Trabajadores del metal cortan el puente Carranza con barricadas de fuego en demanda de carga de trabajo

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Los empleados del metal de las empresas auxiliares del Astillero de Puerto Real se han movilizado este jueves por sorpresa

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Los empleados del metal de las empresas auxiliares del Astillero de Puerto Real han protagonizado este jueves una acción de protesta por sorpresa en demanda de carga de trabajo para la factoría.

La movilización -ajena al comité de empresa- comenzó a las siete de la mañana con el corte de los dos sentidos de circulación del puente Carranza mediante la instalación de barricadas con fuego y una cacerolada a la altura del Astillero puertorrealeño para reivindicar nuevos encargos para la planta.

 

Esta acción se enmarca en un contexto laboral complicado. Si no entran nuevos contratos en el Astillero puertorrealeño, a partir del otoño se producirían los primeros despidos en las subcontratas. Esta consecuencia mandaría al paro a cientos de trabajadores, unos 400 del sector del metal.

Cabe recordar que Dragados ha conseguido y garantizado carga por cinco años pero no es el caso de Navantia puesto que el anuncio de la obra del BAM realizado hace escasas fechas no es, en cualquier caso, una actuacion inmediata.

A finales de julio la asamblea de trabajadores de Navantia-Puerto Real votó a favor de un calendario de movilizaciones para reclamar más trabajo para la factoría puesto que la firma de nuevos contratos, tanto naval como offshore, colocan a la planta puertorealeña en una posición muy delicada a corto plazo.

La primera protesta del comité de empresa -la de este jueves ha partido únicamente de los trabajadores de las empresas auxiliares- fue el 29 de julio con una manifestación que marchó por el centro de la capital gaditana en tono pacífico para pedir carga de trabajo.

La carga de trabajo en las dos principales factorías de Navantia en la Bahía, San Fernando y Puerto Real, en teoría está garantizada hasta principios de 2022. Sin embargo, este año y pico de margen no es extensible a la industria auxiliar, que lastra un porcentaje de actividad mucho más reducido que podría traducirse en despidos a partir del otoño del 2020.

La materialización del contrato del nuevo BAM supondría un balón de oxígeno para los trabajadores de Navantia Puerto Real y para la empresa auxiliar. No obstante, la presidenta del comité de empresa de dicha planta, Margarita Forné, aunque consideró una «muy buena noticia» el anuncio del Ministerio de Hacienda hecho a finales de julio autorizando el gasto de 167 millones de euros para la construcción del Buque de Acción Marítima de Intervención Subacuática (BAM-IS), advirtió que «todavía queda camino por andar».

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