Adriana Quintero.— Taiwán, Uruguay y Vietnam están entre los países que registran las cifras más bajas de contagios y muertes por cuenta de la pandemia de coronavirus en 2020. Dos de ellos fueron invitados por la Federación Médica Colombiana, FMC, a un foro internacional para que expusieran las estrategias empleadas que los han llevado a tener un manejo exitoso del covid-19.
El evento se realizó la semana pasada y evidenció que sus gobiernos han podido controlar al máximo el coronavirus, y que la crisis no ha sido excusa para no garantizarle a la población una renta básica y un excelente servicio de salud a bajo costo.
Según el Banco Mundial, la pandemia “empujará entre 88 y 115 millones de personas a la pobreza extrema este año, mientras que la cifra total llegará a 150 millones para el 2021”. La gran mayoría de estas no han contado ni contarán con el apoyo de sus gobiernos para solventar la crisis sanitaria y económica que afrontan.
Taiwán
Taiwán es considerado líder en el campo de la medicina y reconocido en el ámbito mundial por su adecuado manejo del covid-19. “Ser cautelosos, tener una respuesta rápida y ejecutar despliegues avanzados ha sido el éxito de Taiwán para salvaguardar la salud de su pueblo, también le ha permitido ayudar a la comunidad internacional en la lucha contra la pandemia donando más de 54 millones de tapabocas”, aseguró la doctora Francisca Yu-tsz Chang, representante de la oficina Comercial de Taipéi en Colombia.
Ese país tiene aproximadamente 23 millones de habitantes y no ha tenido confinamiento. Las personas utilizan tapabocas en la escuela, el trabajo, centros comerciales y en los restaurantes de manera voluntaria, su uso obligatorio es en el transporte público, sus fronteras han estado siempre abiertas y el único requerimiento es quedarse 14 días en cuarentena después de la entrada al país.
No obstante, a la fecha se han registrado 554 casos la mayoría son de ciudadanos residentes en el exterior que regresaron en época de pandemia, se han recuperado 514 personas y 7 han fallecido.
Sin embargo, “hace 17 años el panorama fue completamente diferente debido al Síndrome Respiratorio Agudo Grave, SARS, que traumatizó al país por el gran número de muertes que ocasionó, infectó a 671 personas y mató a 84”, dijo el doctor Philip Yi-chun Lo, subdirector general del Centro de Control de Enfermedad del Ministerio de Salud y Bienestar de Taiwán.
Debido a esa experiencia, el Gobierno reformó su infraestructura estableciendo un centro de gestión de desastres, aumentó la producción de equipos de protección, revisó la ley de enfermedades infecciosas, gestó una comunicación transparente y reforzó el compromiso político para garantizar que el cambio del sistema estuviera listo cuanto antes.
Esta vez la respuesta al covid-19 fue rápida y proactiva. Desde el 31 de diciembre realizaron exámenes a todos los vuelos procedentes de Wuhan, iniciaron las conferencias de prensa a diario realizadas antes de que la OMS declarara al covid-19 como emergencia de salud pública mundial. Inicialmente afrontaron una crisis de mascarillas, pero aceleraron la producción y distribución, cada persona adquirió tapa bocas a 0,17 centavos de dólar.
En Taiwán hay hospitales públicos y privados, todos están cubiertos con el sistema nacional de salud y los pacientes pueden elegir el que quieran, el 99.9% de la población está asegurada, el 1% corresponde a extranjeros, quienes a los cuatro meses de estar en el país ya tienen derecho a la salud pública. Si un ciudadano gana un salario mínimo debe pagar 20 dólares al mes, pero si padece de cáncer el seguro le cubre todo. Es un sistema que lleva 30 años siendo un éxito.
Uruguay
Uruguay tiene una población de tres millones y medio de habitantes. A la fecha 3.082 personas han sido positivas, 2.504 se han recuperado y 58 han muerto.
Según Zaida Arteta, especialista en medicina interna y enfermedades infecciosas, “en Uruguay vivimos la pandemia de la influenza del 2009 y nuestro sistema de salud se complicó porque tuvo mucha demanda de cuidados intensivos, y estuvimos al borde de no tener la capacidad de respuesta”. No obstante, el país reaccionó mejor ante el covid-19.
“Con tan solo cuatro casos, se cerraron colegios, fronteras, espectáculos públicos y deportivos, no hubo cuarentena obligatoria, únicamente un exhorto del Gobierno a la población para cumplir las recomendaciones. Todos voluntariamente nos quedamos en casa”, explicó Gustavo Greco, presidente del Sindicato Médico del Uruguay.
Los uruguayos gozan de un sistema nacional integrado de salud, financiado con fondos públicos; el país destina el 9.4% del PIB, todos aportan en proporción a sus ingresos. El 63% de los ciudadanos asiste al sector privado y el 37% al público, la cobertura alcanza al 100% de la población y los migrantes tienen acceso a la salud desde que llegan al país.
Debido al coronavirus se implementó una red de protección social. Las personas mayores de 65 años con morbilidades permanecen en sus casas y el Estado a través de un fondo especial les otorga una renta por enfermedad. Las pruebas diagnósticas son tomadas en las casas y los pacientes quedan confinados en su domicilio, evitando muchos contagios.
Vietnam
Por otra parte, Vietnam también fue víctima del SARS en 2003, virus que generó pánico y graves consecuencias económicas. Por tal motivo, implementaron estrategias de atención médica en las que transfieren más ayudas de los hospitales de niveles superiores a centros de atención primaria para contribuir en su desarrollo.
Vietnam está en vía de desarrollo, tiene una población aproximada de 95 millones de personas, comparte 1.400 kilómetros de frontera con China, epicentro del coronavirus, y sorprendentemente hasta inicios de agosto no había registrado ni un solo muerto por covid-19. En tres meses ha tenido únicamente 35 decesos y desde que comenzó la pandemia, solo ha tenido 1.180 casos de contagio y 1.062 personas recuperadas.
Se cancelaron rápidamente los vuelos internacionales y en febrero con solo diez casos confirmados ordenaron un confinamiento estricto. Desde entonces, su éxito ha consistido en aislar a los infectados y realizar un rastreo agresivo con los que han tenido contacto.
La difusión de campañas de comunicación por medio de diferentes plataformas ha logrado la cooperación de los ciudadanos y la optimización, por parte del Gobierno, de los recursos económicos e intelectuales. Aspectos que han sido clave en la contención de la pandemia.
El 87,7% de la población cuenta con seguro de salud, pero el Gobierno decidió enviar a la mayoría de contagiados al Hospital Nacional de Enfermedades Tropicales, que se dedicó a atender exclusivamente a pacientes con covid-19. También implementó en las ciudades un programa intensivo de pruebas de control adonde los ciudadanos pueden acudir en caso de tener síntomas. Adicional a esto, autorizó el uso de tres kits de pruebas nacionales, cuyo precio es menor a 25 dólares cada uno y arroja resultados en 90 minutos.
La clave del éxito de estos tres países en la lucha contra el covid-19 está en el desarrollo de un sistema completo de salud pública de cobertura alta, en contar con la transparencia del sector gubernamental para distribuir honestamente los recursos públicos y en realizar un trabajo eficiente. Los antecedentes de pandemias los han ayudado a estar alerta y a prepararse más, a invertir en infraestructura y a contar con compromiso político para poder trabajar por el bienestar de su población.
