar la actividad de la empresa mediante vías y métodos económicos, liberándola de algunos elementos caducos y de algunas prácticas inefectivas. (…) Esto se realiza ampliando, en primer lugar las atribuciones de la empresa y ampliando el concepto de la actividad económica independiente también en el terreno de la financiación de la reproducción ampliada con sus propios medios. (…) En concordancia con estos criterios se ampliarán los derechos de la empresa en el terreno de la planificación, de la producción y de la distribución, de la exportación e importación, del trabajo, de las pagas y de la utilización de los fondos financieros y de divisas acumulados por ella. (…) En el campo de la distribución, la empresa entregará al Estado sus cuotas obligatorias, en las que se incluye la cantidad planificada para la exportación y la que corresponde a las demás regiones; en cambio en lo que se refiere al resto de la producción, la empresa decidirá por propia cuenta en colaboración con el Comité Ejecutivo de la región donde opera. (…) Se crearán posibilidades para que, además de las empresas que tienen tareas planificadas para la exportación, se estimulen a otras para producir mercancías demandadas en el mercado exterior. (…) La propia empresa decidirá sobre el número de trabajadores, incluyendo a los que figuran en la plantilla, la productividad del trabajo, la paga media, etc. De acuerdo con el fondo planificado de pagas, la empresa tendrá el derecho de contratar obreros en la medida que lo considere necesario para realizar el plan de producción. (…) Se ha propuesto que la paga de los trabajadores del sector estatal de la economía se relacione también con el resultado definitivo de la empresa o de la respectiva unidad de producción que tiene autonomía financiera, es decir, sobre la base de sus ingresos netos. (…) El mecanismo mejorado de dirección de las empresas con autonomía económica acrecentará en mayor grado el papel de la banca y ampliará su esfera de acción. Todo esto se manifestará sobre todo en el fortalecimiento de la función que desempeñará el crédito, como palanca económica en la reproducción ampliada de la empresa, que remplazará a la actual forma de financiación a fondo perdido del presupuesto. (…) En el terreno de los precios un importante paso será su aproximación al valor. Los precios de venta al por mayor se formarán sobre la base de los gastos de producción y de una óptima rentabilidad en lugar de la mínima que obraba hasta hoy». (Adil Carçani; Sobre el perfeccionamiento del mecanismo económico; Discurso ante la Asamblea Popular, 1990)

  1. c) Se azuzaba en favor de una reforma sobre el código penal, dando a entender extrañamente que ya no había razón de ser para algunos artículos. Para ello se lanzaba una teoría absurda de que existía una relación entre mayor nivel de conciencia socialista con que dejen de ser punibles ciertos actos o que dejase de haber un peligro de que se cometiesen:

 

«Medidas en el terreno del derecho, sobre las regulaciones que se introducirán en el Código Penal, etc. Como se dijo ya en el IXº Pleno, estos cambios son exigencias del momento. Cuanto más se fortalece nuestro orden socialista, cuanto más se fortalece la unidad del pueblo, cuanto más se eleva la cultura y la conciencia ciudadana de las masas, aún más debe democratizarse nuestra legislación». (Ramiz Alia; La democratización impulsa el pensamiento y acción del pueblo; Discurso en el Xº Pleno del CC del PTA de 19 de abril de 1990)

 

La creación de instituciones para rehabilitar a quienes en el pasado infringieron las normas socialistas, que ahora se consideraban obsoletas:

«Esto se efectúa no en forma de declaración, sino constituyendo las instituciones correspondientes, como es la creación del Ministerio de Justicia, de la institución de rehabilitación, de la abogacía, etc., o cambiando algunos artículos del Código Penal que el tiempo ha revelado incensarios. El camarada Manush Myftiu ha explicado estos cambios». (Ramiz Alia; La democratización impulsa el pensamiento y acción del pueblo; Discurso en el Xº Pleno del CC del PTA de 19 de abril de 1990)

