Las protestas desatadas en Estados Unidos por la muerte del afroamericano George Floyd a manos de un policía blanco en Mineápolis han inspirado a un pintor sirio a crear un mural antirracista en un edificio destruido por el conflicto sirio.
La obra pintada por Aziz Al-Asmar en la ciudad de Binnish, provincia de Idlib, representa a Floyd presionado en el cuello con la rodilla de un policía y su frase, probablemente la última, ‘no puedo respirar’, y el lema ‘no al racismo’.
El pintor expresó a Ruptly que los murales son un método de “enviar un mensaje más rápido” y que habitualmente dedica sus grafitis a asuntos políticos, sociales y humanitarios.