El Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán inició el martes la fase final de los ejercicios militares bajo el nombre en código Payambar-e Azam (El Gran Profeta) 14, que se llevaron a cabo por tierra, mar y aire en el área general de la provincia sureña de Hormozgan, el estrecho de Ormuz y el Golfo Pérsico.
En estas maniobras, el CGRI lanzó con éxito misiles balísticos subterráneos y, además, destruyó, con misiles, una réplica de un portaviones estadounidense en un ataque simulado en el Golfo Pérsico.
Según un artículo publicado el miércoles por el portal del canal de televisión iraní Al-Alam, dichos ejercicios transmiten varios mensajes a los enemigos del país persa:
Primero, la República Islámica ha revelado diferentes tipos de armas de fabricación nacional, lo que significa que incluso si EE.UU. logra extender el embargo de armas a Irán —que expirará el próximo octubre—, de ningún modo se verán afectadas ni la capacidad ni la superioridad militares del país persa en la región de Asia Occidental.
Segundo, la realización de las maniobras con armamento iraní, que no tiene parangón en el mundo, como es el caso de los misiles balísticos subterráneos, muestra que “el enemigo todavía es incapaz de reconocer la capacidad nacional (de Irán) a la hora de producir armas de fabricación iraní”.
Tercero, el área geográfica donde se celebran los ejercicios manda el mensaje de que Irán no conoce límites en lo tocante a velar por la seguridad del Golfo Pérsico y el estrecho de Ormuz.
Cuarto, la ejecución con éxito de un ataque simulado contra un portaviones estadounidense esconde un mensaje especial para las fuerzas extranjeras en el Golfo Pérsico: “el suministrar seguridad en el Golfo Pérsico es solo una cuestión regional y, al mismo tiempo, cualquier agresión será respondida sin consideración alguna”.