  1. d) Se pretendía que con el cambio en la situación internacional era necesario plantear una mayor flexibilidad las relaciones exteriores:

«El problema de las relaciones exteriores debemos considerarlo en su conjunto. Ahora que los equilibrios políticos se han roto, nosotros debemos pensar intensamente: ¿cómo maniobramos en la escena mundial para preservar los intereses de nuestro país? Podrían suponerse dos caminos: el primero consistiría en encerrarse en nuestra propia concha, limitar los contactos, pasar a la defensiva ideológica, política, cultural, etc., Pero esta no ha sido ni puede ser nuestra línea. (…) El segundo camino es el de la aceptación del diálogo, la aceptación de la lucha diplomática abierta. Pero, ¿qué significa practicar la lucha diplomática abierta? Significa ir a desarrollar esa lucha allí donde tiene lugar, significa también aceptar las reglas del juego. (…) Lucha diplomática significa contactos, conversaciones, acuerdos, compromisos, aceptaciones y rechazos, orientados siempre por el interés nacional y criterio nacional». (Ramiz Alia; La democratización impulsa el pensamiento y acción del pueblo; Discurso en el Xº Pleno del CC del PTA de 19 de abril de 1990)

Es decir, aceptar la diplomacia burguesa, para no quedarse aislados, un pensamiento del todo burgués, sobre todo cuando se deja caer que lo que se mirará será el interés estrictamente nacional de los acuerdos externos, sin hablar en ningún momento del carácter de clase ni de lo que puede repercutir hacia los trabajadores. Cuando lo que debería haberse hecho era fortalecer los contactos con los grupos revolucionarios de otros países, no con sus opresores.

Esto llevo como consecuencia a la reconciliación con la Comunidad Económica Europea (CEE), actual Unión Europea (UE), y también con el Fondo Monetario Internacional (FMI):

«En la aplicación de las decisiones del IXº Pleno nuestros organismos estatales deciden actuar también en dirección al Mercado Común Europeo. En Europa Occidental se ha creado una unión de estados en la que está procediendo a la unificación no sólo de la economía, sino también de muchos sectores de la política interior y exterior. (…) El establecimiento de vínculos diplomáticos y de contactos con ella servirá a nuestros interés económicos y políticos». (Ramiz Alia; La democratización impulsa el pensamiento y acción del pueblo; Discurso en el Xº Pleno del CC del PTA de 19 de abril de 1990)

Por ningún lado se habla de que tales organismos están dirigidos por los monopolios capitalistas, del peligro que podía suponer y supuso para la soberanía albanesa la penetración del capital extranjero. Tampoco comenta que la receta económica, legislación civil, la cultura en general en estos organismos eran y son de tipo burgués.

Tampoco se puede ignorar –sobre todo en el tema de la línea política exterior– que «los marxista-leninistas españoles desconocían lo que pasaba en Albania» como dicen algunos, lo que resulta incomprensible dado que: tenían contacto permanente dentro de Albania, enviaban delegaciones regularmente, y la nueva política exterior que Ramiz Alia quería dar al PTA era evidentemente revisionista. En el mismo sentido, el PCE (m-l) tenía documentación que era proporcionada directamente por los albaneses como es el caso de las publicaciones de la «Agencia Telegráfica Albanesa», «Albania Hoy», y otros, que esgrimían verdaderos atentados ideológicos para entonces. Recordemos que durante aquella época, Albania había entrado en la danza de los coqueteos cada vez más frecuentes con los regímenes de dudosa reputación suprimiendo la lucha ideológica, incluso se alababa a regímenes revisionistas y reaccionarios, cuestión que en el plano externo el PCE (m-l) parece que aprobaba o ignoraba adrede por miedo a una polémica abierta al respecto.

