El representante permanente de Irán ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Mayid Tajt Ravanchi, ha afirmado este viernes que la situación en Siria se mantiene “inestable” debido a la continua agresión del régimen de Israel contra el país árabe y la presencia ilegal de algunas fuerzas extranjeras, así como grupos separatistas y terroristas en el territorio nacional.
Durante una reunión del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, Tajt Ravanchi ha advertido sobre el impacto de esta situación en la seguridad y la estabilidad de la región y, por ende, del mundo.
Tras enfatizar la necesidad de seguir el trabajo del Comité Constitucional sirio, el cual inició el pasado 30 de octubre su primera reunión en la ciudad suiza de Ginebra (Suiza), el diplomático persa también ha destacado que “la crisis siria debe resolverse de manera pacífica y conforme a los principios del derecho internacional, el respeto a la soberanía y la integridad territorial de los países y no injerencia en sus asuntos internos o externos”.
Por su parte, el enviado especial de la ONU para Siria, Geir Pedersen, ha relevado la importancia de unirse para alcanzar una solución política en Siria. “La confianza viene a través de la acción, no de las palabras”, ha indicado Pedersen, agregando que los actores claves deben estar preparados para negociar de buena fe.
Desde 2011, Siria vive inmersa en un conflicto en el que las fuerzas gubernamentales se enfrentan a los grupos terroristas y los llamados rebeldes. Mientras que algunos países como Irán brindan apoyo a Siria en la lucha antiterrorista, la injerencia extranjera en el país árabe ha complicado atajar este flagelo, que cumple ya diez años.
Pese al rotundo rechazo del Gobierno y el pueblo sirios a la ilegal presencia de EE.UU. en su país, Washington sigue respaldando a las milicias, e incluso, según varios informes, tiene un nuevo plan para renovar la estructura de Daesh y justificar así su permanencia en Siria, so pretexto de combatir a los extremistas, pero, en realidad, lo que quiere es saquear las riquezas del país árabe.
El Gobierno sirio, presidido por Bashar al-Asad, siempre ha considerado ilegal la presencia de las tropas norteamericanas en su suelo, reiterando que estas fuerzas y el apoyo armamentista, logístico y financiero que Washington brinda a los ultraviolentos han complicado la crisis en la que está sumido el país.