La zona de Idlib, el último bastión de terroristas, se ha convertido en un campo de intensa batalla. Por un lado, está el Ejército sirio, apoyado aéreamente por Rusia y en el terreno por el Eje de Resistencia; y por el otro, los terroristas del Frente Al-Nusra (autoproclamado Frente Fath Al-Sham) y sus aliados, apoyados por Turquía.
Este jueves, el Ejército sirio pudo repeler una ofensiva terrorista contra sus posiciones en la zona oriental de Idlib, y especialmente contra la localidad de Al-Nairab, con el apoyo aéreo de Rusia.
Moscú denunció que Ankara sigue apoyando a los terroristas, pero a la vez sostuvo que los contactos con los turcos sobre Siria no se han interrumpido.
El mismo día, el Ministerio de Defensa turco informó de la muerte de dos de sus soldados y 50 soldados sirios, en los choques en Idlib. Ninguna fuente del Ejército ha confirmado esta cifra.
Siria considera como elementos hostiles a tropas turcas presentes en su territorio. El pasado lunes, el Ejército sirio aseguró que continuará la operación para derrotar a los terroristas remanentes en territorio sirio, sin tener en cuenta las protestas de sus patrocinadores extranjeros.
Este jueves, la coalición árabe-kurdo de “Resistencia Nacional Siria” afirmó estar lista para luchar al lado del Ejército sirio frente la agresión turca.
El Ejército sirio retomó la operación contra Idlib el pasado agosto, después de que los terroristas de Al-Nusra violaron la tregua pactada entre Rusia y Turquía.
Siria denuncia que los terroristas se están aprovechando de las zonas residenciales para tratarlas como escudo humano, y así ralentizar su avance en operaciones antiterroristas.