El PCV y la Alternativa Popular Revolucionaria. (Carta a los Partidos Comunistas y Obreros del mundo)

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El Partido Comunista de Venezuela (PCV) y la Alternativa Popular Revolucionaria: Acumular fuerzas para una salida revolucionaria a la crisis del capitalismo dependiente y rentista venezolano.

Camaradas:
Direcciones Nacionales y militancia
Partidos Comunistas y Obreros del mundo (PP.CC.OO.)

Estimadas y estimados camaradas:

Reciban ante todo el cordial y fraternal saludo del Buró Político del Comité Central del Partido Comunista de Venezuela (PCV). La presente comunicación tiene como propósito ponerlos al día de la política trazada por el Comité Central de nuestra organización, en respuesta a la agudización de la crisis del capitalismo dependiente y rentista venezolano, acentuada por la agresión multifacética del imperialismo estadounidense y la aplicación de políticas liberales al servicio del capital por parte de gobierno, que hacen más crítica las condiciones de vida de la clase obrera y el pueblo trabajador de la ciudad y el campo, en el contexto de la pandemia del nuevo coronavirus y de las elecciones a la Asamblea Nacional.

A principios de julio y agosto del presente año, celebramos el XVII y XVIII pleno del Comité Central, respectivamente, teniendo como tema central el análisis del cuadro político internacional y nacional con el objetivo de ajustar nuestra táctica política a las nuevas condiciones del desarrollo de la lucha de clases en Venezuela y considerando las perspectivas de acumulación de fuerzas en el marco de las venideras elecciones parlamentarias anunciada por el Consejo Nacional Electoral para el próximo 6 de diciembre del 2020. Luego de un profundo y fructífero debate el XVII Pleno del Comité Central (2 y 3 de julio) aprobó la orientación política de “… impulsar la construcción de una Alianza Alternativa Popular Revolucionaria, de carácter amplio, unitario, no excluyente, patriótica y antiimperialista, que asuma un Programa de Lucha para la salida revolucionaria a la crisis del capitalismo dependiente y rentista venezolano, que trascienda el hecho electoral y exprese la unidad revolucionaria obrero-campesina, comunera y popular y la amplia alianza patriótica y antiimperialista…”.

Tal decisión, se corresponde con la aplicación de la política aprobada por el 15° Congreso Nacional del PCV (junio 2017) y desarrollada por nuestra 14° Conferencia Nacional (febrero 2018) que precisó: “Construir una nueva correlación de fuerzas, liderada por una sólida unidad revolucionaria obrero-campesina, comunera y popular, es un objetivo estratégico, para asegurar la implementación de políticas, medidas y acciones de gobierno que apunten no sólo a salir de la crisis del sistema capitalista, en favor de la clase obrera y el pueblo trabajador de la ciudad y el campo, sino también con el objetivo del triunfo de la revolución proletaria y popular…”.

Es sobre la base a estas formulaciones de nuestro Congreso y Conferencia Nacional, y los posteriores desarrollos del Comité Central, que se sustenta la construcción de la Alternativa Popular Revolucionaria (APR).

En el marco de esta misma 14° Conferencia Nacional, nuestro Partido aprobó sumar su respaldo a la candidatura presidencial del compatriota Nicolás Maduro Moros para las elecciones presidenciales de mayo del 2018, quien suscribió a tales efectos el 26 de febrero 2018 el “Acuerdo Unitario Marco PSUV-PCV para enfrentar la crisis del capitalismo dependiente y rentista de Venezuela con acciones políticas y socioeconómicas antimperialistas, patrióticas y populares.”

En los 30 meses trascurrido desde la firma del referido documento, el Gobierno del Presidente Nicolás Maduro y la dirección nacional del PSUV, pese a los esfuerzos realizados por el PCV, no mostraron voluntad política para cumplir con ninguno de los compromisos contenidos en el Acuerdo bilateral inherentes al ámbito nacional. Solamente se han coordinado iniciativas conjuntas en el escenario internacional, en procura de la solidaridad con el pueblo venezolano y de denuncia de la agresión del imperialismo estadounidense y sus aliados europeos.

