Hablando en el debate general de la tercera comisión de la Asamblea General de las Naciones Unidas (AGNU), el representante permanente de China ante la ONU, Zhang Jun, exigió el martes al ente internacional la adopción de una resolución contra Estados Unidos por discriminación racial y violencia sistemáticas en los sistemas judiciales y policiales de ese país norteamericano.
“Millones de estadounidenses han gritado ‘No puedo respirar’ y ‘Las vidas de los negros importan’. La Tercera Comisión debería prestar atención a la discriminación racial y la brutalidad policial en Estados Unidos. La Comisión debe discutir el tema y adoptar una resolución al respecto”, planteó el diplomático chino.
Zhang refutó las acusaciones “infundadas” contra China sobre temas relacionados con Xinjiang y Hong Kong por parte de Estados Unidos y sus aliados europeos. “Es Estados Unidos quien debería eliminar la discriminación racial y permitir que su gente respire”, insistió.
El representante chino ante la ONU remarcó que Estados Unidos es “el país más beligerante del mundo” y “sus manos están manchadas con sangre de civiles inocentes”, por tanto, “es quien debería detener los crímenes de guerra y devolver la paz al mundo”.
Por otra parte, en una reunión de la Organización Mundial del Comercio, Pekín subrayó que la restricción impuesta por EE.UU. a dos de sus aplicaciones móviles, TikTok y WeChat, “son claramente incompatibles con las reglas de la OMC, restringen los servicios comerciales transfronterizos y violan los principios y objetivos básicos del sistema comercial multilateral”, según ha informado este miércoles la agencia de noticias Reuters.
El representante chino en dicha reunión explicó que Estados Unidos no ha dado razones sólidas o pruebas para prohibir las aplicaciones de Internet, lo que es un “claro abuso” a las reglas de la OMC.
Las relaciones entre China y Estados Unidos se agravan cada día más tanto en el campo político, como en lo económico y comercial. Estas tensiones se enmarcan en la batalla tecnológica que ha surgido por debajo de la guerra comercial entre los dos países, iniciada por el presidente de EE.UU., Donald Trump, que trata de afianzar la idea de que Pekín es la causa de los problemas económicos de su país.