“Recuerdan que hace dos años, Estados Unidos se retiró de este acuerdo y como respuesta, Irán decidió retirar gradualmente sus compromisos”, ha señalado el número uno de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) en una entrevista publicada este miércoles por la cadena estadounidense de noticias CBC News.
Grossi ha declarado que el país persa está desarrollando su programa de energía nuclear y “esto no sucedió por sí mismo”, sino en el marco del acuerdo, de nombre oficial Plan Integral de Acción Conjunta (PIAC o JCPOA, por sus siglas en inglés), alcanzado en 2015 entre Irán y el Grupo 5+1—entonces integrado por EE.UU., el Reino Unido, Francia, Rusia y China, más Alemania—.
El funcionario ha subrayado que la AIEA todavía está presente en Irán para supervisar lo que está sucediendo. El futuro depende en gran medida de lo que decidan las partes firmantes en las próximas semanas y meses.
“Confío en que después de que el nuevo gobierno asuma el cargo en Washington, se llevarán a cabo nuevas actividades al respecto y espero que otras partes se unan para alcanzar negociaciones”, ha agregado.
Cuando se le preguntó cómo Irán volverá a cumplir con todos los compromisos, Grossi asevera que las diferentes partes tienen expectativas distintos de lo que va a suceder y nosotros no deberíamos hablar por parte de ellas.
Irán, el 5 de enero, dio el quinto paso en la reducción de sus compromisos con el acuerdo en medio de la escalada de tensiones entre Teherán y Washington por el asesinato en Irak de su notable estratega militar el general Qasem Soleimani, en un ataque aéreo de EE.UU. la madrugada del 3 de enero.
Irán, que insiste en que protegerá los derechos que le otorga el acuerdo, decidió reducir gradualmente sus compromisos tras dos años de inacción de los firmantes europeos del pacto, es decir el Reino Unido, Francia y Alemania, para garantizar los intereses de Teherán ante las sanciones que restableció EE.UU. en su contra, mientras fueron levantadas en virtud del acuerdo.
En reiteradas ocasiones Irán ha puesto énfasis en que el acuerdo nuclear, del que EE.UU. se salió unilateralmente en mayo de 2018, no es renegociable, pero acoge con beneplácito un posible regreso al acuerdo de la nueva administración estadounidense.