Conforme anunció el domingo la agencia oficial siria de noticias SANA, vehículos y camiones estadounidenses cargados con refuerzos militares y logísticos han entrado en Siria, procedentes de Irak, a través del cruce fronterizo de Al-Walid.
El convoy militar, al ingresar al suelo sirio, se dirigió hacia la ciudad de Al-Shadadi, en el sur de la provincia nororiental de Al-Hasaka, donde las fuerzas de EE.UU. ocupan una base aérea, agregó el medio, citando a fuentes locales que hablaron bajo condición de anonimato.
Esa acción, denunció la citada fuente, tiene por meta reforzar la presencia ilegal de las tropas estadounidenses en Siria y apoyar a las llamadas Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), milicia kurdo-árabe que contrabandea el petróleo sirio.
El jueves, Washington envió también otro convoy compuesto por 40 camiones con material logístico a las bases que ha construido de manera ilegal y sin autorización del Gobierno de Damasco en el noreste de Siria.
El diario saudí Asharq Al-Awsat ha revelado la participación de las tropas estadounidenses, integrantes de la llamada coalición contra el grupo terrorista Daesh, en la capacitación y el equipamiento de más de 2200 fuerzas kurdas para supuestamente proteger los campos petroleros en las zonas bajo el control de dichas milicias.
Es más, la empresa petrolera estadounidense Delta Crescent Energy LLC ha firmado recientemente un contrato con las llamadas FDS para saquear el petróleo de Siria con el aval del Gobierno de EE.UU.
Tales acciones se producen pese a que el Gobierno de Damasco, presidido por Bashar al-Asad, ha exigido en reiteradas ocasiones la retirada de las fuerzas ocupantes estadounidenses del suelo sirio, acusándoles de saquear flagrantemente los recursos del país árabe.
La ilegal presencia militar estadounidense en Siria ha suscitado también el rechazo popular. Un grupo de miembros de la tribu Al-Bakara, en Deir Ezzor (este), expulsó el sábado a las milicias apoyadas por Washington de todos sus puntos en el campo sureste de dicha provincia.
