“Los residentes de Crimea han elegido libre y voluntariamente, de plena conformidad con la Carta de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) [formar parte de la Federación Rusa]. Cualesquiera que sean las sanciones que impongan, las provocaciones que devuelvan, no cambiará esta realidad”, expresó el viernes Dmitri Polianski, el embajador adjunto ruso ante el organismo internacional.
En esta misma línea, Polianski aconsejó a los políticos ucranianos que “corrijan los errores del pasado”, dejen de participar en “actividades antirrusas”, y que trabajen por los intereses de Ucrania. “Extrañamos a nuestros buenos vecinos y estaremos encantados de recibirlos en la próspera Crimea”, agregó Polianski.
Cabe recordar que Rusia planea celebrar una reunión con la fórmula Arria del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (CSNU) para el 17 de marzo. Se espera que, en esa reunión, los delegados tártaros de Crimea hablen sobre la situación de sus ciudadanos.
Dicha reunión se realiza cada año, puesto que los delegados de países occidentales y de Europa del Este siguen condenando “la adhesión de Crimea a Rusia”. Este año, la reunión ha sido convocada por Estonia, en el séptimo aniversario de la reunificación.
La Unión Europea (UE) y Estados Unidos mantienen sanciones contra Moscú desde 2014, después de que Crimea decidió separarse de Ucrania y unirse a Rusia a través de un referéndum en el que más del 96 % de sus habitantes apoyó esta decisión.
En este sentido, el secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, declaró el pasado miércoles que Washington quiere aumentar su apoyo económico y de seguridad a Ucrania por el tema de Crimea.
Además, la UE informó el 4 de marzo que extenderá hasta el 6 de marzo de 2022, las sanciones contra nueve individuos a los que acusa de ser “responsables de la apropiación indebida de fondos estatales ucranianos en el marco de la anexión de Crimea y Sebastopol por parte de Rusia”.
