No es el confinamiento «de Ayuso» ni de «la derecha». El Estado está involucrado, y con él todos los partidos con responsabilidades de gobierno (PSOE, Podemos, PP, C’s y VOX). El anuncio que realizó el Viceconsejero de Sanidad de la CAM, Antonio Zapatero, fue previamente pactado con el Ministro de Sanidad, Salvador Illa, y apoyado por el resto de partidos.
Los términos del confinamiento se acordaron en la reunión que el pasado miércoles 16 de septiembre mantuvieron la ministra de Política Territorial y Función Pública, Carolina Darias, y el presidente de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), Abel Caballero, que mantuvieron además contacto telefónico con la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid (CAM), y donde intercambiaron información y concretaron los términos del confinamiento.
En la rueda de prensa posterior a la reunión, el ministro se reservó la información en base a la estrategia del Gobierno de Sánchez de delegar el desgaste político de las restricciones a las Comunidades Autónomas, pero recordó que mantiene un contacto «permanente» con la Consejería de Sanidad y que, por ello, «estoy convencido de que tomarán las medidas correspondientes para evitar más contagios».
«En Madrid hay que tomar medidas adicionales y lo comparto, pero valoraré las medidas una vez las conozcamos, si bien el Gobierno siempre apoya las decisiones que tomen las autoridades sanitarias de las comunidades autónomas», ha apostillado Illa.
En este caso, el argumento sostenido por la CAM es que la población de estas zonas «ha sido muy irresponsable» y que «actualmente tenemos un comportamiento de relajación ciudadana que no nos podemos permitir. Creo que es algo que todos vemos cuando salimos a la calle. No podemos dar un paso atrás. Les adelanto que se tomarán decisiones orientadas a la restricción de la movilidad y la reunión de personas y que daremos a conocer este fin de semana. Queremos tener controlado el virus».
No me parece realista tratar de relacionar el aumento de los contagios del virus con los barrios del extrarradio donde se construyeron viviendas baratas que ocupan miles de trabajadores/as en los llamados “pueblos dormitorios de Madrid”. En Argüelles o Salamanca, en el centro o la Elipa también se están dando cientos de casos.
Así pues, no creo que la culpa de esta situación se achaque al lugar donde se ubican esas miles de personas, sino más concretamente podría relacionarse con un transporte público abarrotado que han de utilizar para acudir a su puesto de trabajo… si es que lo tienen.
Sin embargo, son las fiestas, las reuniones masivas familiares y amistosas sin adoptar normas, los botellones etc., donde más peligro existe para todos y todas los habitantes de esos barrios.
Soy vecina de Fuenlabrada y lo constato. En todos los grupos sociales hay imprudentes e irresponsables.