El portavoz del Ejército de Yemen, Yahya Sari, ha anunciado este viernes el éxito de las operaciones antiterroristas de las Fuerzas Armadas de su país, apoyadas por el movimiento popular Ansarolá, en la región de Qaifa, sita en la provincia suroccidental de Al-Bayda, y sus alrededores, con la cooperación de servicios de Inteligencia, según informa la cadena yemení estatal de televisión Al Masirah.
Tal y como ha explicado Sari, el operativo se realizó en una semana logrando liberar un área estimada en 1000 kilómetros cuadrados de las garras de terroristas en dicha zona, donde se había convertido en una base con varios campamentos para los extremistas, que los utilizaban para entrenamiento; una parte de ellos contenían talleres para la fabricación de cinturones y artefactos explosivos, ha agregado.
En cuanto a las pérdidas en las filas del enemigo terrorista, el mando militar yemení ha sostenido que al menos 250 takfiríes murieron y resultaron cautivos o heridos; entre los abatidos había elementos de nacionalidad árabe y extranjera, además de cinco líderes de Daesh, entre ellos un emir y otros con altos cargos de la banda.
Durante estas operaciones, ha proseguido, se descubrieron documentos que muestran que Arabia Saudí y sus aliados en su llamada coalición que bombardea Yemen desde marzo de 2015, han ayudado a los takfiríes con armas, dinero, protección aérea, atención médica e instalaciones en Al-Bayda.
Conforme ha denunciado Sari, dichos documentos también confirman la participación de los elementos de Al-Qaeda y Daesh en la agresión saudí contra Yemen, exactamente entre los mercenarios.
“Estamos trabajando (…) para perseguir a los elementos takfiríes que se trasladaron a las áreas bajo el control del enemigo (saudí), como Marib (centro) y algunas áreas del sur (…) los elementos takfiríes utilizaban estas áreas para albergar elementos extranjeros, incluidos saudíes y occidentales, con la coordinación de los servicios de inteligencia internacionales y árabes”, ha apuntado.
Al mismo tiempo, ha dicho que durante la operación, los saudíes lanzaron decenas de ataques aéreos en un intento para evitar el avance de fuerzas yemeníes hacia los objetivos terroristas.
