Estudiantes, profesores y administradores escolares sirios se manifestaron contra la administración autónoma de las milicias kurdas de las Fuerzas Democráticas Sirias en Hasaka exigiendo la apertura de escuelas públicas dirigidas por las autoridades de Damasco.
Ellos protestaron contra el cierre de escuelas públicas en localidades y aldeas de la provincia de Hasaka, pidiendo a las organizaciones internacionales que intervengan para poner fin a los abusos de la administración autónoma kurda y sacar a las escuelas de los conflictos políticos y militares para permitir que los estudiantes regresar a las mismas.
Preguntados por el canal de noticias libanés Al Mayadin TV, los estudiantes explicaron cómo, debido al cierre de escuelas en áreas sujetas a las FDS, los estudiantes se ven obligados a cruzar largas distancias para llegar a escuelas públicas en las zonas controladas por las autoridades sirias.
“Tenemos que soportar todas las condiciones climáticas y viajar largas distancias para seguir la educación pública en áreas controladas por el gobierno sirio después de que las FDS cerraron todas las escuelas e impusieron métodos de enseñanza diferentes a los de la enseñanza pública que son rechazados por todos”, explicó el estudiante Omar.
Otros dos estudiantes, Hind y Rim, por su parte, deploraron las condiciones en las escuelas dirigidas por la administración kurda, donde las clases están abarrotadas creando un caldo de cultivo para la propagación del nuevo coronavirus.
La organización educativa afiliada a la administración autónoma kurda se ha apoderado de 2.000 escuelas públicas en el noreste de Siria, donde ha prohibido los métodos de educación pública en todas las etapas. Esto ha llevado a miles de estudiantes a cruzar largas distancias para llegar a las escuelas públicas en las dos ciudades de Qamishli y Hasaka, controladas por Damasco.
Para absorber el número de estudiantes en las 179 instituciones que administra, el gobierno sirio ha establecido 200 instalaciones adicionales en edificios prefabricados. También transformó edificios y viviendas gubernamentales en escuelas públicas.
