El número de migrantes, especialmente niños, que intentan cruzar la frontera entre Estados Unidos y México aumenta cada día. Sin embargo, los informes hablan de insuficientes instalaciones e inadecuadas condiciones de vida o, incluso, de refugios temporales.
El domingo, el número de menores inmigrantes no acompañados en instalaciones fronterizas alcanzó su punto más alto: 5767, menores bajo la custodia de Aduanas y Protección Fronteriza.
Esto ocurre mientras el nuevo presidente de Estados Unidos, Joe Biden, en su primera conferencia de prensa en el cargo prometió mejorar las condiciones para los menores que lleguen a EE.UU. y culpó a la Administración anterior por la crisis migratoria en las fronteras.
Sin embargo, la situación migratoria no mejoró. A los migrantes que se les permite permanecer en EE.UU., al no encontrar condiciones adecuadas de vida, se refugian en las iglesias.
Es más, el representante estadounidense de Texas, Henry Cuellar, publicó el pasado 22 de marzo unas fotos que muestran a niños migrantes detenidos, apiñados en áreas de detención separadas por láminas de plástico y llenas de gente en un centro de procesamiento temporal cerca de la frontera de EE.UU. con México.
Varios funcionarios estadounidenses acusan a Biden de adoptar una política migratoria aún más restrictiva que la de su antecesor, Donald Trump, pese a sus promesas electorales basadas en solventar el caso.