Adicionalmente, las contradicciones en las relaciones PCV-PSUV se fueron agudizando en la misma medida que se profundizaba la ejecución de una política económica gubernamental cada vez más subordinada a los intereses del capital y en detrimentos de las conquistas y derechos alcanzados por las y los trabajadores, el campesinado y los sectores populares a lo largo del proceso bolivariano y, especialmente durante la gestión del Presidente Hugo Chávez. El avance de una política económica liberal, reformista y entreguista, totalmente en contravía a lo establecido en los Acuerdos PSUV-PCV, configuran el avance de un cuadro de ruptura del gobierno y la dirección mayoritaria del PSUV con la clase obrera y el pueblo trabajador de la ciudad y el campo a nivel programático y práctico que, como es de suponer, coloca sin dudas al PCV en el campo de las demandas populares y de la defensa de las conquistas alcanzadas.

Esta realidad concreta se constata en la implementación de una política salarial regresiva, que se traduce en la caída abrupta del ingreso real de las y los trabajadores, la eliminación de los derechos contractuales contenido en las convenciones colectivas, la evaporación de los ahorros y prestaciones sociales, los despidos masivos ilegales de trabajadores del sector público y privado en abierta complicidad con las autoridades del Ministerio del Trabajo.

La caída de los salarios se ve agravada por la política de apertura y dolarización de la actividad económica, la completa subordinación a los intereses del empresariado en lo que respecta a la fijación de los precios de los bienes esenciales de la canasta básica alimentaria y el progresivo deterioro de los servicios públicos que, en algunos casos, avanzan hacia su privatización o concesión a sectores privados con excepcionales condiciones de explotación.

La inevitable precarización de las condiciones de vida de la clase trabajadora, ha generado su resistencia combativa frente al retroceso creciente de los derechos laborales. A lo que ha respondido el estado venezolano con represión, criminalización y judialización de las legítimas luchas obrero-sindicales que se levantan contra la configuración de estas nuevas condiciones de explotación de la fuerza de trabajo en el contexto de la crisis capitalista.

En el sector agrario se vienen imponiendo también los intereses de los sectores capitalistas del agronegocio y la recomposición terrateniente en el campo. En los últimos dos años la ofensiva criminal de los terratenientes contra los campesinos y trabajadores agrarios se ha intensificado multiplicando las acciones de desalojo de las familias campesinas de sus tierras, el asesinato de luchadores campesinos y la judialización de las luchas antilatifundistas. El 31 de octubre de 2018 fue asesinado por orden de terratenientes el camarada Luís Fajardo, miembro del Comité Central del PCV y líder campesino del Sur del Lago de Maracaibo, junto al activista popular Javier Aldana y, a la fecha, no se ha hecho justicia ni con los criminales ni con las 300 familias campesinas en lucha. Un caso en miles.

El PCV: la Amplia Alianza Patriótica y Antiimperialista

Contradictoriamente, el avance de esta política liberal, ejecutada por la corriente reformista entreguista que controla el gobierno, se profundiza en los momentos que recrudece la agresión imperialista contra el pueblo de Venezuela y sus instituciones legítimas. En los meses transcurridos del año 2020 y aún en el medio de la expansión de la pandemia mundial, el imperialismo estadounidense y sus aliados europeos, no han cesado en sus acciones de presión política, económicas y militares dirigidas a provocar un cambio de gobierno en Venezuela. La apropiación ilegal de activos de Venezuela en el exterior, las sanciones coercitivas unilaterales dirigidas a bloquear las operaciones comerciales y fuentes de financiamiento del país y las movilizaciones de fuerzas militares para construir un cerco fronterizo y marítimo sobre Venezuela, se han incrementado en lo que va de año.

Frente a este complejo escenario de asedio imperialista que pone en riesgo la soberanía y autodeterminación del país, el Partido Comunista de Venezuela (PCV) insiste en la necesidad de construir la más amplia alianza de fuerzas democráticas, populares, patrióticas, progresistas, antiimperialistas y revolucionarias que trascienda la acción coyuntural y tome cuerpo en una dirección colectiva y un programa común para vencer la agresión imperialista por medio de la transformación revolucionaria de la sociedad venezolana.

