Según los informes, un accidente de soldadura encendió el martes el material pirotécnico cercano y las llamas alcanzaron a las 2750 toneladas de nitrato de amonio almacenadas desde 2014 en el depósito número 12 del puerto libanés.
Muchos libaneses han culpado a la incompetencia de las diferentes autoridades gubernamentales por la catástrofe.
Sin embargo, el presidente de El Líbano, Michel Aoun, no descarta que la serie de explosiones haya sido provocada por un misil o una bomba.
“Existe aún la posibilidad de una interferencia externa mediante un cohete o una bomba”, adelantó el viernes el jefe de Estado, si bien, dijo que la investigación está en curso.
La devastadora explosión que sacudió Beirut dejó al menos 158 muertos y unos 6000 heridos, según el último balance, pero hay que tener en cuenta que todavía hay desaparecidos por lo que el número de fallecidos podría incrementarse, advierte el ministro de Salud de El Líbano.
Más de la mitad de la ciudad ha quedado en ruinas, lo que ha provocado el desplazamiento de unas 300 000 personas que se han quedado sin hogar. De acuerdo con el Ministerio de Salud, entre los desplazados hay unos 80 000 niños, tal como ha aseverado el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).
Pero, ¿cómo llegaron al puerto de Beirut las 2750 toneladas de nitrato de amonio?
Algunos documentos revelan que el nitrato de amonio, utilizado como fertilizante agrícola y también en la fabricación de explosivos, llegó a Beirut en un barco de propiedad rusa en 2013. La embarcación, llamada MV Rhosus, se dirigía a Mozambique, pero se detuvo en el puerto libanés debido a dificultades financieras.
Según las autoridades libanesas, ese material químico se almacenó durante años sin precauciones de seguridad poniendo en peligro a los ciudadanos, a pesar de las advertencias de los funcionarios locales.
Irán, Rusia y muchos otros países han enviado ayuda de emergencia, incluidas toneladas de equipo sanitario y alimentos, a El Líbano. Tras la tragedia se han intensificado las llamadas internacionales a EE.UU. para que levante las sanciones contra el pueblo libanés, una petición ignorada y rechazada como siempre por la Casa Blanca.
Tal y como indican algunos expertos, el incidente podría ser un plan de Estados Unidos e Israel. De hecho, Washington y el régimen de Tel Aviv serían los mayores beneficiados con la tragedia de Beirut, dado su fracaso en desestabilizar El Líbano.