“Reanudaremos las misiones navales en el mar Rojo, donde nuestros buques comerciales se han enfrentado recientemente a algunos hostigamientos”, informó el miércoles el general de división Mohamad Hosein Baqeri en la apertura de un ejercicio naval de dos días, denominado Eqtedar (Poder), en las costas de Makran (sureste de Irán), ubicada a lo largo del mar de Omán.
El alto mando castrense iraní subrayó que las Fuerzas Armadas de la República Islámica garantizarán definitivamente la seguridad de los petroleros y buques comerciales del país persa en esas aguas.
“Las Fuerzas Armadas de la República Islámica de Irán no permitirán que ningún enemigo socave la seguridad de sus buques”, subrayó el general Baqeri.
De acuerdo con el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Irán, el poder defensivo del país en aguas internacionales ahora es claramente visible.
“Vemos que los petroleros y embarcaciones comerciales de Irán, a pesar de todas las amenazas, se mueven hacia los puntos más lejanos, como la costa caribeña en Venezuela con total seguridad y paz bajo la orgullosa bandera de la República Islámica de Irán”, resaltó.
El miércoles, el general Baqeri presenció un simulacro naval en el que Irán estrenó el barco militar más grande de su historia, el buque base avanzado Makran que puede transportar siete helicópteros.
El mar Rojo es una de las rutas marítimas más transitadas del mundo que conduce al canal de Suez, por donde pasan miles de barcos cada año a través del estrecho estratégico de Bab al-Mandab en su extremo sur.
En los recientes años, la Armada iraní ha incrementado su presencia en las aguas internacionales para velar por la seguridad de las rutas navales, en peligro por los ataques piratas, y para enfrentar a los barcos estadounidenses que violan repetidamente la soberanía de las aguas jurisdiccionales de Irán, especialmente en el Golfo Pérsico.
