Con cánticos y flores la familia de Berta Cáceres y pueblos indígenas visitaron la tumba donde descansan los restos de la ambientalista hondureña.
Una canción de cumpleaños fue entonada por todos los presentes. También se realizó una bendición espiritual lenca en manos de los ancianos del pueblo.
Las organizaciones sociales se enfrentan ahora a un proceso interno de unidad, frente a la criminalización del Estado.
Un año más estaría cumpliendo Berta Cáceres si su vida no le hubiese sido quitada por el poder político y económico del país.
Los movimientos sociales al igual que Berta insisten en dejar a un lado las aspiraciones partidistas y construir en proyecto popular.
Así fue conmemorado un año más del asesinato de Berta Cáceres, querida, extrañada por miles en Honduras y en el mundo.
Dassaev Aguilar, La Esperanza (Intibucá).