Fan Anqi | Beijing, 18/12/2020 (El Pueblo en Línea).— Con la sonda Chang’e-5 haciendo una conclusión perfecta a su viaje de 23 días a la Luna, trayendo de vuelta el suelo del vecino astro de la Tierra, la provincia de Hunan, ciudad natal del difunto líder chino Mao Zedong, será uno de los sitios donde se almacenarán para conmemorar al líder, que fue un apasionado de la exploración espacial, indicó este jueves la Administración Nacional del Espacio de China (CNSA, por sus siglas en inglés).
La CNSA indicó en una conferencia especial con los medios que una parte de la muestra del suelo lunar recogida por Chang’e-5 se conservará en Shaoshan, Hunan como tributo a Mao, quien una vez expresó su admiración y asombro por el espacio cuando afirmó: «Podremos abrazar la Luna en el Noveno Cielo y atrapar las tortugas en las profundidades de los Cinco Mares».
Más allá de la intención de honrar al difunto líder, el Director Adjunto del Centro de Programas de Exploración y Espacio Lunar de la CNSA, Pei Zhaoyu, explicó que Hunan también fue elegido por sus condiciones geológicas favorables.
El aterrizaje de la sonda Chang’e-5 fue transmitido en vivo por Sina Weibo. Mientras las luces de la ciudad se atenuaban en la noche silenciosa, millones de chinos miraban a las pantallas de sus teléfonos, con los corazones emocionados.
Los videos atrajeron casi 2 millones de visitas a partir de las 3 de la mañana, hora de Beijing, lo que demostró la emoción del pueblo chino por el regreso de la sonda.

Curiosamente, una misteriosa criatura fue vista mezclada con el equipo de búsqueda y rescate que tuvo la primera visión de la cápsula de regreso del Chang’e-5 en una zona cubierta de nieve en Siziwang Banner, Región Autónoma de Mongolia Interior.
Mientras que muchos cibernautas sospechaban que el animalito era un zorro inteligente o un lobo feroz, la CNSA reveló que resultó ser un pequeño conejo peludo – tal como la antigua historia china ha descrito en el mito de la diosa Chang’e, que siempre trae a su conejo de mascota.
Otro detalle revelado a partir de una de las imágenes enviadas desde el área de aterrizaje desencadenó una ola de risas – la cápsula polvorienta de Chang’e-5 estaba cubierta con docenas de almohadillas de calefacción para mantenerlo caliente contra el frío -30C. «Esto es tan adorable. Parece que esas madres siempre están preocupadas por sus hijos en invierno, mostrando su cuidado en la mayor medida cubriendo a sus hijos con almohadillas de calefacción por todo el cuerpo», escribió un cibernauta.

Poco después del lanzamiento de Chang’e-5, los curiosos cibernautas desempolvaron un artículo publicado en 2005 por el Diario del Pueblo donde se establecían los planes para toda la serie Chang’e: orbitar, aterrizar y recuperar muestras, al tiempo que especificaban que se esperaba que las misiones se completaran en el 2020.
Quince años más tarde, lo anunciado fue finalmente cumplido. «Es difícil creer que nuestras fantasías distantes y poco realistas – casi colindantes con el reino de la ciencia ficción – se hayan hecho realidad», aseguró un cibeernauta en Weibo.
La persistencia de China en el cumplimiento de su objetivo sorprendió a los investigadores extranjeros. «China está desarrollando proyectos espaciales de todo tipo, de acuerdo con su propio calendario, y no se está apresurando, sino avanzando a su debido tiempo para poder hacer bien las cosas», indicó Bleddyn Bowen, analista del espacio exterior de la Universidad de Leicester a CCTV.
Las muestras lunares se dividirán en tres partes para atender a diferentes propósitos, señaló Wu Yanhua, subdirector de la CNSA. El primer grupo será enviado a laboratorios científicos para su uso en la investigación, mientras que los otros dos se exhibirán en museos nacionales con fines educativos y se compartirán con la comunidad internacional, de acuerdo con las regulaciones de gestión de datos lunares vigentes. Incluso podría entregarse como regalo especiales a los países que trabajan los asuntos aeroespaciales en estrecha colaboración con China.