El Pentágono considera reducir significativamente su presencia militar en África occidental y cambiar su enfoque hacia las posibles amenazas de Rusia y China.
El secretario de Defensa de Estados Unidos, Mark Esper, está considerando reducir o retirar por completo las tropas norteamericanas estacionadas en África occidental como primera fase de una reasignación de fuerzas para abordar los desafíos que representan Rusia y China, ha informado este martes el diario estadounidense The New York Times.
“El jefe de Defensa ha solicitado las evaluaciones para alinear mejor los despliegues de tropas y recursos con la Estrategia de Defensa Nacional 2018 del Pentágono, que prioriza la gran competencia de poder, especialmente de Rusia y China, sobre las operaciones antiterroristas en lugares como África y Medio Oriente”, ha señalado un funcionario del Departamento de Defensa (el Pentágono).
Estados Unidos cuenta con entre 6000 y 7000 fuerzas en África, concentradas especialmente en la región subsahariana y el Cuerno de África. El recorte propuesto para ese continente se centrará con toda probabilidad en los varios cientos de soldados estadounidenses desplegados en Níger, Chad y Malí, indica el medio.
Esper ha señalado que el Pentágono está considerando modificar también la presencia de las tropas estadounidenses en otras áreas de operaciones como Afganistán, Irak y América Latina. China, insiste, es la máxima prioridad del Pentágono, como se detalla en la Estrategia de Defensa Nacional.
Se espera una decisión inicial sobre el posible retroceso de las tropas estadounidenses de África en enero: el Departamento de Defensa está actualmente llevando a cabo la planificación, aunque de momento no se ha consultado al Congreso, según el informe.
Los críticos de esta postura argumentan que la influencia rusa y la china se ha expandido por toda África, pues están financiando la compra de armas, y han construido instalaciones o invertido en infraestructura local.
La revisión de las fuerzas por parte del Pentágono se produce en medio de las reiteradas promesas del presidente de EE.UU., Donald Trump, de poner fin a lo que él llama las “guerras sin fin” de los Estados Unidos, en un intento por cumplir una de sus promesas electorales de la campaña 2016.
