El ministro de Salud de Irán, Said Namaki, envió el sábado una carta al director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, en la que denuncia el impacto de las medidas coercitivas de EE.UU. en la sociedad iraní, sobre todo debido a la crisis sanitaria por la pandemia del nuevo coronavirus, causante de la COVID-19.
Namaki denunció también la “violación unilateral y flagrante” de las leyes internacionales que realiza la Administración norteamericana, incluido acuerdo nuclear, de nombre oficial Plan Integral de Acción Conjunta (PIAC o JCPOA, por sus siglas en inglés), lo que ha devenido en la reimposición de draconianas sanciones contra el pueblo persa.
“Es hora de un llamado global para levantar todas las sanciones y no arriesgar aún más la salud de los afectados. Por lo tanto, le insto a tomar los pasos pertinentes para coadyuvar al levantamiento de las sanciones ilegítimas y unilaterales de EE.UU. que han causado tanto dolor y muerte (…)”, se lee en la misiva.
El titular iraní insistió en que limitar el acceso de Irán a las transacciones bancarias ha afectado a la economía del país y ha socavado las actividades comerciales, lo que ha imposibilitado la adquisición de medicamentos y equipos que permitan combatir la COVID-19.
“La comunidad médica tiene el deber humano de ayudar a levantar las sanciones (…) contra Irán”, subrayó Namaki, agregando que durante los últimos siete meses, el país persa ha intentado sortear las sanciones y combatir el nuevo coronavirus. En marzo de 2019, la Corte Internacional de Justicia (CIJ) urgió a EE.UU. levantar parte de los embargos antiraníes.
En este sentido, el ministro puso su esperanza en que la OMS, las Naciones Unidas y los demás organismos internacionales hicieran lo posible para facilitar los insumos médicos a los iraníes.
