El servicio secreto ha trasladado a Trump a un búnker subterráneo en previsión de un empeoramiento de los levantamientos populares en las ciudades de Estados Unidos, según informa el New York Times.
La situación comienza a ser muy preocupante. La policía está desbordada y Trump ha instado a los Estados a que recurran a la Guardia Nacional para poner fin a los disturbios.
Los gobernadores y alcaldes deben actuar ahora antes de que sea “demasiado tarde”, ha dicho Trump en su cuenta de Twitter.
“Otras ciudades y Estados dirigidos por los demócratas necesitan ver cómo los anarquistas radicales de izquierda fueron detenidos completamente en Minneapolis anoche. La Guardia Nacional hizo un buen trabajo y debería ser usada en otros estados antes de que sea demasiado tarde”, escribió Trump.
Una ola de manifestaciones, algunas de las cuales acabaron en disturbios, en las ciudades estadounidenses comenzó tras la muerte de George Floyd, un afroamericano de 46 años, el 25 de mayo, justo después de que fuera detenido por la policía.
Uno de los policías que retuvo a Floyd durante su detención fue a su vez detenido y acusado de homicidio. Los otros policías fueron despedidos a causa del asesinato.
Durante la intervención, fue derribado al suelo por un policía que mantuvo su rodilla en el cuello durante varios minutos. A juzgar por un nuevo vídeo que pblicado el 28 de mayo, tres policías pusieron sus rodillas sobre el detenido.
Trump también ha incluido al grupo Antifa, uno de los convocantes de las manifestaciones, en el listado de organizaciones terroristas.