“Hoy nos enfrentamos a sanciones opresivas, y una medida terrorista de EE.UU. contra toda la nación iraní. Nadie tiene ninguna duda de que la presión máxima de EE.UU. y (la política de) sanciones apuntan a todos y cada una de nuestra gente”, ha dicho este lunes el presidente iraní, Hasan Rohani, en una reunión con los embajadores extranjeros y representantes de entes internacionales en el marco del 41.º aniversario de la Revolución Islámica en Teherán, capital iraní.
Tras señalar que las sanciones antiraníes de Washington no tienen precedentes en la historia, el mandatario persa ha precisado que tanto el pueblo como los funcionarios no se arrodillarán ante la “presión máxima” de EE.UU.
Además, Rohani ha recordado que aquellos que están familiarizados con la región, la historia, la cultura y la civilización de Irán saben que “una gran nación nunca cederá ante la intimidación, los comentarios injustos e incorrectos, así como presiones exageradas”.
Ha precisado que Washington ha estado presionando a la República Islámica durante los últimos 20 meses y ha asegurado que los índices económicos de Irán en los últimos ocho meses mostraron que el país ha logrado superar las sanciones y que los estadounidenses han estado totalmente equivocados en sus cálculos.
En otra parte de su discurso, Rohani ha asegurado que EE.UU. ha demostrado que no ha estado y nunca estará comprometido con sus obligaciones políticas y morales.
Además, ha enfatizado que las sanciones de Washington contra el suministro de alimentos y medicinas a Irán son contrarias a todas las normas internacionales, subrayando que tales medidas estadounidenses equivalen a un acto de terrorismo.
Tras la retirada unilateral de EE.UU. del acuerdo nuclear con Irán —de nombre oficial Plan Integral de Acción Conjunta (PIAC o JCPOA, por sus siglas en inglés) en 2018— y la inacción de la Unión Europea (UE), Teherán ha puesto en marcha un proceso para reducir sus compromisos según el acuerdo suscrito en 2015.
Teherán ha dado hasta el momento cinco pasos en lo tocante a la reducción de sus compromisos con el acuerdo nuclear. A principios de enero, la República Islámica, en su medida más reciente, abandonó las limitaciones operacionales en su programa de energía nuclear, entre ellas, la capacidad de enriquecimiento, el porcentaje de enriquecimiento, la cantidad de material enriquecido, y la investigación y el desarrollo nucleares.