Para el PCV la lucha consecuente contra el asedio imperialista y en defensa de la soberanía, es inseparable de la lucha por una salida revolucionaria a la crisis capitalista. En este sentido, el fortalecimientos de las políticas liberales de corte antipopulares solo multiplican los efectos de la crisis capitalista y las sanciones imperialistas sobre las espaldas de los trabajadores y las trabajadoras, al mismo tiempo que debilitan las capacidades del movimiento obrero y popular para intervenir en las urgentes tareas del desarrollo agrario e industrial indispensables para contrarrestar las sanciones, el bloqueo y el sabotaje a la economía nacional. En el PCV estamos convencidos que no es por el camino de las concesiones y subordinación a los intereses de los capitalistas que se podrá vencer al imperialismo.

Desde esta perspectiva, del mutuo reconocimiento de que el imperialismo es el enemigo principal de nuestro pueblo, la Alternativa Popular Revolucionaria (APR) no representa por tanto, una ruptura con el Gobierno del Presidente Nicolás Maduro, ni con el Gran Polo Patriótico Simón Bolívar (GPPSB) y mucho menos con nuestra línea de construcción de la amplia alianza patriótica y antiimperialista para hacer frente al enemigo común. El PCV es coherente con su táctica unitaria frente a las actuales amenazas imperialistas, y por tanto no dejamos de trabajar e insistir en la necesidad de sustentar dicha unidad sobre las bases sólidas de los acuerdos programáticos a fin de retomar los objetivos de la revolución nacional-liberadora de carácter democrática, anti-imperialista y anti-monopólica, así como la necesidad de construir los espacios para el debate y la construcción colectiva de la política entre las fuerzas democráticas, patrióticas, antiimperialistas, populares y revolucionarias.

En las resoluciones del XVIII Pleno del Comité Central (1 de agosto 2020), se expresa en los siguientes términos:

“4. Este ajuste a la táctica política no es una declaración de ruptura del PCV con el gobierno encabezado por el presidente Nicolás Maduro, a quien consideramos el presidente legal y legítimo de la República Bolivariana de Venezuela, ni con el GPPSB, con quienes coincidimos en confrontar las agresión del imperialismo estadounidenses y sus aliados europeos. Sí implica una profundización de los deslinde a nivel de las políticas internas: en lo ideológico, político, agrario y, por tanto, en la concepción del desarrollo económico productivo del país y en el papel y carácter de la participación democrática y protagónica de las masas ejerciendo dirección y control social sobre los procesos de organización social, producción y distribución, así como sobre los aspectos ético-morales que afectan severamente la sociedad y, en particular, la gestión de gobierno.

“5. El PCV no se desincorpora del GPPSB, ni abandonamos nuestras relaciones con las organizaciones políticas y sociales que lo integran. Lo consideramos un espacio que puede servir para coordinar, cada vez que el PSUV-Gobierno lo decida, acciones puntuales o de gran envergadura frente a la agresión imperialista. (…) Del gobierno tampoco nos retiramos, porque no hemos sido parte del mismo: nadie puede irse de donde nunca ha estado ni pertenecido. Mucho menos nos retiramos del proceso revolucionario venezolano y mundial, que es un espacio que va más allá del gobierno, y del cual es parte el PCV desde su fundación el 05 de marzo de 1931.”

El PCV y la Alternativa Popular Revolucionaria (APR)

Como hemos explicado al inicio del documento, la Alternativa Popular Revolucionaria (APR) es un esfuerzo unitario dirigido a construir un referente orgánico de las corrientes revolucionarias en el campo obrero, campesino, comunero y popular, en el marco del desarrollo de nuestra política de “confrontar, deslindar, reagrupar y acumular fuerzas para avanzar y triunfar frente al imperialismo y al reformismo entreguista”. Se trata de un ajuste en la táctica política del PCV en las nuevas condiciones de la agresión imperialista y la agudización de la lucha de clases generada por el avance de las políticas reformistas y entreguistas.

