El Pueblo de Vallekas (por cierto, municipio independiente de Madrid hasta el año 1950, en el que el franquismo decidió suprimir su Ayuntamiento e incorporarlo a la capital, despojándolo de sus instituciones propias, y cuya recuperación demanda un amplio sector social) está ocupando una vez más un lugar protagónico en la actualidad mediática.
Vox decidió presentar su candidatura a las elecciones autonómicas del 4 de mayo en la Plaza Roja, lugar emblemático para el movimiento popular vallekano. El planteamiento es similar al de “voy a ir a cagar al portal de tu casa”; obviamente tiene un sentido de provocación, pero hay algo mucho más importante en el fondo: el sentido de la “humillación”. L@s señorit@s de Madrid vamos a ir a defecar a vuestra plaza más simbólica, porque para eso somos l@s señorit@s y vosotr@s la servidumbre.
La Junta de Distrito de Puente de Vallecas, en un gesto de cierta responsabilidad civil, decidió no autorizar la concentración de Vox. Pero la Delegación del Gobierno en Madrid sí que la autorizó, además por el procedimiento de urgencia, a diferencia de lo que viene haciendo con las convocatorias de la Asamblea de colectivos, barrios y pueblos, cuyas movilizaciones se prohíben sistemáticamente, se comuniquen por procedimiento ordinario o de urgencia, lo que ha obligado a que se realicen en forma de “paseos populares ciudadanos”.
El fascismo en Madrid viene manteniendo una línea de provocación permanente a través de unas u otras de sus expresiones: entre las últimas están el asalto a la asociación de vecin@s de Coslada y la presentación de una propuesta de resolución a la Junta de Distrito de Fuencarral para que se retiraran del cementerio de la localidad todos los elementos de homenaje a las Brigadas Internacionales y a la lucha antifascista en general, moción finalmente retirada ante la respuesta social inmediata que se generó.
Vox no tiene más discurso político que el de la defecación; y a la gente del pueblo no nos gusta que los señoritos vengan a cagarse a nuestras casas.
Vallekas es un ejemplo de barrio obrero y antifascista muy especial, pero Castilla está llena de barrios y pueblos con un fortísimo espíritu de lucha, de resistencia… algunos con movilizaciones que alcanzaron una importante repercusión mediática en los últimos años, aunque por supuesto hay muchos más: Gamonal en Burgos; Pajarillos en Valladolid; Garrido en Salamanca; Tierra de Campos en el norte de Castilla; Vicálvaro; el Corredor del Henares; los pueblos de la sierra madrileña…
Estamos en la conmemoración del 500 aniversario de la Revolución Comunera, y queremos aprovechar nuestro editorial para saludar y expresar nuestra plena adhesión al manifiesto que ha elaborado la Comisión del V Centenario. La Revolución Comunera tuvo su base organizativa en los barrios (parroquias por aquel entonces) y pueblos de Castilla. La tradición revolucionaria en nuestra tierra ha tomado habitualmente esa forma básica de organización.
La mejor forma de celebrar el V centenario de la Revolución Comunera es poner en pie un amplísimo movimiento de ruptura con el Régimen monárquico del 78, por la República popular y feminista, por la justicia social y la soberanía. En ello andamos, y las movilizaciones de pueblos y barrios como Vallekas son pasos cada vez más importantes en esa dirección.
Izquierda Castellana, a 9 de abril de 2021