Brasil “ve a China como una amenaza global a la privacidad y soberanía de los datos”, declaró el jueves un alto miembro del gabinete del mandatario brasileño, Jair Bolsonaro, al portal Bloomberg, bajo condición de anonimato.
Debido a tal situación, prosiguió la fuente anónima, Bolsonaro está considerando prohibir que el gigante tecnológico chino Huawei participe en el suministro de componentes para construir la quinta generación de tecnología móvil (5G) en Brasil.
Todavía no se ha tomado una decisión definitiva al respecto, agregó, antes de afirmar que otros países que ya prohibieron las operaciones de Huawei no han sufrido grandes consecuencias.
Eso mientras un reporte publicado el pasado septiembre en el medio digital hongkonés Asia Times alertó que las sanciones a Huawei destruirían la industria de chips de EE.UU.
Por otro lado, el miembro del gabinete de Bolsonaro descartó la posibilidad de represalias por parte de Pekín, indicando que el gigante asiático “depende de las importaciones agrícolas brasileñas”.
La medida, de adaptarse, supondría otro paso dado por Bolsonaro en secundar las controvertidas políticas del presidente estadounidense, Donald Trump, quien prohibió el año pasado el uso de equipamientos de telecomunicaciones fabricados por compañías consideradas como una amenaza para la seguridad nacional de EE.UU. e incluyó en su lista negra de sanciones a Huawei.
Es más, el inquilino de la Casa Blanca ha estado presionado a sus aliados para que cierren las puertas de sus redes nacionales 5G a las compañías chinas, acusándolas de espiar para el Gobierno chino, presidido por Xi Jinping, a través de sus dispositivos, algo que Pekín desmiente.