El ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov, en la 43.º Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas en Ginebra (Suiza), lamentó que el esfuerzo de los países occidentales para sustituir las leyes internacionales por las suyas socave la aplicación integral de los derechos humanos.
Lavrov lamentó que Estados Unidos sea el único país que haya generado miedo sobre el uso de armas de destrucción masiva, con su política exterior peligrosa. Calificó de “preocupante” el destino del Tratado de Reducción de Armas Estratégicas (START III, por sus siglas en inglés), cuya prorrogación Moscú ya ha pedido, pero Washington no ha contestado.
El pacto fue suscrito en 2010 entre Washington y Moscú para limitar los arsenales de las dos naciones.
Aprovechando la ocasión, el canciller ruso denunció además el “unilateralismo” de Washington al retirarse del acuerdo nuclear, de nombre oficial Plan Integral de Acción Conjunta (PIAC o JCPOA, por sus siglas en inglés), firmado con Irán en 2015, así como la inacción de Europa para cumplir sus compromisos bajo el pacto.
Lavrov concluyó abogando por que el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (CSNU) contribuya más en garantizar el multilateralismo, el diálogo y la imparcialidad a la hora de resolver los problemas mundiales.
