Las manifestaciones contra el racismo y la violencia policial contra los negros que se han reavivado en EE.UU. tras el asesinato del afroamericano George Floyd, el 25 de mayo, han sido duramente reprimidas por la Policía estadounidense, cuerpo en el que muchos de sus agentes, según ha revelado Amnistía Internacional (AI), han recibido entrenamiento en el régimen de Israel.
Solamente entre el 26 de mayo y el 5 de junio, AI documentó 125 casos de violencia policial contra los manifestantes antirracistas en diferentes ciudades del país norteamericano.
Las balas de goma y los proyectiles de similares características utilizados contra los descontentos por la Policía han causado daños en los ojos o cegado a al menos a 20 personas de entre 16 y 56 años.
Muchos de estos instantes en los que se ha cometido brutalidad policial han sido captados por una cámara, como el momento en el que la Policía recurrió al uso de gases lacrimógenos para disolver una protesta pacífica en el Parque Lafayette minutos antes de que el presidente de EE.UU., Donald Trump, posara para unas fotografías fuera de una iglesia en Washington D.C., la capital estadounidense.