La postura del PCE (m-l) de no subrayar cada paso en falso que empezaba a dar el PTA no fue un error menor sino todo lo contrario. Pero en honor a la verdad tampoco fue el único partido que cometió tal mayúsculo error, se trató pues de un error colectivo de los partidos marxista-leninistas:

«Este hecho de suma importancia –la degeneración de un partido en el poder–, la no identificación y la no denuncia del proceso, demuestra que Bandera Roja no fue más que otro partido que realizó un simple seguidismo de la obra de Enver Hoxha por moda y sentimentalismo, pero que no comprendía en realidad su obra y doctrina marxista-leninista. Tras la muerte de Enver Hoxha en Bandera Roja hubo un seguidismo ciego a las políticas de Ramiz Alia –como hizo el PCE (marxista-leninista) de España o el PC ML de Colombia–, quien por aquel entonces precisamente estaba destrozando el legado de su predecesor y precipitando al país a la restauración del capitalismo y a una gran crisis política social y económica. La situación en Albania no solo llevó a la restauración del capitalismo sino hasta la propia disolución del partido en el poder y su refundación en un partido socialdemócrata. Hay que señalar que entre otras cosas esto fue posible por la falta de internacionalismo proletario de los pretendidos marxista-leninistas que en su mayoría no se dieron cuenta de este proceso y no ayudaron al pueblo albanés. Cuando este formalismo de disolución del partido comunista en Albania ocurrió en 1991, los seguidistas de la política de Ramiz Alia [como Raúl Marco o Manuel Chivite] entraron en pánico». (Equipo de Bitácora (M-L); Un repaso histórico a las posiciones ultraoportunistas de Bandera Roja, y una exégesis sobre la deserción del MVTC y su disolución en Bandera Roja, 1 de enero de 2017)

Cuando la dirección del PCE (m-l) fue tomada por Chivite y sus seguidores en 1991, la estrategia a seguir fue escribir comentarios calumniosos sobre la experiencia albanesa y los lazos que les unían. Para lavarse las manos del apoyo que el PCE (m-l) había dado a la política desastrosa de Ramiz Alia durante 1985-1990 que llevó a Albania al colapso, Chivite comenzó a renegar de toda la experiencia albanesa en general incluida la de la época de Enver Hoxha que la tacharía con los peores epítetos, culpando además a Elena Ódena de hacer seguir al PCE (m-l) por este camino, y a Raúl Marco del periodo de 1985-1991, sin asumir que él y sus seguidores había sido parte, para fortuna o desgracia, de la política del partido y su posición sobre Albania. Chivite fue un gran apologista del triunfalismo hacia la Albania de la época de Alia. Por tanto quién más tenía que callar, era quién atacó a sus viejos camaradas para intentar protegerse del reciente seguidismo que todos, desde Marco hasta él, habían cometido hacia las políticas de Ramiz Alia que objetivamente llevaron al más rotundo fracaso.

A partir de 1991 se rechazaría absolutamente todo el legado del socialismo albanés, llegando incluso a decir que el régimen albanés nunca fue diferente de otros regímenes revisionistas. En el artículo: «Contexto del problema y líneas generales ante los sucesos en el Este y en Albania», la línea de Chivite y compañía decía:

«[Los marxista-leninistas] que en treinta años no han conseguido diferenciarse y distanciarse de los modelos que criticaba. Lo cual no es de extrañar, pues sus mismas referencias, primero China y luego Albania, eran semejantes en lo fundamental a los modelos [revisionistas] denunciados». (Partido Comunista de España (marxista-leninista); Cuadernos de debate, 1991)

Por lo que para Chivite, tanto la China maoísta como los regímenes jruschovistas de Europa del Este «eran semejantes en lo fundamental» al régimen albanés. Esto no es solo un comentario anticomunista, sino de una gran ignorancia del proceso histórico: para empezar ni siquiera los mismos regímenes revisionistas eran similares, ni podían serlo.

