El portavoz de la Cancillería iraní, Seyed Abás Musavi, ha reaccionado este miércoles a las recientes afirmaciones de Brian Hook, representante especial del Departamento de Estado de EE.UU. para Irán, que el martes volvió a amenazar al país persa con una opción militar para evitar que obtenga supuestamente armas nucleares.
Hook, que realizó tales comentarios desde Al-Quds (Jerusalén), está realizando una gira por Asia Occidental, reuniéndose con los aliados de EE.UU., con la intención de buscar apoyo para la demanda de Washington de extender un embargo de armas de las Naciones Unidas contra Teherán, que expirará el próximo octubre.
Musavi ha condenado rotundamente tales amenazas y las ha tachado de infundadas. Asimismo, ha indicado que la política principal de la República Islámica en el sector militar es completamente clara y su naturaleza es “defensiva”.
“Brian Hook habla sobre la opción militar contra Irán, al mismo tiempo que hace un desesperado intento por justificar el asunto, sin base alguna, de la extensión del embargo de armas; una opción mohosa que ha estado sobre la mesa de los ilusos presidentes de EE.UU.”, ha afirmado el diplomático persa.
La amenaza real en la región es la presencia desestabilizadora de EE.UU., ha agregado, denunciando que Washington intenta impedir el desarrollo de la región creando divisiones para vender fácilmente productos de su industria militar.
“Mientras los funcionarios estadounidenses (…) hablen sobre la opción militar contra el pueblo iraní y retrasen su retirada de la región, la República Islámica de Irán no escatimará esfuerzos legítimos a la hora de fortalecer su poderío militar confiando en su poder interno, y considera que este es su derecho inalienable para defender los intereses nacionales de los iraníes”, ha enfatizado.
Conforme al vocero, Hook habla del embargo de armas a Irán mientras su propio país y algunos de sus aliados tienen cientos de bombas atómicas y otras armas de destrucción masiva; tampoco coopera con la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) y otros organismos internacionales.
Es más, ha proseguido, la AIEA no supervisa sus instalaciones nucleares y Washington ha convertido la región en “un depósito de municiones”, vía venta masiva de armamentos y equipos militares avanzados.
Eso mientras muchas de esas armas se utilizan contra los pueblos oprimidos de Palestina, Yemen, Irak y Siria, ha dicho, subrayando que la política de Teherán se basa en suministrar seguridad a Asia Occidental a través de los países de esta región.
