“El 20 de agosto sobre las aguas neutrales del mar Negro fueron detectados dos blancos aéreos (…) Para identificarlos e impedir la violación de la frontera (de Rusia) despegó un caza Su-30SM adscrito al Distrito Militar Sur”, subrayó el jueves el Centro Nacional de Control de Defensa de Rusia, en un comunicado.
Conforme a la nota, la tripulación rusa, al acercarse, identificó esos blancos como los aviones espías Atlantiс-II ВМС, de Francia, y Sentinel-R1 ВВС, del Reino Unido, los que al final dieron vuelta hacia atrás, mientras el caza ruso regresó con seguridad a su base.
Últimamente, los vuelos de espionaje de algunos países occidentales, cerca de las fronteras del país euroasiático han aumentado, sobre todo a medida que la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), liderada por EE.UU., ha incrementado su presencia militar en el este de Europa, algo que Rusia considera una amenaza directa a su seguridad nacional.