Algunos de los escritos del PCE (m-l) durante la época en que Chivite dominaba la dirección eran tan surrealistas que incluso iban en contra de la propia historia del partido:

«No parece que hace falta profundizar más en la caracterización de la ideología del Partido del Trabajo de Albania (PTA) y de su influencia sobre nuestro partido a lo largo del periodo de tiempo en el que mantuvimos cordiales relaciones. Se impone en particular una caracterización de la antes alabada obra de Enver Hoxha, una obra que significa no sólo una desviación nacionalista de la teoría marxista-leninista, sino sobre todo una visión dogmática de la misma que conduce a un estancamiento y a la repetición mecánica de esquemas y análisis de principio de siglo que obstaculiza la búsqueda de elementos más novedosos». (Partido Comunista de España (marxista-leninista); Cuadernos para el VIº Congreso de 1991)

Esto lo escribía gente como Chivite que años antes publicaban en «Vanguardia Obrera» artículos favorables como: «Albania socialista: un pueblo optimista y revolucionario», en el Nº 261 de 1978. Manuel Chivite fue precisamente el encargado de la presentación de la publicación del libro de Enver Hoxha «Imperialismo y revolución» en la librearía Machado de Madrid en 1979. Pero en 1991 observamos como Chivite y compañía escupen todo tipo de insultos sacados del arsenal del jruschovismo, del titoismo, del maoísmo hacia la Albania Socialista de Enver Hoxha. ¿Nacionalismo? ¿En base a qué? No lo sabemos ya que no se atreven a citarlo.  ¿Es acaso la defensa de la patria de los imperialistas y socialimperialistas una desviación nacionalista? ¿No demostró la Albania de Enver Hoxha precisamente una actitud basada en el internacionalismo proletario en varias de las cuestiones donde hubiera sido más fácil plegarse ante las dificultades de un enemigo superior en número y recursos? Precisamente el nacionalismo como se ha demostrado históricamente lleva a la restauración de las relaciones de producción capitalistas y al acercamiento al imperialismo para vender la soberanía nacional. ¿No rechazó la Albania en la etapa de Enver Hoxha toda injerencia de ese tipo y se acercó a los movimientos marxista-leninistas así como a los movimientos de liberación nacional? En todo caso la línea nacionalista no corresponde a la época de 1944-1985 sino a partir de entonces con la llegada de Ramiz Alia y el impulso de una línea liberal que descuidaba los intereses nacionales e internacionales, consumándose la restauración capitalista y el acercamiento al revisionismo e imperialismo internacional, pero no podemos achacar directamente a Enver Hoxha tal política. La política albanesa durante los años de oro del socialismo albanés, fue muy clara:

«El internacionalismo proletario es un componente del marxismo-leninismo y está indisolublemente ligado a él. Por lo tanto, no puede haber internacionalismo proletario fuera del combate para la defensa de la precisa aplicación del marxismo-leninismo. El marxismo-leninismo enseña a evaluar correctamente desde las posiciones marxista-leninistas las enseñanzas sobre las clases y la lucha de clases de nuestra época, a determinar correctamente cuales son las fuerzas y contradicciones principales del presente, cual es el enemigo principal, los aliados a los cuales debe unirse, a mantener la doctrina sobre el rol dirigente del partido revolucionario del proletariado, a preparar el proletariado y las demás masas trabajadoras para la revolución proletaria y el establecimiento de la dictadura del proletariado, a movilizar y conducirla a luchar por la construcción del socialismo y el comunismo, a apoyar a los verdaderos partidos marxistas-leninistas y la lucha revolucionaria del proletariado de las naciones oprimidas contra el imperialismo, el socialimperialismo y la reacción nacional e internacional. Cualquiera que se abstenga de todo esto, niega el internacionalismo proletario». (Radio Tirana; El internacionalismo proletario es la ideología y el arma del proletariado mundial para la victoria del socialismo y el comunismo, 1977)

¿No fue la Albania de Enver Hoxha el mayor apoyo para el PCE (m-l) en los momentos de represión de 1975 cuando la China de Mao les abandonó, esa misma China que a su vez recibía a Ford o Carillo en Pekín y restablecía relaciones con Franco?

