El Nuevo Tratado de Reducción de Armas Estratégicas se ha quedado en el aire, según lo ha expresado el viceministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Serguéi Riabkov. Según el alto funcionario, si bien EE.UU. ya no exige formalmente que China participe en el pacto, presentó a Moscú una serie de nuevas condiciones e insiste en un acuerdo más ambicioso.