La Alternativa Popular Revolucionaria es un proyecto de construcción unitaria que trasciende la coyuntura electoral. Su objetivo inmediato es avanzar en el reagrupamiento de todas las organizaciones políticos y sociales revolucionarias, a las corrientes comuneras y populares, así como a importantes núcleos del chavismo de base popular, que coinciden en la necesidad de construir una nueva correlación de fuerzas para defender las conquistas sociales de las y los trabajadores y el pueblo en general, vencer la agresión imperialista con la acción combativa del pueblo trabajador de la ciudad y el campo, y conquistar una salida revolucionaria a la crisis capitalista que le abra perspectiva a la revolución socialista en Venezuela.

Es desde esta perspectiva estratégica que el Partido Comunista de Venezuela (PCV), en conjunto con los partidos políticos y movimientos sociales revolucionarios, corrientes populares y núcleos del chavismo de base popular, que integramos la Alternativa Popular Revolucionaria (APR), participaremos de las elecciones parlamentarias del 6 de diciembre del 2020, presentando nuestras candidaturas propias e independientes en las listas y circunscripciones de todo el territorio nacional, expresión verdadera de la unidad en la diversidad popular revolucionaria, construida en consulta dinámica desde y con las bases de nuestras organizaciones.

Esta decisión política legitima y coherente del PCV con los intereses y objetivos de la clase trabajadora de la ciudad y el campo, en el contexto que ya hemos descrito de avance de los capitalistas sobre sus conquistas y derechos sociales, está siendo objeto de un ataque desproporcionado por parte de sectores de la dirección nacional del PSUV y del Gobierno, lo cual asumimos como una dinámica objetiva que es expresión de los intereses de clase confrontados. Se utiliza el complejo cuadro del asedio imperialista sobre Venezuela con el fin de descalificar a la Alternativa Popular Revolucionaria (APR), señalando a sus integrantes de traidores y divisionistas que hacen el juego a los planes imperialistas.

Estos ataques tienen como objetivo impedir que se configure un referente de fuerzas populares y revolucionarias en torno al cual se organice la resistencia de clase frente al rumbo inconsecuente que está tomando la política de gobierno. Estas intenciones han quedado confirmadas con la reciente sentencia emitida por el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) donde se concretar la intervención judicial del partido Patria Para Todos (PPT), integrante junto al PCV, Izquierda Unida (IU) y el Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT), del Frente Popular Antiimperialista y Antifascista (FPAA), instancia propulsora de la Alternativa Popular Revolucionaria (APR). Aunque por otras razones, también se produjo la intervención del Movimiento Revolucionario Tupamaro (MRT), cuya corriente principal que fue despojada de su tarjeta electoral se incorporó a la APR.

Sobre estos hechos, el PCV ha expresado su enérgico repudio a la intervención judicial de los partidos políticos, y hemos alertado sobre como este tipo de procedimientos vulneran el ejercicio de su democracia interna, violenta la soberanía de la militancia sobre su propia organización al colocar en la dirección de los partidos a la fracción en pugna que se identifica con el Gobierno-PSUV y representan un grave peligro contra las libertades democráticas establecidas en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. Pese a los sistemáticos ataques que se dirigen contra la Alternativa Popular Revolucionaria (APR), este proyecto se consolida y suma cada vez más voluntades en todo el territorio nacional. En poco menos de dos meses la APR se ha constituido en los 24 estados del país y en estos momentos empiezan a desarrollarse las Asambleas Populares constitutivas en los municipios y localidades a lo largo del país.

Las elecciones parlamentarias serán un importante escenario de la lucha de clases donde esperamos que la Alternativa Popular Revolucionaria (APR) por medio de sus propias candidaturas del campo obrero y popular y sus propuestas programáticas para la salida revolucionaria a la crisis capitalista, continuará dando pasos en el reagrupamiento de fuerzas en torno a este esfuerzo unitario y promoviendo el profundo debate políticoideológico entre las masas trabajadoras.

La esencia de las contradicciones.

Como ha quedado demostrado a lo largo de esta comunicación, la esencia de las contradicciones que determinan el ajuste a la táctica política del PCV y el impulso de la Alternativa Popular Revolucionaria (APR), es esencialmente de clase. No es una cuestión burocrática de “reparto de cuotas de poder” o “exigencia de curules” a la Asamblea Nacional al gobierno o al PSUV.