También se acusa a Albania de dogmatismo y sectarismo. De nuevo preguntamos, ¿en base a qué? No sabemos pues el grupo de Chivite tira la piedra y esconden la mano. Suponemos que se referirán a la crítica a sus ídolos y movimientos referentes de los que rebuscan entre la basura del revisionismo como los seguidores de la II Internacional estilo Kautsky, Bernstein o Bauer, aunque no hay que irse muy lejos pues las tesis de Chivite de los 90 son muy parecidas a las tesis eurocomunistas de Carrillo de los 70, no por casualidad también renegaría de la lucha del PCE (m-l) contra el colaboracionismo y reformismo de Carrillo y otros grupos calificándolo de «error sectario» en el VIº Congreso del PCE (m-l) de 1991. La cuestión está clara entonces:

«Si alguien considera nuestra lucha contra el revisionismo como dogmatismo o sectarismo, le decimos que se quite los anteojos revisionistas, porque así verá mejor». (Enver Hoxha; Discurso pronunciado en nombre del Comité Central del Partido del Trabajo de Albania en la Conferencia de los 81 partidos comunistas y obreros celebrada en Moscú, 16 de noviembre de 1961)

Se acusa a Albania de «mecanicismo en la aplicación de esquemas y análisis de principio de siglo». Esto no hace falta comentarlo demasiado, parece un comentario cliché de la propaganda de la Guerra Fría sobre el comunismo o sobre los regímenes surgidos después de la Segunda Guerra Mundial, ¿alguien que haya estudiado la experiencia albanesa o cualquier otra experiencia de construcción socialista puede tipificar que fue un calco de otra? Si se dice eso es porque se es un completo ignorante que no se ha molestado lo más mínimo en estudiar cada experiencia. ¿O es que quizás para ellos el aplicar los axiomas de la doctrina era un «dogma» como decían los titoistas, jruschovistas, maoístas o eurocomunistas?

«El marxismo-leninismo enseña que, a pesar de que son invariables las características y leyes generales esenciales del tránsito al socialismo, las formas, los métodos y los ritmos de este tránsito pueden presentar en los diversos países diferencias determinadas por las condiciones concretas de su desarrollo. Aferrándose a este hecho, los revisionistas, bajo las consignas del «socialismo específico y nacional», se empeñan en apartarnos de la vía general marxista-leninista de la construcción del socialismo y privarnos de la experiencia de la Unión Soviética. El marxismo enseña que las cuestiones fundamentales de la construcción del socialismo son comunes a todos, que las leyes de desarrollo de la sociedad no conocen fronteras. La experiencia histórica indica que estas cuestiones comunes son: la dictadura del proletariado o dicho de otra manera, la instauración del poder político de la clase obrera bajo la dirección del partido marxista-leninista, el fortalecimiento por todos los medios de la alianza de la clase obrera con el campesinado y otras capas trabajadoras; la liquidación de la propiedad capitalista y la instauración de la propiedad socialista sobre los principales medios de producción; la organización socialista de la agricultura y el desarrollo planificado de la economía; la función de guía de la teoría revolucionaria marxista-leninista y la defensa resuelta de las conquistas de la revolución socialista contra los atentados de las viejas clases explotadoras y de los Estados imperialistas». (Enver Hoxha; Sobre la situación internacional y las tareas del partido, 1957)

