Se trata de uno de los beneficios sociales que se ofrece al pueblo coreano por el Estado.
El 19 de diciembre de 35 de la era Juche (1946), en el presídium del Comité Popular Provisional de Corea del Norte se discutió el problema de establecer numerosas casas de convalecencia y de reposo en diferentes lugares del país para garantizar satisfactoriamente la vida cultural de los trabajadores.
Como resultado, se establecieron más de 10 casas de reposo y de convalecencia en distintos lugares del país que iniciaron su función desde abril de 1947.
Durante la ardua Guerra de Liberación de la Patria (1950-1953) este sistema no se interrumpió según la medida estatal de restablecer y poner en función las casa de convalecencia y de reposo aprobada en febrero de 40 de la era Juche (1951). Así, se crearon casas de reposo nocturno en las fábricas y empresas y otras para los militares en el frente.
Aun en los días difíciles de rehabilitación y construcción de postguerra, se impulsó con prioridad la restauración de casas de descanso y de convalecencia para los trabajadores y luego se establecieron las casas de reposo para los campesinos.
Hoy la RPDC aumenta sistemáticamente las casas de descanso y de convalecencia y las acondiciona excelentemente. En los montes renombrados como Kumgang, Myohyang y Chilbo y las zonas donde existen aguas medicinales y fuentes termales se construyen casas de reposo para los trabajadores.
Y en otras construidas en las instituciones y empresas y sus alrededores los empleados pasan horas placenteras aliviándose de la fatiga del trabajo.
En la casa de reposo de la Central Termoeléctrica de Sunchon descansan muchos trabajadores en varias promociones al año. Y en la otra acondicionada peculiarmente en el campo de construcción de la ciudad de Samjiyon, reposan decenas de innovadores laborales, inventores y otros constructores en promoción. Durante el período de descanso se organizan diversas actividades culturales y recreativas.
Todo el fondo necesario para la gestión de las casas de descanso y reposo se desembolsa por el presupuesto estatal y los gastos para el viaje de ida y vuelta de los trabajadores se cubren a expensas del Estado.
Naenara
