El Instituto de Productos Terapéuticos, Swissmedic, informó haber analizado 364 informes de supuestas reacciones adversas tras la inmunización, de las que 199 estaban relacionadas con la vacuna Pfizer y 154 con Moderna, además se detectaron 95 casos graves.
“En 16 de estos casos graves, las personas afectadas murieron en diferentes intervalos tras la vacunación. Los fallecidos tenían una edad media de 86 años y la mayoría padecía enfermedades preexistentes graves”, afirmó el regulador en un comunicado, citado el sábado por los medios.
Hasta el momento, los efectos secundarios de estas dos vacunas estadounidenses han provocado la muerte de decenas de personas a lo largo del mundo. Noruega advirtió en enero que la vacuna estadounidense Pfizer es “demasiado peligrosa” para las personas muy mayores.