Estudiantes del Reino Unido planean llevar a cabo la mayor huelga contra los alquileres universitarios en cuatro décadas, para expresar su descontento por las restricciones en los campus y la reducción de manera significativa del número de clases presenciales debido a la pandemia del covid-19, informó este domingo The Guardian.
Al menos una veintena de huelgas de este tipo ya están en curso o se están organizando en los distintos centros educativos, entre ellos la Universidad de Londres y las prestigiosas universidades de Oxford y Cambridge.
“Esta es la ola más grande de militancia de estudiantes arrendatarios en más de 40 años”, explicó el activista Matthew Lee, quien aseguró que los estudiantes están hartos de ser tratados como “vacas de efectivo para las universidades”.
El mes pasado una huelga masiva consiguió que en la Universidad de Manchester se redujera en un 30 % el precio de los alquileres para estudiantes. Asimismo, se calcula que casi 600 jóvenes están dispuestos a continuar con sus reivindicaciones en enero.
“Se administran como negocios”
“Los estudiantes no deberían pagar por las aulas cuando no están allí”, declaró Ben McGowan, uno de los organizadores de la protesta, detallando que están trabajando con colegas de otras universidades para que también se beneficien de un recorte en el precio de los alquileres.
Por su parte, la activista Ellie Concannon, de la Universidad de Sussex, afirmó que “los estudiantes se están desesperando porque el dinero es muy escaso durante el período navideño”. En este sentido, aseguró que muchos de ellos están en “situaciones extremas” y llevan meses sin disponer de servicios de salud mental.
“Las universidades son tan ricas que absolutamente tienen los medios para aplicar recortes de alquiler y garantizar que no se despida al personal”, aseveró Laura Hone, de Rent Strike Cambridge. “Sin embargo, continuamente anteponen las ganancias al bienestar de los estudiantes y el personal; se administran como negocios”, añadió.
La respuesta de las universidades
La presidenta de la Unión Nacional de Estudiantes, Larissa Kennedy, afirmó que “se ha mentido a los estudiantes”, argumentando que se les dijo que en los campus estarían seguros y habría enseñanza presencial y, a los pocos días de instalarse, muchos jóvenes descubrieron que casi todas las clases se impartían de manera ‘online’.
“Las universidades se han convertido en megapropietarios, cobrando millones de libras en alquiler cada año”, sostuvo Kennedy. De hecho, solamente en el último año académico las universidades británicas generaron más de 2.500 millones de dólares del funcionamiento de residencias.
Desde la Universidad de Sussex han asegurado que están trabajando de manera incansable para garantizar que vivir en el campus sea posible durante la pandemia. Por su parte, un portavoz de la Universidad de Manchester indicó que no se podrán ofrecer más reducciones, pero que los estudiantes pueden interrumpir su contrato de alojamiento sin una sanción financiera.
