“Los estadounidenses están interfiriendo directamente en los asuntos internos de El Líbano. Eso es inaceptable”, dijo el mandatario libanés, Michel Aoun, en una entrevista concedida el domingo a la cadena local de televisión Al-Mayadeen, haciendo referencia a las recientes y polémicas declaraciones de Dorothy Shea, la embajadora estadounidense en Beirut, capital libanesa, contra el Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá).
Shea acusó injustamente a Hezbolá de desviar miles de millones de dólares de los fondos públicos y de obstruir las reformas económicas en la nación árabe.
El presidente libanés, tras repudiar dichas declaraciones, advirtió: “El movimiento de Resistencia representa a la sociedad libanesa y goza de gran apoyo popular en el país”. De hecho, las afirmaciones anti-Hezbolá de Shea han provocado una ola de total rechazo en El Líbano.
Dado que el objetivo de Shea es crear discordia y división en el país, el juez de la ciudad de Tiro (sur), Muhamad Mazeh, emitió el sábado una orden para prohibir a la embajadora estadounidense conceder entrevistas públicas a los medios de comunicación locales e internacionales en el país árabe durante un año.
El ministro libanés de Asuntos Exteriores y Emigrados, Nassif Hitti, convocó el domingo a la diplomática estadounidense para expresarle el repudio de Beirut por sus acusaciones infundadas contra Hezbolá.
EE.UU. considera a Hezbolá un grupo “terrorista” y ha impuesto varias rondas de sanciones contra miembros de este grupo de resistencia, aun cuando el movimiento cuenta con la mayoría en el Parlamento y tiene varios miembros en el Gabinete de El Líbano.
El Gobierno de Beirut ha manifestado en múltiples ocasiones su respaldo a Hezbolá frente a las hostilidades y medidas coercitivas establecidas por Washington contra este partido político libanés.