¿No fue la Albania del PTA la que precisamente desarrolló sus propios análisis y conclusiones cuando el resto de partidos hacían seguidismo a la URSS o a China? ¿Por qué ignoran tal realidad histórica? Para denigrar el honor y la obra de dicho partido e imponer su nueva mercancía revisionista, está claro. ¿No fue el PCE (m-l) el que se basaba en los escritos del PTA para criticar al revisionismo soviético en los sesenta? ¿No era el propio Chivite quien alababa al socialismo albanés en sus artículos como: «Albania socialista: un pueblo optimista y revolucionario» en el Nº261 de Vanguardia Obrera de 1978? ¿No esperaron Chivite y compañía a la salida de los escritos críticos de Enver Hoxha a mediados de los 70 para empezar a criticar abiertamente al revisionismo chino en 1979? ¿No es cierto que Chivite, como Marco, todavía alababan a Mao en 1978 hasta leer las obras clave de los albaneses? Véase de nuevo el informe de Raúl Marco en el IIº Congreso del PCE (m-l) de 1977 o la entrevista a Chivite concedida a José Luis Prieto/Federico Grau en 1978 que ya hemos citado en anteriores capítulos.

Las mentiras tienen las patas cortas señores. Más aún, en el IIIº Congreso del PCE (m-l) de 1979 se dijo tajantemente que la ayuda de los marxista-leninistas albaneses fue decisiva para comprender el carácter del maoísmo como una variante del revisionismo moderno. Por tanto, la difusión y estudio de las obras de Enver Hoxha, lejos de no tener valor como decían los falseadores socialdemócratas de la facción de Chivite, tenía toda su importancia, como la sigue teniendo actualmente si se es un poco honesto.

«Cabe resaltar la gran ayuda internacional que el Partido del Trabajo de Albania (PTA) presta a los comunistas del mundo, y nos referimos en particular, a la más apreciada de las ayudas, esto es, la ideológica. Ayuda utilísima para nosotros y los demás partidos, al menos esa es nuestra opinión, prestada con una modestia y sencillez ejemplar, con un espíritu camaraderil y fraternal, que está a cien lenguas de los que eran las relaciones con los chinos, aún en la «mejor» época. (…) Para nosotros [la lucha contra el maoísmo] ha supuesto un trabajo duro y difícil. Debemos reconocer y subrayar la gran ayuda que nos ha prestado en este terreno el PTA y sus dirigentes –en distintas conversaciones y reuniones–, así como sobre todo el magistral análisis que hace Enver Hoxha en «El imperialismo y la revolución» de 1978 y «Reflexiones sobre China» de 1979. (…) Esas obras han de ser difundidas masivamente, llevadas y explicadas a los obreros y campesinos, a los simpatizantes, intelectuales y patriotas, y también a las bases revisionistas y maoístas, pues estas obras son poderosas armas cuya difusión es de gran utilidad para nuestra justa lucha contra el imperialismo y el socialimperialismo, contra el revisionismo de todo tipo y color». (Partido Comunista de España (marxista-leninista); Documentos del IIIº Congreso del PCE (m-l), 1979)

En otro orden similar, los restos de la facción de Raúl Marco, una vez expulsados del PCE (m-l) en 1991, no se quedarían atrás en cuanto a manchar la imagen y la ayuda internacionalista que el PTA y sobre todo Enver Hoxha personalmente habían proporcionado a todo el movimiento marxista-leninista internacional y en especial al PCE (m-l). En 1995, Raúl Marco llegó a decir:

«El movimiento marxista-leninista ya estaba muy débil antes de 1989». (Unidad y Lucha; Contra el eclecticismo, No. 2, septiembre 1995) 

Y que:

«La actitud de la dirección de la PTA, estampaba una cierta arrogancia y un nacionalismo estrecho, que tiene una parte de responsabilidad en esta situación no muy apetecible». (Unidad y Lucha; Contra el eclecticismo, No. 2, septiembre 1995) 

¡He aquí Chivite-Marco repitiendo los mismos insultos hacia los marxista-leninistas albaneses sin aportar una sola prueba y sobre todo sin diferenciar el periodo de Ramiz Alia (1985-1991) del de Enver Hoxha (1941-1985) como si todo absolutamente fuese igual!

