“El trío de las islas Abu Musa, el Tonb Mayor y el Tonb Menor siempre han sido una parte integrable del territorio iraní. Estas islas son iraníes y lo serán para siempre”, subrayó el martes el representante permanente de Irán ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Mayid Tajt Ravanchi.
El embajador de Irán hizo estas declaraciones en una reunión virtual del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (CSNU), donde tachó de “infundados” los comentarios de algunos países ribereños del Golfo Pérsico, incluido los Emiratos Árabes Unidos (EAU), que cuestionan la soberanía del país persa sobre el trío de las islas.
Tajt Ravanchi aprovechó la instancia para expresar la determinación de la República Islámica para promover un diálogo constructivo con los vecinos para resolver las diferencias y mantener relaciones amistosas con los países ribereños del Golfo Pérsico.
Irán ha rechazado en reiteradas ocasiones las repetidas injerencias en relación con la soberanía de las islas Abu Musa, Tonb Mayor y Tonb Menor y ha subrayado que su pertenencia a Irán se asienta en una realidad histórica irrefutable y ha aportado documentos históricos que demuestran que son parte del territorio de Irán desde el siglo XVIII.
Irán garantiza la seguridad del Golfo Pérsico
El representante iraní rechazó además los comentarios de algunos Estados árabes que acusaron en la cita virtual a Irán de causar inestabilidad en la región y dejó en claro que el país persa “desempeña un papel innegable en garantizar la seguridad energética y el comercio en el Golfo Pérsico”.
Tajt Ravanchi criticó a algunos países árabes ribereños del Golfo Pérsico por gastar anualmente cientos de miles de millones de dólares en armas para garantizar su seguridad y señaló que los enormes gastos militares ni les darán legitimidad, ni crearán la seguridad sostenible para ellos.
Cargó además contra algunos países occidentales por convertir la región de Asia Occidental en un “barril de pólvora” a punto de explotar, vendiendo grandes cantidades de armas de destrucción masiva a los países árabes.
El diplomático persa concluyó, instando a los países de la región a respetar la soberanía nacional y la integridad territorial de los demás y a no entrometerse en sus asuntos internos.