Han tenido que pasar seis años desde que ocurrieron los hechos en la manifestación del 4 de octubre de 2014 en la Puerta del Sol de Madrid para que se celebrará el juicio, por la acusación de atentado contra la policía, de varios de los compañeros y compañeras que se estaban manifestando pacíficamente ese día contra la monarquía autoritaria y corrupta; y que, después de ser brutalmente apaleados/as por las unidades antidisturbios, fueron denunciados/as por sus jefes por un presunto “delito de atentado”.
La sentencia absuelve a los/as manifestantes -entre los que se encontraban Doris Benegas y Luis Ocampo- de cualquier delito, lo cual entendemos que significa una pequeña victoria para el movimiento popular, fruto de la importante campaña de apoyo social que se desarrolló en los meses previos al juicio en la que se implicaron decenas de colectivos sociales, sindicales y políticos. Igualmente, creemos que el trabajo jurídico de la defensa de los acusados de la Coordinadora 25-S fue de una gran calidad.
La sentencia dictada por la Audiencia Provincial de Madrid sobre los hechos acontecidos en octubre de 2014 hay que contextualizarla en el momento político-jurídico actual. Hace muy pocos días, la Audiencia Provincial absolvió a la Sra. Cristina Cifuentes del delito de falsificación documental en relación con su famoso máster, alegando falta de pruebas. Resultaría totalmente escandaloso que pocos días después hubiera una sentencia condenatoria por atentado a la autoridad contra las tres personas imputadas por el Juzgado de Instrucción en relación con los ya referidos hechos de la manifestación del 4 de octubre de 2014, hechos que aparecen perfectamente recogidos en varios vídeos y en los que queda claro que los/as acusados/as son víctimas de la brutalidad policial.
Es bueno recordar que la Delegada del Gobierno en Madrid era en aquel entonces precisamente la Sra. Cristina Cifuentes, que fue también la responsable de organizar el dispositivo policial (un auténtico estado de excepción) que se impuso en Madrid en los días en los que se llevó a cabo la Coronación de Felipe VI, el heredero de Juan Carlos I y de su régimen corrupto y autoritario.
La sentencia tiene el aspecto de cierta victoria, como señalábamos al principio, pero hay un segundo aspecto que nos parece inaceptable y por tanto la vamos a recurrir ante el Tribunal Supremo. Nos referimos a la absolución de los policías responsables de las agresiones ocurridas. Tampoco nos parece admisible el relato de los hechos acontecidos que aparecen en el cuerpo de la sentencia.
El día 4 de octubre de 2014 asistimos a una más de las brutales agresiones policiales contra gente pacífica, tal como vimos hace pocos días en Linares contra una joven de 14 años y su padre, o en la calle Atocha de Madrid contra unos jóvenes que salían de un concierto. No recurrir la absolución de los autores de una evidente y documentada acción de brutalidad policial sería incoherente con nuestra voluntad democrática.
Queremos aprovechar esta nota para expresar nuestra solidaridad y exigencia de la puesta en libertad de Pablo Hasél. No compartimos una buena parte de sus planteamientos, pero consideramos que un elemental régimen de libertades tiene que asumir la libertad de expresión.
Enhorabuena por la absolución, aunque eso no les quite las palizas policiales ni los gastos y las molestias del juicio, por lo menos quedan libres de multas y cárcel.
En cuanto a los «informes» periodísticos, son cosas de España, que está podrida hasta la médula, desde las instituciones públicas, hasta gran parte del pueblo que consiente cosas como estas.