El Ministerio de Defensa de Taiwán confirmó el sábado que una corbeta de la Armada canadiense había navegado por el estrecho de Taiwán, desde el mar de la China Meridional.
Por su parte, las Fuerzas Armadas taiwanesas informaron que habían monitoreado el buque mientras cruzaba el estrecho en una situación normal, según la catalogaron.
Sin embargo, este movimiento marítimo podría desatar la ira del Gobierno de China, que sigue defendiendo su soberanía sobre Taiwán.
Asimismo, se podrían agravar las relaciones ya de por sí tensas entre Pekín y Ottawa por los comentarios, según los chinos, injerencistas de Canadá sobre las protestas en Hong Kong y después de que las autoridades canadienses ordenaran la detención, en septiembre de 2018, de la directora financiera del gigante tecnológico Huawei, Meng Wanzhou.
Canadá también tiene previsto participar a finales de octubre en los ejercicios militares conjuntos ‘Keen Sword’ con las Fuerzas de Autodefensa de Japón (JSDF, por sus siglas en inglés) y el Comando del Indo-Pacífico de EE.UU.
El entorno regional de China y Taiwán atraviesa momentos de crecientes escaladas, a medida que la Marina de Estados Unidos realiza viajes regulares a través del citado estrecho.
Pekín denuncia tanto la presencia militar de Estados Unidos en la zona como su apoyo militar y político a Taiwán.
Preocupada por violaciones al principio de “una sola China”, Pekín ha realizado, en las últimas semanas, numerosos ejercicios a lo largo de su costa y cerca de la isla en cuestión, lo que, conforme señalan muchos expertos, demuestra la determinación del gigante asiático de defender la soberanía nacional y su rechazo a la independencia de Taiwán.