Estas contradicciones se manifiestan hoy nítidamente en la existencia de proyectos políticos que expresan distintos intereses de clase. Por una parte, las fracciones burguesas y pequeñoburguesas que, con fraseología seudosocialista, se han apropiado de la dirección del gobierno venezolano y vienen ejecutando una política liberal burguesa (incluso hablan de crear una “burguesía revolucionaria”), de retroceso en las conquistas del pueblo durante el proceso bolivariano, cuya conducta práctica es de carácter reformista y entreguista. Esta es su concepción de salida a la crisis general en la que estamos inmersos, producto del agotado modelo de capitalismo dependiente y rentista venezolana, agravada por los efectos de la agresión imperialista y por la política gubernamental.

Por otra parte, nos encontramos los sectores del movimiento popular revolucionario y sus corrientes obreras, campesinas y de la pesca, comuneras e indígenas, de mujeres y jóvenes, de profesionales e intelectuales, de creyentes y no creyentes, de civiles y militares patriotas, y a la diversidad de expresiones organizadas de nuestro pueblo, que asumimos, tal como lo hemos referido anteriormente, que la lucha consecuente contra el asedio imperialista y en defensa de la soberanía, es inseparable de la lucha por una salida revolucionaria a la crisis capitalista y estamos convencidos que no es por el camino de las concesiones y subordinación a los intereses de los capitalistas que se podrá vencer al imperialismo.

Es a partir de estas premisas que en las diversas conversaciones sostenidas con representantes del gobierno y la dirección del PSUV (presencial con Jorge Rodríguez el 30 de julio; videoconferencias con Jorge Arreaza el 20 de agosto y Diosdado Cabello – Aristóbulo Istúriz el 21 de agosto de 2020), les hemos propuesto: vamos a discutir la política, proponemos cambios profundos en la política económica y de desarrollo productivo nacional, laboral-salarial y sindical, de respuesta a las luchas y demandas obreras, campesinas y comuneras, de reversión de los procesos de privatización y recomposición terrateniente en el campo venezolano, de lucha a fondo contra las mafias, la corrupción y la impunidad. No ha sido posible abrir ese diálogo, de construir los espacios para el debate, el análisis autocrítico y crítico, de ejercicio de construcción colectiva de la política. Y no ha sido posible porque son proyectos que expresan intereses de clase distintos, mientras que con importantes sectores de la oposición burguesa sí es posible sentarse, dialogar y acordarse porque hay coincidencia de intereses de clase y, además, tienen fuerza interna que acompañan con la injerencia y presión externa. Este es el punto queridas y queridos camaradas.

La solicitud del PCV a nuestras organizaciones hermanas.

La presente comunicación no tiene por objeto requerir de ustedes pronunciamientos de solidaridad con el PCV ni de cuestionamiento al Gobierno – PSUV. Su único fin es mantenerles informados respecto a la Línea Política que desarrolla el Partido Comunista de Venezuela (PCV) en el territorio de la República Bolivariana de Venezuela, en tanto organizaciones hermanas que nos encontramos en el debate coincidente o divergente en la diversidad de lo que hoy denominamos Movimiento Comunista Internacional.

Reconocemos y agradecemos la inmensa solidaridad con la clase obrera y el pueblo trabajador venezolano de la ciudad y el campo, con su resistencia y luchas frente a la agresión imperialista y sionista, y ante las políticas del reformismo entreguista que nos afectan. Estamos convencidos que esa solidaridad internacionalista y proletaria se mantendrá, como ha correspondido siempre a los Partidos Comunistas y Obreros del mundo frente a las causas justas de nuestros pueblos, en combate por conquistar la liberación nacional y el verdadero socialismo-comunismo.

Agradecemos la atención que se sirvan prestar a la presente y estamos a vuestra entera disposición para cualquier intercambio, ampliación de informaciones u opiniones, aclaratorias que consideren pertinente o entrevistas.

Abrazo fraterno y solidario.

¡VIVA EL INTERNACIONALISMO PROLETARIO!
BURÓ POLÍTICO DEL COMITÉ CENTRAL
PARTIDO COMUNISTA DE VENEZUELA (PCV)

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