Mediante un comunicado emitido este martes, los países de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP) han recriminado “enérgicamente” las últimas sanciones aprobadas por la Unión Europea (UE) contra 19 representantes de los distintos poderes de la República Bolivariana de Venezuela.
“Estas acciones constituyen una clara violación del derecho internacional y representan una inaceptable aplicación intervencionista que en nada contribuye al desarrollo del pueblo venezolano”, subraya el texto.
En este sentido, la alianza sudamericana ha ratificado su “solidaridad” y apoyo al Gobierno y al pueblo venezolanos, y exigido a la comunidad internacional rechazar las medidas de Bruselas y “manifestarse en defensa de los principios del respeto a la soberanía, la libre determinación e independencia de los pueblos”.
Asimismo, en la nota se insta al Gobierno de EE.UU. y a la UE a levantar las “medidas coercitivas unilaterales contra Venezuela”, puesto que producen graves efectos en el disfrute de los derechos humanos de toda la población venezolana.
#Comunicado | ALBA-TCP rechaza las medidas coercitivas unilaterales del Consejo de Asuntos Exteriores de la Unión Europea contra representantes del Estado venezolano. pic.twitter.com/pbLFsgYn63
— ALBA-TCP (@ALBATCP) February 23, 2021
Por su parte, el canciller venezolano, Jorge Arreaza, ha alabado en un mensaje publicado en Twitter el gesto de los gobiernos de la ALBA-TCP, al mismo tiempo que ha exigido el cese de “las pretensiones neocoloniales europeas”.
Las autoridades venezolanas instan a la UE a que ponga fin a su sistemática agresión y cambie su enfoque hacia sus relaciones con América Latina, además de expresar su disposición a construir nuevos vínculos con el bloque comunitario en base al respeto mutuo, para así reconstruir la confianza.
La nueva medida antivenezolana llega en respuesta a las elecciones legislativas del 6 de diciembre de 2020 en el país bolivariano, unos comicios que Bruselas consideró ilegítimos y carentes de garantías.
Caracas asegura, no obstante, que tiene un sistema electoral confiable desde hace muchos años, regido por el Consejo Nacional Electoral (CNE) del país, y denuncia que las críticas al respecto reflejan una dura campaña injerencista contra el país bolivariano.