El Gobierno de Damasco ha denunciado la inacción de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ante la agresión turca contra el norte del territorio sirio.
Bashar al-Yafari, representante permanente sirio ante la ONU, ha lamentado este jueves que la subsecretaria general para Asuntos Humanitarios de la Oficina de la ONU para Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA, por sus siglas en inglés), Ursula Mueller, no haya condenado la agresión turca en Siria.
“Mueller ha tratado la invasión turca en el noreste de Siria como si fuera realizada en el noreste de Marte o en el noreste del Mercurio”, ha denunciado Al-Yafari durante su intervención ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU).
Ha añadido que “la nueva fase de la agresión turca contra Siria se considera como una violación al derecho internacional, los principios de las Naciones Unidas, las resoluciones del Consejo de Seguridad y las declaraciones finales de Astaná y de Sochi”.
Al-Yafari ha explicado que la invasión turca provocó la ocupación de varias zonas sirias y la muerte de cientos de civiles, entre ellos niños y mujeres. Asimismo, ha causado el desplazamiento de cientos de miles de civiles, daños materiales en la infraestructura, los hospitales, las plantas de electricidad del país.
También ha subrayado que Turquía hace años lanzó un lema llamado “cero diferencias con los vecinos” y ahora lo que le queda es “cero principios, cero amigos y cero buena vecindad”.
“No es extraño que Turquía se basara en el artículo 51 de la ONU para agredir a Siria y eso es una repetición de la actitud de sus aliados en la OTAN, que utilizando este artículo han invadido a varios países”, ha declarado.
Turquía comenzó el 9 de octubre una ofensiva en el norte de Siria para, supuestamente, establecer en el noreste del país árabe una “zona segura”.
Las autoridades sirias han dejado claro que Damasco “usará todos los medios legítimos” a su alcance para hacer frente a la agresión de Ankara, y defender la soberanía e integridad nacional del país. Para tal fin, el Ejército sirio ha aunado fuerzas con los milicianos kurdos y desplegado gran número de soldados y armamentos en las provincias septentrionales del país, como Al-Raqa, Kobani y Manbiy.