Ahora en su libro Raúl Marco acusa directamente al PTA de ser unos de los causantes de que el movimiento marxista-leninista no se consolidase en los 80 porque según él, en 1982 el PTA no estaba a favor de reuniones multilaterales entre partidos:

«El PTA se opuso también a las reuniones multilaterales sin tener en cuenta las observaciones al respecto de Enver Hoxha, aunque en principio las apoyaba». (Raúl Marco; Ráfagas y retazos de la historia del PCE (m-l) y el FRAP, 2018)

De ser cierto… ¡lo suyo hubiera sido decirlo abiertamente en 1982 y no en 2018 cuando ya es tarde!

De nuevo se puede interpretar bien como que quiere exculpar a Enver Hoxha de la dirección posterior del PTA o bien como que acusa a Enver Hoxha de doctrinarismo, es decir de que no cumplía lo que anunciaba. Y es que durante todo el libro tampoco se hace una diferencia en ningún momento entre el periodo albanés bajo la dirección de Enver Hoxha y el periodo posterior bajo Ramiz Alia en cuanto al apoyo y línea política del PTA respecto a los partidos marxista-leninistas. Hay un ataque general hacia el PTA sin especificar quienes o cuando empezó la supuesta postura contraria al internacionalismo proletario.

El PTA desde luego fue el principal propulsor de una línea internacionalista en los 70:

«La experiencia muestra que solo sobre la base de una lucha sin piedad contra el oportunismo y revisionismo de toda huella es posible preservar, fortalecer y continuar temblando la unidad marxista-leninista. Desde esta concepción, los «argumentos» de aquellos que quieren sofocar y extinguir la lucha contra el oportunismo y el revisionismo bajo el pretexto de «evitar polémicas» y preservar la «unidad» carecen de fundamento; de hecho, son centristas, antimarxistas y estafadores. El PTA y los demás partidos marxista-leninistas hermanos rechazan firmemente tales intentos. Ellos han librado y están librando una lucha de principios sin compromisos contra todos aquellos que han traicionado el marxismo-leninismo y dividen así la unidad revolucionaria, sean soviéticos, yugoslavos, italianos, franceses, españoles, chinos u otros. (…) El internacionalismo proletario actualmente obliga a todos los partidos fraternales y a todos los revolucionarios verdaderamente proletarios a dar todo el apoyo al movimiento marxista-leninista en los otros países y hacer todo lo que esté a su alcance para consolidar la unidad de combate sólida en el mundo comunista marxista-leninista. (…) Esta unidad se basa en la aplicación estricta de los principios válidos para las relaciones entre los partidos hermanos y países socialistas: los principios de independencia y plena igualdad, la no injerencia en los asuntos internos de otros, consultas, charlas y demás. La crítica mutua y de camaradería en el desarrollo de posiciones comunes y en la disipación de posibles divergencias, la ayuda y el apoyo mutuo e internacionalista. La violación de estos principios son los intentos de imponer a otros los puntos de vista de uno de los partidos, el ejercicio de la presión para obligar a otros a inclinarse ante sus dictados chovinistas. (…) En resistencia y lucha contra las actitudes y acciones divisionistas de los revisionistas chinos, los partidos marxistas-leninistas han intensificado sus esfuerzos para consolidar de manera constante la unidad y la cooperación entre ellos dentro de todo el movimiento marxista-leninista. Esta unidad y cooperación tienen como objetivo: temas importantes de interés para ellos en la lucha contra la burguesía, el imperialismo, la reacción, el revisionismo, etc.; desarrollar una línea común y posiciones comunes; emprender y coordinar acciones conjuntas; organizar el apoyo mutuo y la solidaridad en el curso de la lucha; conocer más a fondo los partidos hermanos que trabajan bajo diferentes condiciones y colaborar con ellos en un intercambio de opiniones y experiencias revolucionarias. Mientras tanto, el movimiento marxista-leninista no ha faltado en la lucha por la unidad y la cooperación, y ha encontrado las formas más apropiadas para ello. Los contactos y reuniones bilaterales, las consultas multilaterales, las declaraciones conjuntas, la delegación de delegaciones a los congresos y las actividades de los partidos fraternales, los eventos internacionalistas conjuntos, etc., son formas de cooperación extremadamente eficaces si se tratan con la diligencia debida y la seriedad. Estar preparado y desarrollado sobre la base de un intercambio de opiniones exhaustivo y de camaradería entre las partes fraternales. En el futuro, la vida también puede proporcionar otras formas de contacto, cooperación y unidad. Incluyendo consultas internacionales generales de los marxistas-leninistas, si se crean las condiciones necesarias para esto». (Agim Popa; Los partidos marxista-leninistas; la fuerza motriz del movimiento revolucionario actual, 1978)

También en los 80 el PTA se expresaba de la siguiente forma respecto al tema:

«La fuerza del movimiento comunista internacional marxista-leninista radica en la justeza de las ideas por las que lucha y en su unidad. Los partidos marxista-leninistas se rigen en su lucha por las enseñanzas de nuestros grandes clásicos, aprovechan la rica y multilateral herencia del Komintern, se apoyan en la experiencia de su propia lucha contra la traición revisionista, tienen en cuenta la experiencia negativa de los partidos que degeneraron en el revisionismo. Todas esas enseñanzas y esa experiencia constituyen un gran patrimonio ideológico, político, organizativo, teórico y práctico, para templar y fortalecer a los partidos y al movimiento marxista-leninista en todos los sentidos. 

Los encuentros y las conversaciones entre los partidos hermanos aportan una valiosa contribución al fortalecimiento de la unidad del movimiento marxista-leninista. De esta forma se aprovecha la experiencia mutua, se llega a juicios comunes de las situaciones y a la unidad de pensamiento y acción. La experiencia de un partido no puede sustituir a la de muchos partidos, por el contrario, son las experiencias de todos los partidos marxista-leninistas las que hacen invencible al movimiento. 

El Partido del Trabajo de Albania (PTA), ateniéndose con fidelidad a los principios del internacionalismo proletario, se ha esforzado y se esforzará siempre por dar su contribución al fortalecimiento de la unidad del movimiento marxista-leninista y de la colaboración entre los partidos hermanos. 

Nuestro PTA considera un honor estar, en la grande e histórica lucha por la causa del marxismo-leninismo, de la revolución y del socialismo, hombro con hombro con los demás partidos marxista-leninistas, que son destacamentos iguales del movimiento revolucionario de la clase obrera». (Enver Hoxha; Informe en el VIIIº Congreso del Partido del Trabajo de Albania, 1 de noviembre de 1981)

Ciertamente Raúl Marco es quien más tiene que callar en cuanto a internacionalismo proletario con su idea cobarde de «mantener las divergencias en silencio» como vimos en el capítulo: «El miedo de exponer en público las divergencias con otros partidos», le llevaría a presenciar como todos los partidos iban cayendo en la bancarrota sin emitir crítica pública alguna». (Equipo de Bitácora (M-L); Ensayo sobre el auge y caída del Partido Comunista de España (marxista-leninista), 2019)

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Las tempranas e inesperadas escisiones del PCE (m-l) en 1965; Equipo de Bitácora (M-L), 2019

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Replanteamientos, remodelaciones y choques internos de 1978-79; Equipo de Bitácora (M-L), 2019

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La mecánica adopción inicial de la «Guerra Popular Prolongada» (GPP) en el PCE (m-l) como método militar de toma de poder; Equipo de Bitácora (M-L), 2019

Los evidentes errores en la línea y programa serían:

Dogmatismo metafísico en el PCE (m-l) al no apreciar la posibilidad de que la burguesía transite del fascismo a la democracia burguesa; Equipo de Bitácora (M-L), 2019

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